Arthur Rimbaud. Yaugurú; Montevideo, 2024. 86 páginas, 450 pesos.

Al igual que ocurrió con Une saison en Enfer, la aparición de esta traducción uruguaya de Iluminaciones es un verdadero acontecimiento literario. No sólo porque devuelve a las mesas de novedades al autor central de la poesía europea del siglo pasado (por más que haya actuado a finales del XIX), sino también porque pone un ladrillo más en la lenta pero sólida construcción de este país como punto de traducción literaria. No central, sobre todo por la ausencia de una industria editorial sostenida en una población que sostenga un mercado considerable, pero sí un punto que tiene herramientas de tradición y actualidad literaria para volverse visible.

Además de esas consideraciones, el texto de Rimbaud es insoslayable y el trabajo de edición perfecto. Desde el objeto que Yaugurú pone en manos de sus lectores hasta el vibrante posfacio de Mondragón (brillante narrador activo en el Montevideo de la reapertura democrática). A esto se agrega el acompañamiento de textos accesorios, como el prólogo de Paul Verlaine a la edición de 1886 o la carta de Rimbaud a su hermana, considerada su adiós a la poesía. Si hombre y obra se funden en la poiesis rimbaudiana y su efecto, creando un “lugar” en el que germinó la poesía del futuro que vino después del Rimbaud autoextinguido, trabajos como este de Mondragón y Yaugurú aportan a mantener ese trompo girando al infinito.