Cuánto hay que agradecerle a Caja Negra por estas ediciones. Deseo postcapitalista es un puñado de transcripciones de la última serie de conferencias de Mark Fisher en Goldsmiths, Universidad de Londres, a finales de 2016 y principios de 2017. Recordemos que el crítico se suicidó el 13 de enero, pocos días después de su última clase.

De algún modo, la hauntología se ve instalada en este texto académico solamente porque los fantasmas ya eran reales. Estaban ahí, esperándolo.

Con introducción de Matt Colquhoun –eximia, reveladora–, esta colección de notas retrata a Fisher en su elemento: el aula, ese espacio seguro, delineando un proyecto que su muerte dejó inconcluso: su libro Comunismo ácido.

Estas clases, estas reflexiones, nos traen al Fisher más apocalíptico aunque nada grandilocuente: su presente era el fin del mundo, no había futuro. Reproduce aquí diálogos con el alumnado, cruza lecturas entre Jean Paul Sartre, Gilles Deleuze-Félix Guattari y Friedrich Nietzsche, Herbert Marcuse, Sigmund Freud, Jean-François Lyotard y Nick Land, superpone retóricas en loco loop inception hasta reventar la matrix... No puede dejar de leerse este libro sin pensar cuánto más ardía en su mente los últimos días, como había decidido, de su vida. Durante las diez semanas restantes de este seminario “Deseo postcapiltalista” tras la partida de Fisher, los alumnos seguían asistiendo al aula. Sin remate.

Revivamos a Fisher leyéndolo y aplicando su filosofía de vida y de muerte. “No era depresión, Mark, era capitalismo”.

Mark Fisher. Caja Negra; Buenos Aires, 2024. 272 páginas, 890 pesos.