Esta hermosa y documentada edición de un libro clave de la poesía popular del Río de la Plata (nunca más adecuada la georreferencia) llega plagada de bonus track. Los dos principales se anuncian en la carátula: ilustraciones de Gustavo Wojciechowski (Maca) y un cedé con recitado del propio Ferrer en diálogo con la guitarra del maestro Agustín Carlevaro. Los otros “extras” se encuentran apenas se empieza a desplegar las páginas, de generoso gramaje y en adecuado tono sepia: la reproducción de la portada de la edición original del Romancero canyengue (Tauro, 1967), diseñada por Horacio Añón, un Ferrer dibujado por Hermenegildo Sábat, y una carta de Cátulo Castillo al autor, que oficia de prólogo. Luego comienza el poemario en sí mismo (se extraña la ausencia de índice), seguido del “menú de lunfarderías” como útil glosario. En el epílogo, que firma José Arenas, se informa que fue la lectura de este libro la que impulsó al argentino Astor Piazzolla a buscar su fecunda aparcería con el poeta de esta orilla. Es que este poemario con vocación de cancionero es un gesto renovador, hasta el hueso, de una letrística que parecía agonizar y que Ferrer, como dice con acierto Arenas, inyecta de psicodelia arrabalera. Al cierre aparece una cronología y la reproducción de ambos lados de la funda de la primera edición del disco de Ferrer-Carlevaro (Trova, 1967). Otro bonus son las tres postales con collages de Federico Finochietti Michelli, sobrino de Ferrer.
Horacio Ferrer. Yaugurú/Perro Andaluz. Montevideo, 2022. 94 páginas. 700 pesos.