En un contexto donde la mayoría de los países europeos mantienen posiciones proisraelíes, Irlanda ha tomado un rumbo distinto. Con una historia marcada por la ocupación británica, el hambre y la resistencia, los irlandeses ven en la causa palestina ecos de su propio pasado. Sin embargo, la dependencia económica de multinacionales estadounidenses y las presiones diplomáticas les limitan.
La tradición perdura. Desde los años 1950, cada marzo, la Casa Blanca se engalana con los colores de Irlanda. Washington incluso se acostumbró, bajo el mandato de Bill Clinton, a recibir al taoiseach (primer ministro irlandés) durante la festividad de San Patricio1. En 2024, cuando Joe Biden, con corbata verde y shamrocks (“tréboles”) en el ojal, recibió a Leo Varadkar, abordaron la guerra en Medio Oriente. “El pueblo irlandés está profundamente consternado por la catástrofe que se está desarrollando bajo nuestra mirada en Gaza –declaró el primer ministro durante su conferencia de prensa conjunta–. Cuando viajo, a menudo los dirigentes me preguntan por qué los irlandeses sienten tanta empatía por el pueblo palestino. La respuesta es simple. Vemos nuestra historia en sus ojos. Una historia de desplazamiento, de desposeimiento, de una identidad nacional cuyas cuestiones son negadas, de emigración forzada, de discriminación, y ahora... de hambruna”. Una referencia a la “Gran Hambruna”, un traumático episodio de la historia de la isla que, entre 1846 y 1849, provocó la muerte de un millón y medio de personas debido a una contaminación de la cosecha de papas y dio inicio a la emigración masiva de irlandeses hacia Estados Unidos.
Lazos históricos de solidaridad
De parte de un dirigente europeo de centroderecha, ese discurso puede sorprender. Desde el comienzo de la guerra en Gaza, casi todos los Estados del viejo continente adoptaron posiciones proisraelíes. En los primeros días de la ofensiva militar israelí sobre Gaza en octubre de 2023, Dublín fue la primera capital en criticar su desproporción. Cuando Ursula von der Leyen visitó Israel en su cualidad de presidenta de la Comisión Europea y se explayó sobre el derecho de Israel a defenderse, el presidente irlandés Michael D. Higgins se desolidarizó, y Varadkar endureció su tono. Denunció “algo que se parece más bien a venganza”, y luego reprochó a la Unión Europea su “doble rasero”2.
Mientras el número de muertos palestinos crecía, Irlanda reconoció al Estado palestino el 22 de mayo de 2024, junto con Noruega y España, y luego se sumó el 6 de enero al proceso que Sudáfrica presentó contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por genocidio3. También se niega a cortar su financiamiento a la Oficina de Ayuda y de Obras de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), cuya actividad fue, sin embargo, prohibida por el Parlamento israelí el 28 de octubre de 2024. Dublín incluso aportó una contribución adicional de 20 millones de euros a dicha agencia en febrero, en el contexto de la entrada en vigor del acuerdo de cese el fuego celebrado entre Israel y Hamas4.
Irlanda tiene una larga experiencia con el colonialismo. La dominación británica marcó la historia de la república. Colonizada desde el siglo XII, y en olas sucesivas, comparte con Palestina una historia de ocupación –y de resistencia–. Desde hace siglos, la isla es objeto de estrategias imperiales bien conocidas por los palestinos: colonización de poblamiento, ocupación militar, partición del territorio, aplastamiento de las revueltas... Durante la “Gran Hambruna”, Londres dejó morir a la población de la isla de forma intencionada. La historiadora Benay Blend, por su parte, establece un paralelo entre las detenciones administrativas en masa llevadas a cabo por Israel sobre los palestinos y la situación de los prisioneros políticos irlandeses, en particular durante la famosa huelga de hambre de 1981, que vio morir al republicano Robert Bobby Sands, así como a otros nueve militantes del IRA (Ejército Republicano Irlandés; todas las siglas están en idioma original)5.
Lanzada en 2005 en solidaridad con Palestina, la campaña internacional BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) moviliza a amplios sectores de la sociedad irlandesa desde hace mucho tiempo. Ahora bien, el arma por excelencia de los débiles toma su nombre de Charles Cunningham Boycott, capitán del Ejército Real Británico convertido en administrador de un gran terrateniente instalado en el condado de Mayo, en el oeste de Irlanda. En 1880, en un contexto de malas cosechas, y mientras los campesinos sufrían una extrema pobreza, el administrador no dudó en expulsar a los malos pagadores. Guiados por el dirigente independentista Charles Stewart Parnell, los granjeros reaccionaron. Nadie trabajaría más para el capitán. Ningún vendedor debería venderle nada más. Boycott tuvo que irse de Irlanda, pero el término persistió6.
En 1887, a Arthur James Balfour le confiaron los asuntos irlandeses en el seno del gabinete británico. Si bien la historia recoge que él firmó, en 1917, la primera declaración oficial en apoyo de la creación de un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina, su estadía en la “Verde Erin” le valió el sobrenombre de Bloody Balfour [sangriento Balfour]. Allí se mostró despiadado, en contra de cualquier forma de autonomía de la isla, siempre proclive a la represión de las revueltas. Podríamos seguir con ese juego de correspondencias: así, en 1920, el gobernador militar británico de Jerusalén, sir Ronald Storrs, describió a Israel como “un pequeño Úlster judío”, en referencia al condado lealista, considerado por el Imperio como un bastión contra el nacionalismo irlandés7.
Solidaridad popular vs. intereses globales
Hoy por hoy, tres de cada cuatro irlandeses estiman que los palestinos están sufriendo un apartheid israelí; dos de cada tres querrían que la Unión Europea sancionase las masacres en Gaza, tal como sancionó la invasión de Ucrania por Rusia8. La sensibilidad popular obliga a los gobiernos, sobre todo en período electoral. No obstante, desde hace varias décadas, Dublín mantiene relaciones normalizadas con Tel Aviv. Miembro de las comunidades europeas desde 1973 y luego de la Unión Europea, la República incorporó totalmente la economía mundializada. En este aspecto, constituye el cuarto mercado de exportación de las empresas israelíes y figura en el séptimo puesto de los importadores en Israel9.
Desde la Guerra Fría, Irlanda intenta ajustar su neutralidad oficial a su relación especial con Washington. Así, en 2002-2003, Dublín se opuso a la intervención occidental en Irak sin resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y luego, a la vez, autorizó a la aviación estadounidense a sobrevolar su territorio y utilizar el aeropuerto de Shannon en el marco de esta misma intervención10. Durante el período más reciente, el país tampoco cerró su espacio aéreo a varias decenas de vuelos que transportaban material militar desde Estados Unidos hacia Israel, y gastó él mismo varios millones de euros en el marco de contratos con la empresa israelí productora de armas Elbit11.
Puede suceder que la mano de las élites políticas irlandesas tiemble. La adopción de un proyecto de ley de prohibición de los productos de las colonias ilegales israelíes presentado en 2018 fue bloqueada, por temor a la violación del derecho comercial de la Unión Europea. Los grupos de presión y la Cámara de Comercio estadounidenses contribuyeron a frenar la iniciativa. Ahora bien, según la revista Foreign Policy, “diez multinacionales, todas empresas tecnológicas y farmacéuticas establecidas en Estados Unidos, hoy pagan cerca del 60 por ciento del impuesto a las sociedades en Irlanda”, mientras que, directa e indirectamente, “las multinacionales estadounidenses emplean a más de 375.000 personas en Irlanda, es decir, aproximadamente el 15 por ciento de la población activa del país”12. Suficiente para frenar el fervor irlandés. Con la intensificación de las masacres y de las anexiones en Palestina, el proyecto volvió a la superficie, bajo la presión de la izquierda y de las movilizaciones populares, previo a estancarse de nuevo en un debate técnico, relanzado por ministros dispuestos a cualquier cosa con tal de ganar tiempo13.
Cuando Israel decidió, el 15 de diciembre de 2024, cerrar su embajada en Dublín, y al día siguiente el jefe de la diplomacia israelí reprochó al taoiseach de entonces, Simon Harris, su antisemitismo, el ministro de Relaciones Exteriores Micheál Martin —actual primer ministro— esquivó la confrontación y anunció en X, el mismo 15 de diciembre, que se mantendría la representación irlandesa en Tel Aviv14. A fines de 2023, Martin ya había ignorado los llamados de la izquierda a expulsar al embajador de Israel, había recibido al mismo embajador en la conferencia anual de su partido y había participado en un viaje oficial a Tel Aviv. Recientemente, en tanto jefe de gobierno, anunció la adopción de la definición de antisemitismo por la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), que tiende a equipararlo con la crítica a Israel15.
La resistencia desde el Bogside
Principal fuerza de oposición, el Sinn Féin también fue objeto de críticas a su izquierda cuando el movimiento participó en 2024 en la celebración de San Patricio en la Casa Blanca, a pesar de las masacres en curso. O por su proximidad con la Autoridad Palestina, cuando la representante en Irlanda participó en una manifestación republicana en Belfast, en febrero de 2024.
En Irlanda del Norte, todavía bajo administración británica, el antiimperialismo parece ser un asunto más tangible. Así, Derry —Londonderry para los partidarios de la Corona, segundo municipio de Irlanda del Norte en número de habitantes— es una ciudad partida en dos. Por un lado, en la orilla este del Foyle se encuentra Waterside, sector protestante con una fuerte mayoría unionista. Por el otro, en el oeste, el Bogside católico exhibe francamente sus colores republicanos. Aquí, desde el comienzo de la guerra en Gaza, se crearon nuevas organizaciones, como Derry4Palestine, dirigida por los ultras del club de fútbol local, el Derry FC, y por jóvenes activistas republicanos. En conjunto, desde hace más de un año, multiplican las acciones simbólicas y los conciertos en apoyo a los prisioneros políticos palestinos e irlandeses.
Cada 30 de enero, los católicos de Irlanda del Norte conmemoran el Bloody Sunday [domingo sangriento], cuando el ejército británico reprimió de forma sangrienta una de sus manifestaciones en 1972. Momento crucial de la vida militante local en Derry, la marcha anual también estuvo marcada por Palestina. “Resistance is not terrorism” [resistencia no es terrorismo], se leía en las pancartas. A su llegada, Eamonn McCann, sobreviviente del Bloody Sunday, y Farrah Kouteinneh, una autora palestina instalada en Derry, pronunciaron discursos sobre la necesidad de una solidaridad más radical. Los murales sobre Palestina adornan el Bogside. En la pared de una intersección, un afiche muestra a un fedayín (combatiente palestino) abrazando a un irlandés con pasamontañas. ¡Bienvenidos a Free Derry!
Gary Donnelly, representante en el consejo municipal de Derry, creció y trabaja en el barrio popular de Creggan. Dirige un centro comunitario. En la entrada, hay una alcancía para Gaza al lado de aquellas para los prisioneros políticos republicanos. Desde el 7 de octubre de 2023, la mayor parte de las acciones políticas en las cuales Donnelly participa apuntan al apoyo a Palestina, a la obtención de sanciones diplomáticas y a un cese el fuego. En abril de 2024, fue arrestado durante una acción de boicot en un supermercado local. El republicano insiste en el carácter masivo de las manifestaciones populares de solidaridad con los palestinos. En sus intervenciones en escuelas, los jóvenes con quienes se reúne se muestran unánimes: “Ante la pregunta ‘¿Piensa usted que Israel debería ser condenado más firmemente?’, el 100 por ciento de los estudiantes responden ‘sí’. Y ello incluye a católicos, protestantes, de todos los medios sociales...”.
Donnelly y sus compañeros no esperaron al 7 de octubre de 2023 para movilizarse. Particularmente, aquel forma parte de los “nueve de Raytheon”. Durante la invasión israelí del Líbano en el verano de 2006, este grupo de militantes se introdujo en la fábrica estadounidense Raytheon en Derry (hoy por hoy RTX) —tercer productor de armas en el mundo, 69.000 millones de dólares de ingresos en 2023—, donde dañaron computadoras y servidores16. A Donnelly le gusta recordar que fueron David Trimble y John Hume, los negociadores del acuerdo del Viernes Santo, quienes, justo después de recibir el premio Nobel de la Paz, hicieron que ese líder de la industria de la guerra fuera a Derry. Tras diez años de una campaña de acción dirigida por la coalición antiguerra local, la empresa terminó yéndose de la ciudad en 201017.
“Irlanda fue un terreno de experimentos para las técnicas imperialistas de contrainsurgencia utilizadas hoy en Palestina, particularmente en materia de inteligencia y de división del movimiento —subraya Donnelly—. Por ejemplo, podemos comparar la situación del Sinn Féin y la del Fatah, ya que ambos fueron instrumentalizados para sembrar divisiones en el bando nacional. Pero los resistentes, de manera simétrica, compartieron sus experiencias y sus modos de acción: huelgas de hambre, boicots, acciones directas...”. ¿Y del otro lado de la ciudad? En el barrio lealista, la bandera israelí flota al lado de la Union Jack.
Clara Menais, periodista. Traducción: Micaela Houston.
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Stephen Collins, “A short history of taoisigh visiting the White House on St Patrick’s day”, The Irish Times, Dublín, 11-3-2017. ↩
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Grinne N. Aodha, “Varadkar: Israel’s actions ‘more approaching revenge than self-defence’”, The Independent, Londres, 3-112023, y “Varadkar raises concerns about EU ‘double standards’ on Israel and Palestine”, Enfield Independent, Londres, 19-11-2023. ↩
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Anne-Cécile Robert, “Sudáfrica y una causa universal”, Le Monde diplomatique, edición Uruguay, febrero de 2024. Ver también CIJ, “L’Irlande dépose une déclaration d’intervention en l’affaire en vertu de l’article 63 du Statut”, comunicado de prensa, La Haya, 7-1-2025. ↩
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David Young, “Taoiseach brands Israeli ban on UNRWA as ‘disastrous and shameful’”, London Evening Standard, 28-10-2024. Ver también “Ireland pledges €20 million to support UNRWA humanitarian work in Gaza”, Irish Aid, 7-2-2025. ↩
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Ver Ibrahim Warde, “Quand le libre-échange affamait l’Irlande”, Le Monde diplomatique, junio de 1996. Ver también Benay Blend, “From Bobby Sands to Palestinian detainees: On the value and meaning of hunger strikes”, www.palestinechronicle.com, 6-10-2022. ↩
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Olivier Esteves, “Le spectre du boycott”, Le Monde diplomatique, agosto de 2008. Ver también “BDS: l’Irlande vote une loi interdisant les produits des colonies israéliennes”, www.chroniquepalestine.com, 1-2-2019. ↩
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Rory Miller, “Why the Irish support Palestine”, Foreign Policy, Washington, DC, 23-6-2010. ↩
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“New poll shows an overwhelming majority of Irish people believe Palestinians live under an Israeli apartheid system”, Amnistía Internacional, 18-1-2024. ↩
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Alan Caulfield, “Ireland’s exports of restricted ‘dual-use’ goods to Israel soar to €70m despite sanctions push”, Irish Independent, Dublín, 19-1-2024. ↩
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Garvan Walshe, “Ireland’s defense ambitions are behind the times”, Foreign Policy, 26-11-2024. Ver también Paul Brennan, “L’Irlande et la guerre d’Irak”, Outre-Terre, N° 5, París, 1-11-2003. ↩
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“Airline under Department of Transport probe resumes carriage of munitions through Irish territory”, www.ontheditch.com, 20-1-2025. Ver también Conor Gallagher, “Ireland spends €8.5m on Israeli surveillance drones and military equipment”, The Irish Times, 22-2-2024. ↩
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Eoin Drea, “Ireland is trapped in its American dream”, Foreign Policy, 27-4-2023. ↩
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Mared Gwyn Jones, “What is Ireland’s occupied territories bill and why could it be re-examined?”, www.euronews.com, 18-10-2024. Ver también Stephen McDermott, “Government told that occupied territories bill could affect immigration status of Irish in US”, www.thejournal.ie; carta del director de Asuntos Públicos de la Cámara de Comercio estadounidense en Irlanda, data.oireachtas.ie, 24-5-2019; Gráinne Ní Aodha, “Tánaiste: Ireland will ban goods, not services, from illegal Israeli settlements”, www.breakingnews.ie, 11-2-2025. ↩
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Lisa O’Carroll, “Ireland will not be silenced by Israel over criticism of Gaza war, taoiseach says”, The Guardian, Londres, 16-12-2024. ↩
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Andrew Naughtie, “Why Ireland’s leaders are willing to be tougher on Israel than most”, www.euronews.com, 10-11-2023. Ver también Sarah Burns, “Martin’s Israel visit was ‘propaganda tour’, Murphy says as Tánaiste criticises ‘disinformation’”, y Colm Keena, “Measures to counter anti-semitism included in programme for government”, The Irish Times, 22-11-2023 y 17-1-2025, respectivamente. ↩
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“Defence firm protesters arrested”, news.bbc.co.uk, 9-8-2006. Ver también “Top 100 for 2024”, people.defensenews.com. Sobre Derry, ver Hadrien Holstein, “Una incursión junto a los nacionalistas irlandeses”, Le Monde diplomatique, julio de 2021. ↩
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George Jackson, “Raytheon to close its plant in Derry”, The Irish Times, 14-1-2010. ↩