Situado en el poco nutrido estante de la ciencia ficción uruguaya, este libro de Leandro Delgado podría llevar, también, la etiqueta más amplia de literatura fantástica. Si se le fuerzan parentescos está cerca de las incursiones de Mircea Eliade con esas serpientes que el rumano gustaba de enredar entre los tobillos del espanto a posteriori. Pero nada de eso importa. Lo verdaderamente central de este libro es la manera en la que late en las manos de sus lectores. Porque tiene algo físico que ahí se deposita. Un ancla que permite no perderse mientras quien lee le sigue la cabeza a quien escribe.

La primera recomendación es hacerse del libro. La segunda, alterar el orden. Comenzar por la nouvelle que lo cierra y recién después acometer el relato que lo abre. Entrar por la puerta de “Elecciones internas” permite ir de lleno al plato principal. Esa galería de personajes que lidian con naturalidad con una historia de posesión de las sensibilidades es más que una metáfora política. Es una descripción realista del sinsentido del mundo en la que todo desborde de la imaginación es apenas un recurso (en el sentido que le dan los comentaristas deportivos a una rabona en el área) para desarmar un mecanismo en el que el tiempo, la mutación de las sensibilidades y el límite entre las especies son datos elásticos. Luego de pasar por ese planeta sin fisuras narrativas (el capítulo “Las lamentaciones de Cindy López” es un ejercicio de virtuosismo), se podrá acometer el relato inicial, “Alerta naranja actualizada”, de mejor manera. Se habrá labrado el pacto con el autor y se habrá recibido con creces lo que el libro había prometido. Entonces, el inseguro traqueteo del fantasma de un prócer de las letras, Josecito Herrera y Hobbes, podrá saborearse como un bajativo del banquete en el que se acaba de participar. De lo contrario se corre el riesgo de abandonar el libro en las primeras páginas, en un ofuscamiento precipitado, por culpa de un material encerrado entre sus propios barrotes filológicos. Leído después, permite incluso imaginar que el gran personaje protagónico de “Elecciones internas”, el poeta adivino, volvió de sus derivas cósmicas para escribir esas otras páginas y leerlas como un disfrutable spin-off.

Leandro Delgado. Hum; Montevideo, 2024. 175 páginas, 550 pesos.