La debacle del régimen sirio avanzó en la reconfiguración del mapa regional de Medio Oriente, atrajo todos los reflectores y sembró los análisis de incógnitas. Amortiguado por el acostumbramiento del horror, el castigo a la población palestina por parte de Tel Aviv continuaba —con nuevas voces hablando de genocidio— y la resistencia palestina en las cárceles de mujeres seguía transformándose sin dejar de ser la misma. En medio de tantas “noticias”, uno de los principales intelectuales israelíes, David Grossman, pausa la actualidad y le hace preguntas incómodas a la conciencia de la izquierda de su país.