El actual presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, y la postulante de centroizquierda Luisa González, del partido Revolución Ciudadana, del exmandatario Rafael Correa (2007-2017), se enfrentan el domingo 13 de abril en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Le Monde diplomatique entrevistó a González sobre el desafío de postularse para gobernar el país más violento de América Latina.

En su perfil de X, Luisa González tiene fijado el posteo de su visita a la chacra del expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015) que documentó mediante un video con estética de spot de campaña1. Abogada de 47 años, la candidata se define en esa misma red social con tres palabras que parecen pensadas para conectar con una parte del electorado que suele temerle al correísmo: madre, animalista, deportista. Y enseguida se presenta con una frase que busca simpatías en clivajes aún menos contestatarios: “Dios es mi fundamento”. Recién en quinto lugar aparece su definición política: “Exasambleísta, candidata a la presidencia [de] Ecuador por la RC5”. Incluso la frase que destaca en su publicación fijada en X pasa más por el estilo de vida que por un espejo de gestión: “Pepe Mujica es el más claro ejemplo de que, si no vives para servir, no sirves para vivir”.

Poner cierta distancia con la ideología parece ser parte de su estrategia de campaña, pero tampoco puede diluir demasiado su propuesta. De ese equilibrio dependen los apoyos que le podrían dar o negar el triunfo en segunda vuelta. La joya de la corona es el respaldo de Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador. Su partido, Pachakutik, obtuvo el 5,2 por ciento de los votos en la primera vuelta. Medio millón de sufragios definitivos para un balotaje entre dos candidatos que, en febrero, apenas se superaron por 20.000, quedando en empate técnico.

El mismo equipo que filmó la visita a la chacra de Rincón del Cerro ha instalado cámaras y luces para la entrevista con Le Monde diplomatique en un hotel de la zona del Buceo. La candidata llega en traje de sastre color blanco y, aunque la agenda ha sido intensa, no luce cansada. El apoyo insinuado por Iza parece haber sido un envión de confianza. Es verdad que todavía deberá confirmarse en dos semanas y que las palabras no fueron un torrente de elogios, pero tal vez alcance. “Hay que elegir entre González, que no es de izquierda, y la derecha rayana en el fascismo de Noboa”, venía de decir el dirigente de Pachakutik2. Incluso luego agregaría: “Que [Noboa] se imponga en el balotaje implicaría consolidar una república bananera neocolonial, que se caracteriza por la exclusión social, el estancamiento económico, la privatización voraz, el irrespeto a las leyes, la criminalización de defensores territoriales y asesinatos impunes de líderes populares; todo, en sintonía con la radicalización de la derecha en Occidente”3. Y enfrente, “la socialdemocracia del siglo XXI”. Más que un guiño es una estocada: Iza parece referir a los jirones del alguna vez llamado “socialismo del siglo XXI” que propugnó el mandatario venezolano Hugo Chávez y con el que comulgó Correa. Una socialdemocracia, al decir del líder indígena, “que se inclina por un modelo desarrollista-keynesiano que agrede la naturaleza a costa de fortalecer el capitalismo”4.

A lo largo de su vida política Mujica ha sabido tejer alianzas difíciles, y esa experiencia estuvo en la charla con González. Así aparece en uno de los fragmentos del encuentro registrados en el spot, donde se ve al expresidente uruguayo hablar de los beneficios de “la unidad con diversidad” y de la importancia de saber “aceptar las diferencias”.

Ante la pregunta, en el hotel del Buceo, sobre los nuevos apoyos indígenas que Iza acababa de esbozar a regañadientes, González parece responder con el tono que eligió destacar de su charla en Rincón del Cerro.

―Yo particularmente ―dice González― he venido llamando a la unidad desde hace dos años, no desde ahora. Es una unidad que no se busca para ganar una elección, sino para levantar un país. Para cuatro años que le brinden a Ecuador estabilidad, justicia social, seguridad, empleo. Frente a eso venimos con diálogos desde hace mucho tiempo y en el mes de agosto de 2024 asistimos a un encuentro de los partidos de izquierda y centroizquierda y se trazó una hoja de ruta en la que estaba nuestro planteamiento de que en la segunda vuelta nos íbamos a unir. Estamos trabajando por esa unidad, ya hay muchas agrupaciones de izquierda, indígenas, que se han unido.

¿Piensa que con su gobierno puede haber una vinculación mejor con estas comunidad indígenas que la que hubo con anteriores gobiernos de Revolución Ciudadana?

Estoy segura de que así será, porque yo llamo a una unidad para gobernar cuatro años, a la que los mejores hombres y mujeres de las mejores organizaciones políticas, sociedad civil organizada, industria puedan sumarse. Aquí también la industria se ha acercado a nosotros, líderes de derecha inclusive, generadores de opinión que antes eran muy distantes a nosotros se me han acercado y me dicen: “Luisa, el país no da más, esto requiere una tregua y te vamos a apoyar”.

El contrincante

“Nacido en Miami, criado en Guayaquil y educado en prestigiosas universidades estadounidenses, Daniel Noboa es heredero de un imperio del banano y miembro de una de las familias más ricas del país y de América Latina”. Así se lo definía en un artículo anterior de Le Monde diplomatique, edición Uruguay5. Y más recientemente se daba cuenta de la pulseada de Noboa con su vicepresidenta, Verónica Abad, a quien se negó a dejarle la primera magistratura al momento de renunciar para hacer campaña como candidato, generando una situación de polémica legalidad cuestionada por sus opositores6.

―Nosotros ―continuó Luisa González en la entrevista― enfrentamos a un presidente en funciones que no toma licencia, que rompe el estado de derecho, la Constitución, las leyes: en una semana tuvimos tres vicepresidentas7. Y que usa los bienes del Estado para hacer campaña, regalar y entregar recursos en campaña. Pero luego, lo que permanece es la situación en la que viven los diferentes pueblos y nacionalidades del Ecuador, que es un país pluricultural y pluriétnico, somos muchas etnias, yo misma pertenezco a una, a los montuvios.

¿El actual presidente de Ecuador se inscribe, de alguna manera, en la línea de derecha que en Argentina representa Javier Milei y en Estados Unidos Donald Trump, o es un fenómeno diferente?

Yo creo que, en primer lugar, él es una persona [sobre la] que no se logra saber si tiene siquiera una ideología. Porque cuando se candidatea en 2023 dice ser de izquierda, progresista. Una vez que gana las elecciones, es un tipo que persigue a la industria, empresarios, [que aplica el] “o estás conmigo o estás contra mí”. Más allá de todo, es una persona a la que le interesa el bienestar propio y de su familia.

Aislamiento internacional

En la hipótesis de un gobierno de Revolución Ciudadana, ¿cómo visualiza el vínculo entre Ecuador y Estados Unidos?

Nosotros tenemos relaciones comerciales, de cooperación en materia de seguridad, eso tiene que mantenerse y continuar. Somos el país que tiene la ciudad más violenta del mundo, lamentablemente. Es muy doloroso decir esto. Este mes de enero que acaba de pasar fue el más violento de la historia de nuestra patria. En un mes y medio hemos tenido más muertes violentas que en 12 meses de 2017. Por cada hora, una persona es asesinada. La principal causa de muerte de niños y jóvenes, de niños sobre todo, es el homicidio, y la segunda el suicidio. Por eso la cooperación internacional es fundamental. Integrar al Ecuador al mundo. Que Estados Unidos nos siga apoyando en temas de inteligencia, en fuerzas especiales y capacitación, claro que lo vamos a continuar. Y de hecho la razón por la cual yo estoy aquí en Uruguay es que, primero, fui invitada a la toma de mando del presidente Yamandú Orsi, pero también porque Ecuador está aislado de la comunidad internacional. Vive un aislamiento de la misma América Latina. En noviembre de 2024 tuvimos la Cumbre Iberoamericana, a la que asisten los países latinoamericanos más Portugal, España y Andorra, y hubo cero presencia de presidentes latinoamericanos; es la primera vez que se cierra la cumbre sin una declaración.

¿Usted estima que el incidente de la irrupción en la embajada de México en Quito [el 5 de abril de 2024, para detener al exvicepresidente Jorge Glas, allí refugiado] pudo ser una de las razones de estas ausencias?

Por supuesto. Ecuador nunca antes había hecho eso, y en el derecho internacional invadir una sede diplomática es sumamente penado. Ni siquiera Reino Unido o Estados Unidos lo hicieron cuando estaba el periodista Julian Assange en la embajada del Ecuador [en Londres]. No lo hizo la dictadura de [Augusto] Pinochet [en Chile]. Y lo hace en Ecuador un señor que no tiene cálculo de lo que es gobernar un país, que cree que está en su hacienda bananera. El presidente se pelea con México, se pelea con Rusia, habla mal del presidente argentino Milei, habla mal del presidente de El Salvador [Nayib] Bukele, habla mal de todos, [y el resultado es] Ecuador en aislamiento. ¿Inversión extranjera directa? El tercer trimestre de 2024 tiene una de las peores cifras de inversión extranjera de los últimos años: 73 millones de dólares aproximadamente, menos de lo que le debe el presidente al Servicio de Rentas Internas, el SRI. ¿Qué es lo que estamos tratando de construir de cara a ganar las elecciones? La unidad, Ecuador integrado al mundo, que si hay un rechazo por un presidente que ha violado desde la normativa interna del país hasta el derecho público internacional, que sepan que habrá una presidenta que va a respetar la ley, a dar seguridad jurídica para que la inversión extranjera venga y que Ecuador vuelva a estar integrado con América Latina. Por esto me he reunido con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, invitada a su cambio de mando. Ahora mismo, invitada al cambio de mando del presidente Orsi, me he reunido con el presidente de Brasil, Lula da Silva, con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, para ir tejiendo lazos y que el Ecuador se integre de nuevo a la comunidad internacional y poder recibir esa cooperación y ese apoyo en materia de seguridad, industria, comercio, que genere empleo y ayude a desarrollar toda nuestra capacidad energética. Ecuador es un gigante energético, pero requiere inversión: construir la refinería del Pacífico que sea el proyecto petroquímico más grande de América del Sur, las hidroeléctricas, los proyectos fotovoltaicos eólicos; todo eso requiere inversión extranjera y a mi país esto le va a generar ingreso de recursos. Solamente haciendo la refinería son 20.000 puestos de trabajo, y actualmente hemos perdido cerca de 250.000 puestos de trabajo, tras los apagones [se perdieron] 7.500 millones de dólares en dos meses. Esto tenemos que revertirlo y por eso también mi presencia junto a los presidentes a nivel internacional.

Luisa González: “Yo no hablo de declaratoria de guerra, hablo de construcción de paz”.

Luisa González: “Yo no hablo de declaratoria de guerra, hablo de construcción de paz”.

Foto: Gianni Schiaffarino

Hablando de esa inserción internacional, los anteriores gobiernos de Revolución Ciudadana formaban parte de las dos olas progresistas anteriores, hoy Lula da Silva es uno de los presidentes que todavía pertenecen a la primera de esas series, la Unasur [Unión de Naciones Suramericanas] tuvo su sede en Ecuador. ¿Cómo se va a situar un eventual gobierno suyo ante esa herencia desde este presente?

Cuando hablamos de la integración de América Latina creo que tenemos grandes coincidencias por las cuales unirnos y, sin embargo, en muchas ocasiones nuestra misma gente es detractora de una unidad. Pero cuando hablamos de la Unión Europea, 27 países con guerras entre ellos, con diferente historia, diferente idioma, [vemos que] logró unirse. En América Latina la mayoría hablamos todos el mismo idioma, con diferente acento pero el mismo idioma. Hemos sufrido las mismas dificultades y barreras, unos las han superado más que otros, unos se han desarrollado más que otros, pero para ese mismo desarrollo se requiere una unidad. Y por qué no hablar de una unidad de América Latina donde tenemos más coincidencias que las que tiene la Unión Europea. Dentro de eso está la Unasur, dentro de eso está la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños], que en su momento Ecuador presidió con Rafael Correa. Hay que fortalecer esa unidad, y eso también fue parte de mi agenda con el presidente Lula y con los demás presidentes. Ir a una unidad que nos permita desarrollar nuestra capacidad de turismo, de industria, de empleo, de bienestar para los latinoamericanos.

Debate y después

Las cifras y los conceptos se suceden con fluidez en el discurso de González. Se pregunta a sí misma y se responde antes de que cambie la temática. En ese momento faltaban 20 días para el debate tal vez decisivo entre los dos candidatos. En esa perspectiva, todo entrenamiento es insuficiente y cualquier interlocutor es visto como un sparring.

Como suele suceder, las opiniones sobre quién “ganó” ese cara a cara entre Noboa y González son distintas de acuerdo con el cristal de la simpatía política con el que se lo mira. Muchos analistas se mantuvieron en la “zona de confort” al decir que “perdieron los ecuatorianos”, ya que los agravios personales prevalecieron sobre las propuestas. “Batalla feroz” llegó a ser el calificativo utilizado por la prensa internacional8.

Quizá como reacción al reclamo de “más propuestas”, Noboa sacudió la escena política ecuatoriana el 21 de marzo al anunciar una alianza con el fundador de la polémica empresa de seguridad privada estadounidense Blackwater para luchar contra el crimen organizado. La figura de Erick Prince está asociada con una firma que recibió duras acusaciones de violaciones a los derechos humanos en Irak mientras trabajaba para el gobierno de Estados Unidos (ver recuadro). Tanto la oposición como exjerarcas de las fuerzas de seguridad ecuatorianas y organismos no gubernamentales reaccionaron contra este plan del que aún no se conocen los detalles. Desde un asesoramiento hasta la posibilidad inconstitucional de utilizar mercenarios en la lucha contra el narcotráfico, la opacidad de esa intención alimentó las más variadas sospechas en el tramo final de marzo9.

Las razones de un desempeño

Una de las principales preocupaciones del electorado hacia la segunda vuelta es el tema de la seguridad. ¿Usted considera que ahí está una parte de la explicación de por qué el actual presidente tuvo un desempeño tan bueno en la primera vuelta electoral?

Tuvo un desempeño bueno en la primera vuelta10, [pero] en campaña mintió profundamente al pueblo ecuatoriano. A los adultos mayores, que es un segmento en el que él gana, les ofrece subirles la pensión jubilar y que el mínimo que ganen sea el salario mínimo vital, que son 460 dólares; no les cumplió, al contrario, los adultos mayores recibían la devolución del IVA, se los complicó más; dijo que les iba a garantizar la salud porque iba a aumentar el presupuesto, pero se redujo, se despidió a médicos, no hay medicina en los hospitales. A los jóvenes, entre los que tuvo también gran impacto, les dijo que todos los jóvenes graduados del colegio iban a lograr acceder a la universidad directamente; no les cumplió, al contrario, redujo el presupuesto para educación superior y tenemos que los jóvenes están por completo expulsados del sistema porque no logran acceder a la universidad ni a carreras técnicas, más bien, como digo, no hay becas ni crédito educativo. Dijo que no iba a subir impuestos, subió tres puntos el IVA, que supuestamente lo iba a usar para seguridad; ha recaudado cerca de 1.300 millones de dólares de los cuales aproximadamente ha usado 140 millones [en eso], es decir, no usó nada en fortalecer la seguridad, y los policías y las Fuerzas Armadas no tienen equipamiento, no tienen donde dormir, no tienen donde comer: le pide a la empresa privada, a los gobiernos locales, que los acojan, se les ponen colchones en el suelo y se les da de comer, prácticamente nuestra fuerza pública vive de caridad y no se les ha dado equipamiento. Eso también hace que no puedan controlar a los delincuentes que sí están en buenas condiciones y con buen armamento, mientras que nuestra fuerza pública no lo tiene. Dijo que iba a bajar los combustibles y la tarifa eléctrica, [pero] subió el precio de los combustibles y nos dejó sin energía eléctrica hasta 14 horas [diarias] por inoperancia y subió también la tarifa eléctrica11. Él gana una elección en base a mentiras y nada de lo que ofreció, que lo iba a hacer en un año y medio, hizo todo lo contrario.

Pero las elecciones acaban de ocurrir el 9 de febrero y la ciudadanía en más de un 44 por ciento ratificó la confianza en Noboa. ¿A qué lo atribuye?

Tiene una máquina electoral muy grande. Una pauta con fondos del Estado muy grande, y se dedicó en el último tiempo a hacer campaña con bienes del Estado, a regalar artículos, objetos y demás.

Seguridad, eterno problema

¿Cuál es la propuesta de Luisa González para el problema de la seguridad en Ecuador?

Presenté en varias áreas mis planes de trabajo y están en mis redes sociales. En materia de seguridad presenté el plan Protege, que tiene acciones concretas a corto, mediano y largo plazo. Primero hay que depurar la fuerza pública. Se requiere urgente porque los delincuentes y el narcotráfico han infiltrado al Estado y a nuestra fuerza pública, tanto a la Policía como a las Fuerzas Armadas. Lo siguiente es que nos falta personal. Estamos por debajo de la media latinoamericana de policías por cada 1.000 habitantes. Vamos a graduar a 20.000 policías en los cuatro años. Lo siguiente es el equipamiento: 1.000 vehículos y 1.000 motos por año iremos adquiriendo y renovando el parque automotor. Recuperar las infraestructuras donde se alojan los policías, que se denominan UPC [Unidades de Policía Comunitaria] y UVC [Unidades de Vigilancia Comunitaria], junto con una estructura de equipamiento como armamento, chalecos antibalas, cascos. Ahora mismo hay un escándalo de corrupción porque el actual presidente compró chalecos antibalas que no detienen una bala, que no funcionan realmente para el objetivo, y viene aquí la queja de la fuerza pública.

Integrar a la comunidad

Esto es parte de la propuesta de González. Por más que en voz más alta se hable, sin complejos, de mano dura, algo poco habitual en propuestas de centroizquierda, González apuesta, en un decir menos estridente, por caminos de fondo que no siempre reditúan en votos. Es que el problema no viene de ayer y no se resolverá mañana.

―Para eso hay gestores de paz en los barrios y [hay que] volver a unir a los gestores de paz con la policía comunitaria, porque quien mejor sabe quiénes son los delincuentes y dónde viven y si alguien nuevo llegó al barrio es el que vive ahí mismo. Junto con el presidente Petro hemos estado dialogando también sobre el control de nuestras fronteras y sobre desarrollar nuestras zonas de frontera para garantizar también el alimento a las poblaciones fronterizas y que no caigan en la delincuencia. Usar toda la fuerza del Estado tomando el control de las cárceles, que están en manos de las mafias. Esto en coordinación con sistemas de inteligencia, con alta tecnología. También integrando al sistema de justicia, porque pasa que el policía detiene al delincuente, el fiscal no formula cargos o los formula y el juez lo deja libre, por eso se requiere un trabajo coordinado con la función judicial, que retomaremos a través de los gabinetes intersectoriales de seguridad. Allí se requiere que a los fiscales y jueces que están fallando al margen de la ley se les haga un seguimiento, se les pongan las denuncias ante sus organismos competentes, que son la Fiscalía y el Consejo Nacional de la Judicatura, para que tomen acciones. A los buenos elementos, fiscales y jueces que llevan casos muy complejos, darles protección del Estado para ellos y sus familias, para que puedan sacar adelante esos procesos y que los delincuentes vayan presos y que no siga habiendo impunidad. Estas son de las primeras acciones que vamos a tomar. También está el Ecu911, que es ese sistema de videovigilancia que nosotros tuvimos en su momento y que ahora está totalmente destrozado; lo vamos a volver a equipar para poder hacer el control en las calles, el registro, poder detener, hacer las rutas de los delincuentes.

Seguir el dinero

―Controlar a través de la Unidad de Análisis Financiero y Lavado de Activos ―continúa González― la ruta de los dineros mal habidos del narcotráfico, la corrupción y demás. Porque esto es un negocio. Si tú cortas las cadenas de lavado de activos también les vas a cortar su negocio y vas controlando desde allí. Yo no hablo de declaratoria de guerra, hablo de construcción de paz. Esto tú lo haces con la fuerza del Estado, pero tienes que tomar en cuenta que tienes una gran cantidad de violencia que se origina del hambre, del desempleo, del abandono del Estado. Entonces, a la par que tú controlas con la fuerza del Estado, por la otra parte tienes que tener una mano que cobije a tu gente al generar empleo, y eso viene a través del dinamismo económico, que son, básicamente, políticas keynesianas que se usaron en la Europa de la posguerra, que usó Estados Unidos en la Gran Depresión, con una inversión que fue fuerte desde el Estado. Nuestra banca debe funcionar como banca de desarrollo bajando las tasas de interés, incentivando el crédito, fortaleciendo la educación devolviéndole el [nivel del] presupuesto para que nuestros jóvenes y niños vuelvan a las aulas de clase, encuentren una actividad productiva con deporte, arte, cultura, y [así] vamos salvando a nuestros niños y jóvenes: el 60 por ciento de las bandas delictivas están integradas por niños y jóvenes, y hay que rescatarlos. En salud, equipar nuevamente los hospitales y contratar más médicos. A médicos, personal sanitario y maestras darles nombramientos definitivos; están muchos años cumpliendo una actividad que es permanente y ellos mismos están siendo vulnerados en sus derechos porque no tienen un contrato definitivo que deben tenerlo. Al tener estabilidad ellos empiezan a consumir más también, se endeudarán en un crédito hipotecario, comprarán una casa, porque saben que tienen trabajo a largo plazo.

―¿Qué hace eso? ―se pregunta a sí misma en medio de una retahíla en la que parece haberla situado su entusiasmo.

―Reactivarme la economía ―se responde―. Yo lo hago con inversión desde el Estado, [con] crédito productivo a través de nuestra banca pública, que tiene que funcionar como banca de desarrollo y empieza a caminar la economía, genero empleo. [Que haya] medicina en los hospitales, que la gente no se nos muera y empezamos a parar el país. Todo esto en conjunto, en equipo, con los movimientos que logremos en esa gran alianza.

Y así la candidata llega al mismo punto del principio de la entrevista. Al punto exacto en el que la había situado la realidad política ese 1º de marzo. El punto del video de la chacra y su reclamo unitario. De forma cronometrada. En el tiempo exacto que se había pactado para la entrevista.

Rafael Trejo, periodista

Blackwater

El 19 de agosto de 2009, The New York Times revelaba que la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de Estados Unidos, había contratado a empleados de Blackwater, en 2004, en el marco de un programa secreto cuyo objetivo era perseguir y asesinar a ciertos dirigentes de Al Qaeda. Esa empresa privada de seguridad colaboró así en misiones de organización, entrenamiento y vigilancia, facturadas a la CIA por varios millones de dólares, que, sin embargo, no permitieron capturar ni asesinar a ningún activista, según consigna el periódico, que menciona como fuente a autoridades estadounidenses en ejercicio o retiradas.

Después de las polémicas suscitadas por su papel en Irak, Blackwater cambió de nombre, convirtiéndose en Xe Services. Cinco de sus empleados, que el 16 de setiembre de 2007 escoltaban un convoy del Departamento de Estado estadounidense, fueron acusados de haber disparado sobre la multitud, en la plaza Nousour de Bagdad, y matado a 14 civiles (según las cifras de la investigación de Washington) o a 17 (según las de los iraquíes). Pese a esta y muchas otras máculas, a partir de ese momento los así llamados contractors pusieron proa hacia Afganistán, donde prosiguen las mismas prácticas: el 5 de mayo de 2009, cuatro hombres de Blackwater (que fingen pertenecer a una empresa llamada Paravant) disparaban a un automóvil, causando un muerto y cuatro heridos.

Fragmento del artículo “Los mercenarios ganan su guerra”, de Marie-Dominique Charlier, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, febrero de 2010.


  1. Publicación del 27 de febrero consultada el 27 de marzo. 

  2. El País, Madrid. 17-2-2025. 

  3. “Leonidas Iza: ‘No negociamos principios’”. El Salto, 21-3-2025. 

  4. Ibíd. 

  5. Thalíe Ponce, “De la herencia bananera a la Presidencia”, Le Monde diplomatique, edición Uruguay, noviembre de 2023. 

  6. Rafael Trejo, “Maleducados”, Le Monde diplomatique, edición Uruguay, enero de 2025. 

  7. Sariha Moya, del 2 al 4 de enero; Cynthia Gellibert asume el 4 de enero; Verónica Abad se supone que el 5 de enero había logrado recuperar su cargo que le corresponde constitucionalmente, pero no ejercerlo. 

  8. Carolina Mella, “Noboa y González se enzarzan en un debate lleno de ataques personales y acusaciones cruzadas”, El País, Madrid, 24-3-2025. 

  9. Abel Gilbert, “Acorralado por las encuestas, Noboa convoca a la empresa de seguridad Blackwater para luchar contra el narcotráfico”, El Periódico, 21-3-2025. 

  10. Noboa 44,17 por ciento, González 44 por ciento. 

  11. “Ecuador amplía los cortes de electricidad a 14 horas diarias”, Deutsche Welle, 25-10-2024.