Durante todo el fin de semana continuaron las repercusiones por la difusión de los chats entre Pablo Iturralde y Gustavo Penadés, en los que el primero le aseguraba al segundo que había logrado, mediante presiones, un cambio en el fiscal de su causa que lo iba a favorecer. Ayer, el exsubsecretario del Interior Guillermo Maciel se quejó de que, a diferencia de lo que le ocurrió a él, a Iturralde nadie lo llamó “tarado”. “Yo participé en una operación de encubrimiento de información al Parlamento en el caso de la entrega de un pasaporte a uno de los narcos más peligrosos del Cono Sur. Él, en cambio, le escribió a un amigo y le tiró algunos bolazos para hacerse el importante, y terminó renunciando por ello. ¿Pero resulta que yo soy el único al que le dicen tarado?”, protestó.

Maciel considera que desde el Partido Nacional se lo “discrimina” por ser colorado. “Sí, es cierto, después de lo de Marset renunciaron varios nacionalistas también, pero la única que terminó en la Justicia, en una primera instancia por lo menos, fue Carolina Ache, y el único que tiene que andar por el mundo con este estigma de haber sido definido como tarado soy yo”, reflexionó.

La frase: “Le agradecí y le dije a todo que sí para no romperle la ilusión”. Gustavo Penadés, abusador de menores, pero de buen corazón.