Subtitulado “El caso Mariana Mota”, este trabajo trasciende su punto de partida y analiza en profundidad cómo se ha construido en Uruguay la trama política y comunicacional que permitió que los violadores de los derechos humanos durante la última dictadura (1973-1985) hayan escapado, en su mayoría, de la luz pública y de la balanza de los tribunales. Ilumina, al mismo tiempo, un aspecto más genérico: “parte importante de las luchas por el poder se desarrollan en el campo de la Justicia, que nunca es independiente de las ideas dominantes de la época”.

El tapiz preconcebido de la impunidad es tomado con paciencia entre las manos de los coautores y se va desarmando hilo por hilo hasta llegar a la línea de continuidad entre los operadores judiciales de la dictadura y las estructuras de ese mismo poder en tiempos democráticos. La persecución a la jueza que procesó al expresidente (devenido dictador) Juan María Bordaberry se combina con otras presiones (por ejemplo, a docentes e historiadores) dirigidas a quienes pretendían poner en cuestión el relato del título. A la vez que desde sectores tradicionales del poder político y comunicacional se impulsaba la “teoría de los dos demonios”, se cuestionaba el carácter de lesa humanidad de los delitos de la dictadura –y por lo tanto su no prescripción– y se intentaba ocultar la connivencia (y participación) de civiles en el terrorismo de Estado.

Cardoso Díaz y Liscano detallan esa operación, desmontan la visión que la sostuvo. Señalan como el principal gestor de la impunidad al líder colorado Julio María Sanguinetti, dos veces presidente de la República, con la amplia complicidad de su partido y de la mayoría del Partido Nacional. También se detienen en los obstáculos a la Justicia que se pusieron desde algunas figuras de izquierda, como el expresidente José Mujica o el exministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro, ambos antiguos integrantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.

El libro no pretende imparcialidad, pero es riguroso en la presentación de los hechos que analiza. Desde el punto de vista literario, presenta una agilidad inusual para su tema, en especial cuando describe procedimientos jurídicos y establece cronologías. Ese “escribir bien” aporta la claridad y la seducción esencial para poder seguir una historia que muchos creen conocida y a otros no les interesa conocer.

Mónica Cardoso Díaz y Carlos Liscano. Planeta, Montevideo, 2022. 283 páginas, 850 pesos.