La editorial La Coqueta acaba de publicar a sus tres ganadores del llamado a incentivos para la edición de obras poéticas realizado el año pasado, con motivo del centenario del nacimiento de Amanda Berenguer, por el Ministerio de Educación y Cultura. La colección Amandos, presentada el 6 de abril, exhibe a tres autores nacidos en la década del ochenta. Con exploraciones más apegadas a la tradición, el fernandino Diego De Ávila; con una prosa poética que se podría calificar de “lejanamente marosiana”, Alicia Preza; y con una apuesta por la experimentación que no reniega de ecos antiguos, en el caso de Santiago Pereira.
En De Ávila podría estarse leyendo la catástrofe última o la de hace un siglo, y el autor estaría hablando, en ambos casos, de cómo lo atraviesan las palabras para luego atravesar, resignificadas, lo que le rodea. En Preza la pérdida ya no es crónica epocal sino espeleología hacia cavernas que la poeta visita casi sin moverse. Acierta José Arenas, desde la contratapa, cuando dice que Santiago Pereira “reivindica el hecho ficcional del verso y el poemario”. Son tres propuestas que, si se leen en conjunto, dan cuenta de la diversidad de la escena poética nacional.
No perdemos la vida si entendemos que desapareció, Diego de Ávila. La Coqueta. Montevideo, 2022. 39 páginas. 400 pesos. Adiós a los marjales de Corea, Santiago Pereira. La Coqueta. Montevideo, 2022. 69 páginas. 400 pesos. La habitación del sesgo, Alicia Preza. La Coqueta. Montevideo, 2022. 47 páginas. 400 pesos.