“No era cándido Alfonsín. Diálogo y persuasión siempre que hubiera un objetivo que permeara ese diálogo.” Esta frase da el tono general de la entrañable pero no por ello complaciente biografía del primer presidente argentino del retorno a la democracia, Raúl Alfonsín (1927-2009). Pablo Gerchunoff, un destacado historiador económico, elige una estrategia narrativa que, a partir de la carrera política del dirigente radical, permite comprender las tensiones que atravesaron a la Argentina democrática. Al correr de las páginas evocamos aquellos años fundacionales de la salida de la dictadura militar, y leemos cómo Alfonsín, que tenía experiencia política, pero ninguna de gestión, abordó las tareas monumentales que implicaba dejar atrás con justicia (la diferencia ética fundamental con el Partido Justicialista) el pasado sangriento de la década de 1970. La cuestión militar, la cuestión económica; sólo la enunciación de esos temas muestra las dificultades que enfrentó el presidente en su deseo de construir una república democrática y social (Gerchunoff recorta muy bien lo que Alfonsín entendía por eso en el contexto de los años 1980). Alfonsín fue un estadista: la construcción del Mercosur, el proyecto de trasladar la capital argentina a Viedma, dan cuenta de eso. Se trata de una figura excepcional de la historia argentina, que esta biografía redimensiona en vísperas de los 40 años de régimen democrático en ese país.
Pablo Gerchunoff. Edhasa; Buenos Aires, 2022. 462 páginas, 2.000 pesos.