Libre. Lea Ypi. Anagrama; Barcelona, 2023. 328 páginas, 790 pesos.

El diario de Zlata es un libro estremecedor. Está firmado por Zlata Filipovic, una niña de Sarajevo que permanece junto con su familia durante el sitio a la ciudad entre los años 1991 y 1993. Es un relato transparente, descriptivo y con apuntes observacionales de alta lucidez y detalle, enmarcado en el exacto punto del fin de la infancia y potenciado por un contexto de horror, que es también el horror de la espera, de lo que nunca llega porque ya se está adentro y no se puede salir. Se publicó un par de años después de la escritura, en 1995, en formato diario íntimo.

Hay un punto del horror que logra transmitir Zlata y es la sensación casi irreal, tremenda, de no aceptar que puede pasar lo peor. Todas las noches, en familia, miran el noticiero, observan el avance de la guerra, que está a 100 kilómetros, luego a 30 kilómetros, luego en las puertas de Sarajevo, y sus padres siguen trabajando, llevando una vida normal, y si bien elaboran planes de escape, todo el tiempo se aferran a mantener algo que ya no está.

Lea Ypi nació en 1979, en Albania, un año antes que Zlata. También llevó un potente diario íntimo en el borde de la infancia, y fragmentos de ese diario (parte de lo que escribió durante “los acontecimientos de 1997”) ofician de clímax en un libro extraordinario que publicó en Londres en 2021. Tuvo que pasar media vida, luego del estrés postraumático, del desastre, del fin de la infancia y de la inocencia, para que Lea pudiera configurar un libro documental, moviendo y removiendo la memoria íntima y la de su pintoresca familia.

Lo que pasó en 1997 en Albania es ni más ni menos que el capítulo más violento del pasaje brutal de un modelo socialista al neoliberalismo (de una economía controlada por el Estado a las mafias, incluyendo en el caso albanés una estafa piramidal), lo que provocó una guerra civil que Lea se resiste en todo momento a creer que fuera posible.

Lea se quedó sin habla durante casi un mes. De alguna manera lo entendió todo. Fue para ella el último derrumbe, luego de varios años de pequeños derrumbes del mundo de la infancia. Lo que pasó en 1997 es el final del libro y es un momento extraordinario. Para llegar a ese punto la autora nos prepara con una reconstrucción minuciosa de la vida privada en la Albania roja disidente de Moscú, de China y de Belgrado. Ella en el centro, como debe ser, niña modelo, pionera comunista convencida, y al mismo tiempo testigo involuntario de la caída no sólo del mundo en el que creció, sino de las verdades a medias (por lo tanto mentiras) que urdía su familia para protegerla de un pasado de persecuciones, disidencias y derivas políticas poco ortodoxas.

No deja de ser relevante comprobar los caminos que tomaron Lea y Zlata después de sus experiencias de la infancia y “el desafío de crecer en el fin de la historia” (como se subtitula el libro de la albanesa). En el caso de Lea, hoy es profesora de Teoría Política, graduada en Londres, se especializó en marxismo y es disidente tanto de su propia familia como de las miradas contemporáneas sobre las izquierdas. La niña de Sarajevo, Zlata, trabaja actualmente en cine documental y promueve acciones en defensa de los derechos de los civiles víctimas de guerras. “Hay mucho ruido afuera. No hay gente por las calles, pero hay un ruido insoportable. Los disparos no cesan jamás” (20 de marzo de 1997, Lea Ypi). Es el testimonio de una niña de la guerra. Le tocó Albania, como a Zlata le tocó el sitio de Sarajevo. Es lo que pasa en todas las guerras. Lo cuentan quienes sobrevivieron y tuvieron resiliencia para documentarlo.