La figura de Aurora Venturini tomó por sorpresa al mundo literario argentino luego de ganar el Premio Nueva Novela organizado por Página/12 en 2007. Las primas, obra galardonada, era tan revulsiva, tan fuera de registro, tan poderosamente enigmática, que bien podría haber sido un chiste o hasta un acto performático (fue entregada mecanografiada y con errores enmendados con lapicera). ¿Qué era eso? Una de las muchas novelas de una escritora de la zona sur de la Provincia de Buenos Aires que había trabajado con Eva Perón, que tenía una inclinación por la literatura maldita (ese título que se le pone a tantos autores considerados excéntricos) y que hacía de sus escasas apariciones en público una puesta en escena de una criatura que parecía de otro mundo, como la gente de sus novelas.
Liliana Viola, quien participó como jurado de ese mismo premio, arma en esta biografía un texto que tiene mucho de personal, ya que cuenta, desde su experiencia, el encuentro con Venturini, y también mucho de ella, de la escritora de toda una vida que fue descubierta por el gran público a los 85 años, que era conocida por la gente de La Plata como una maestra salida de alguna catacumba y parca, que era tanto amada como odiada por sus amanuenses. Una escritora fundamental del siglo XXI, entonces, que explica, de algún modo, la segunda mitad del siglo XX.
Liliana Viola. Tusquets; Buenos Aires, agosto de 2023. 336 páginas, 990 pesos.