El modernismo soviético tardío floreció en Georgia con formas únicas y audaces. Tres décadas después, sus edificios más icónicos se demolieron. Un archivo digital intenta rescatar su memoria.

En Georgia, la mayoría de los edificios emblemáticos de finales del período arquitectónico modernista, construidos entre 1960 y 1990, fueron demolidos. El colapso del bloque soviético vino acompañado de un auge de corrupción y una fiebre de privatizaciones. En esas condiciones, preservar el patrimonio cultural nacional pasó a ser la última de las preocupaciones de las autoridades georgianas. De este modo, desaparecieron gran parte de los archivos relativos a los proyectos de construcción de tiempos de la Unión Soviética (URSS).1

Tres arquitectas locales están intentando poner remedio a esta situación. En 2020 fundaron los Archivos Arquitectónicos de Tiflis (TAA), una institución que depende de la Bienal de Arquitectura de Tiflis, creada tres años antes. En su sitio web, Natia Abasashvili, Mariam Gegidze y Nino Chachkhiani recopilan todo tipo de documentos vinculados con el “modernismo soviético tardío” (ver recuadro), que dio lugar a formas de expresión particularmente ricas en Georgia durante las tres últimas décadas de la URSS. “Se trata sobre todo de fotografías, bocetos, dibujos originales, notas manuscritas y planos de construcción”, explica Mariam Gegidze, estudiante de doctorado de la Universidad Técnica de Berlín. “Los TAA son a la vez una colección en línea y una plataforma informativa, en georgiano y en inglés. Presentamos proyectos, biografías y obras de arquitectos que trabajaron principalmente en Tiflis. Queremos dar mayor visibilidad y que la gente entienda mejor el patrimonio arquitectónico local, en especial el de finales de la era soviética, que está extremadamente amenazado”.

El archivo de lo perdido

“La generación de arquitectos que moldeó este período está desapareciendo lentamente, junto con su legado –continúa Gegidze–. Lamentablemente, en Georgia no existe ninguna institución especializada que pueda revalorizarlo y preservarlo. Investigando, analizando y exponiendo estos documentos poco comunes, esperamos influir en el debate público sobre este estilo arquitectónico. Y contribuir a protegerlo”. El objetivo de los TAA es que el público internacional pueda comprender mejor las dinámicas y las consideraciones estéticas que caracterizaron el modernismo soviético tardío, un capítulo muy subestimado del patrimonio cultural europeo. En colaboración con la famosa curadora Nini Palavandishvili, las arquitectas de los TAA lograron recuperar documentos únicos, por ejemplo, sobre el edificio más famoso del período: el Ministerio de Carreteras (1975), que aparece en varios libros ilustrados sobre la arquitectura del Bloque del Este de principios de la década de 2010.2 Gracias a los descendientes de los arquitectos Giorgi Chakhava y Zurab Jalaghania, que pusieron a disposición sus archivos privados, el equipo también pudo acceder a valiosas fuentes sobre la construcción del edificio, que al día de hoy se encuentra renovado y funciona como sede del Banco de Georgia.

Pero las tres apasionadas fundadoras de los TAA también han recuperado información sobre edificios destruidos, y usaron su sitio web para devolverlos a la vida. Por ejemplo, el imponente complejo integrado por un gran almacén, una estación de subterráneo y un teatro, situado en la intersección entre la plaza de la Libertad y la calle Rustaveli, que encarnaba la corriente georgiana del modernismo soviético tardío, fue demolido entre 2015 y 2017 para construir un centro comercial.

Plano de la arquitectura del ala del Consejo de Ministros de la antigua casa de gobierno de la República Socialista Soviética en Georgia. Foto: sin datos de autoría, Archivos Nacionales de Georgia.

Plano de la arquitectura del ala del Consejo de Ministros de la antigua casa de gobierno de la República Socialista Soviética en Georgia. Foto: sin datos de autoría, Archivos Nacionales de Georgia.

El planetario que estaba en la cima del monte Mtatsminda, sobre la capital de Georgia, tampoco existe más. Construido por Alexandre Jibladze y Madlena Komakhidze en 1960, entre el clasicismo socialista y el modernismo soviético tardío, fue demolido a finales de los años 90. Los TAA ofrecen una descripción detallada del edificio y también fotos históricas excepcionales.

El complejo acuático Laguna Vere (en Tiflis) ocupa un lugar importante tanto en la tesis actual de Gegidze como en el sitio web de los TAA. Gracias a su estética refinada y a su popularidad entre la gente común –que disfrutaba refrescándose en la gran piscina externa durante los calurosos días de verano– la fama del complejo es legendaria. Por desgracia, lleva más de diez años cerrado, se encuentra en un estado deplorable y se amenaza con demolerlo. En 2022, las tres arquitectas fundadoras de los TAA publicaron un libro y organizaron una exposición dedicados a este edificio. “Lo elegimos por su valor arquitectónico y social, pero también por su estado actual –explica Gegidze–. Laguna Vere estaba abierto todo el año y desempeñaba un papel importante en la vida cotidiana. Cuando cerró, Tiflis perdió uno de sus espacios públicos más preciados. Sigue siendo muy importante para generaciones enteras de habitantes”.

Para preparar la exposición, el equipo lanzó un llamado en redes sociales, en el que pidió a los usuarios que le enviaran cualquier documento relacionado con Laguna Vere. Recibieron centenares, sobre todo fotos privadas, entradas, fragmentos de diarios íntimos, anuncios de competencias, etcétera. “Reunir y presentar fuentes tan diversas nos permitió dar a conocer el valor multidimensional de Laguna Vere. Puso de relieve su calidad arquitectónica, pero también su valor social, su relevancia y su utilidad”, agrega Gegidze. Sin embargo, un inversor tiene planeado construir allí el rascacielos más alto de la ciudad, en una zona que ya se encuentra ampliamente urbanizada.

En su oficina de la universidad, Gegidze nos mostró un proyecto de su sitio web titulado Biomorphic Pavilions, una serie de esculturas psicodélicas y de paradas de autobús con formas orgánicas, ambas recubiertas de mosaicos y abundantes en modelos coloridos: las obras espectaculares de Giorgi Chakhava y Zurab Jalaghania, los mismos que construyeron el Ministerio de Carreteras. La colección en línea no deja de crecer y también incluye bocetos de proyectos sin concretar, como el de una terminal aérea en el centro de la ciudad (desde donde se podría trasladar a los pasajeros en autobús hasta el aeropuerto de Tiflis, a 35 kilómetros de distancia) diseñado por Davit Morbedadze, Tamaz Tevzadze y Teimuraz Kandelaki, que trabajaron en dicho proyecto entre 1983 y 1984.

En el mundo muy masculino de la arquitectura, era muy frecuente relegar a las mujeres a un segundo plano. Pero los TAA permitieron sacar a la luz las importantes obras de muchas mujeres, entre ellas Valeria Hajibeili, que diseñó los Archivos Nacionales de Georgia en Tiflis, Neli Kvartskhava, que creó el edificio de la cooperativa Tsekavshiri (hoy demolido), y Neli Tsitsishvili, que diseñó la mayoría de los parques y espacios verdes de Tiflis y sus alrededores.

Puesto que la Bienal de Arquitectura de Tiflis les proporciona un financiamiento muy limitado e irregular, Abasashvili, Gegidze y Chachkhiani gestionan los TAA de forma voluntaria, más allá de su trabajo habitual. Tienen planeado publicar documentos sobre la estación central de teleférico de Chiatura, destacable porque las góndolas descendían por las laderas montañosas en tres direcciones diferentes. Única en su tipo, esta estación era un ejemplo especialmente creativo del modernismo soviético tardío. Fue demolida en 2016.

Una de las razones principales del abandono o incluso la destrucción de este legado radica en que se lo suele asociar con Rusia, que dominó Georgia durante siglos, tanto en la época zarista y soviética como después de que Georgia declarara su independencia, en 1991. En 2008, Moscú lanzó una guerra para impedir que Tiflis recuperara a la fuerza el control de regiones separatistas. Aquel episodio inspiró a las autoridades del país una ley draconiana sobre los agentes extranjeros, que facilitó el giro autoritario del poder georgiano.

Vista aérea de la casa de gobierno y el edificio superior de la República Socialista Soviética en Georgia. Foto: sin datos de autoría, Biblioteca Nacional de Georgia.

Vista aérea de la casa de gobierno y el edificio superior de la República Socialista Soviética en Georgia. Foto: sin datos de autoría, Biblioteca Nacional de Georgia.

Sin embargo, no todos los edificios de la era soviética pueden considerarse esencialmente coloniales o imperialistas. Las fundadoras de los TAA creen que hace falta reconsiderar el discurso dominante rusocéntrico sobre el modernismo soviético tardío. En esto siguen el ejemplo de los investigadores del Architekturzentrum de Viena, que fueron los primeros en comprometerse con esta postura al publicar en 2012 la obra Sowjetmoderne 1955-1991 - Unbekannte Geschichten (Katharina Ritter et al., Park Books). La mayoría de los edificios georgianos fueron diseñados y construidos por arquitectos locales, con frecuencia muy talentosos. Para lograr que aprobaran sus ambiciosos proyectos, pese al escepticismo de las autoridades, tuvieron que desplegar todos los recursos de su imaginación.

Resistencia arquitectónica

“Si el costo previsto de un proyecto superaba los tres millones de rublos, el Comité Estatal de Construcción de la URSS lo tenía que aprobar, lo que complicaba las cosas –cuenta Gegidze–. Los arquitectos y los estudios locales que trabajaron en el proyecto del Ministerio de Carreteras y de Laguna Vere sabían perfectamente que nunca les iban a dar luz verde. Por eso asignaron presupuestos artificialmente bajos para burlar a las autoridades centrales”. Laguna Vere se dividió en dos proyectos con dos presupuestos distintos, cada uno de un poco menos de tres millones de rublos. En el caso del Ministerio de Carreteras, compensaron los fondos faltantes enviando en secreto materiales de construcción procedentes de otras obras.

Además, las prácticas y técnicas tradicionales del país también influyeron en las construcciones de este período. Por ejemplo, los arquitectos se basaron en 1.600 años de historia de construcción de iglesias para decidir usar materiales como la arenisca. Tomaron como inspiración los espacios y entornos singulares de la arquitectura cristiana local, quizás más visibles en el Palacio de Bodas tan emblemático de Tiflis, diseñado por Victor Jorbenadze y Vazha Orbeladze en 1984. De este modo, enlazaron su propia época con el rico patrimonio arquitectónico del país y lograron desarrollar un estilo georgiano dentro del modernismo soviético tardío. Con frecuencia este estilo propio incluía también obras de arte implementadas directamente sobre los edificios, como mosaicos, relieves y esculturas que empleaban una iconografía vinculada con el folclore y la identidad de Georgia.

Al igual que en otras repúblicas no rusas de la URSS, este enfoque manifestaba una conciencia nacional creciente dentro de la sociedad. De este modo, los edificios encarnaban una voluntad de autodeterminación cultural que más tarde se trasladó a la política, contribuyó a la independencia de Georgia y, a medida que los movimientos nacionales de las otras repúblicas iban cobrando fuerza, llevó a la disolución de la URSS en 1991. Sólo esto ya es razón suficiente para interesarse por estos edificios y para preservarlos.

Pero también hay otra: en forma de estaciones de metro, de autobús y de teleférico, de bibliotecas, teatros, instalaciones universitarias, complejos deportivos, parques monumentales, centros vacacionales para los trabajadores, etcétera, estas obras cumplen o han cumplido funciones sociales. Esta sensibilidad por el bien común, tan característica del modernismo soviético tardío, contrasta de una manera inmensa con la arquitectura actual orientada al beneficio propio, encarnado por los rascacielos para ricos que hoy dominan la capital georgiana.

Jens Malling, periodista. Traducción del inglés: Renaud Lambert. Traducción del francés: Le Monde diplomatique, edición Cono Sur.

Modernismo soviético tardío

Con estilo

Este estilo arquitectónico aparece en la Unión Soviética durante el llamado período de “deshielo”. Tras la muerte de Iósif Stalin, en 1953, el Kremlin inició un proceso de reformas y alivió las restricciones que pesaban sobre los artistas (empezando por los arquitectos). Este estilo retomó las ideas del constructivismo de los años 1920 (un movimiento moderno temprano en el campo del arte y la arquitectura soviética) y las desarrolló: la utopía social vanguardista inicial se materializó en el auge de un urbanismo de masas impulsado por la ideología del progreso tecnológico.


  1. Jean Radvanyi, “La Géorgie aux prises avec ses archaïsmes”, Le Monde diplomatique, enero de 1996. 

  2. Frédéric Chaubin, CCCP - Cosmic Communist Constructions Photographed, Taschen, 2011; ver también Roman Bezjak, Socialist Modernism, Hatjet Cantz, 2011.