La historia de la ciencia ficción uruguaya. De Ramiro Sanchiz. Mig 21 Editora; Montevideo, 2025. 294 páginas, 690 pesos.
Cada aparición de Federico Stahl, el escurridizo personaje que se traslada en los libros firmados por Ramiro Sanchiz, amplía el mapa literario, lo problematiza y abre nuevas interpretaciones en torno a los pliegues de una identidad que se ha vuelto esquiva. Federico suele exceder, por esta singularidad, la noción de personaje, y también la percepción de habitar escenarios más o menos cotidianos. Por eso parece correcto sugerir la idea de traslado, al moverse Federico en el conjunto de la obra de Sanchiz por diferentes espacios temporales, contiguos o no, entre Montevideo, Punta de Piedra y otros lugares en los que exhibe sus diferentes versiones.
En La historia de la ciencia ficción uruguaya se provoca una alteración significativa y en principio curiosa: Federico Stahl, en forma similar al comportamiento de una función matemática, tiende a identificarse en la primera parte de esta novela con Sanchiz, casi coincide, pero eso no sucede, porque el marco especulativo destruye toda posible yuxtaposición entre autor y personaje y nuevamente Sanchiz –como todo autor escapista– alimenta la intriga y al propio Proyecto Stahl en sus distintas líneas.
¿Qué es lo que cuenta Stahl en esta novela de nombre tan sugerente? Por lo menos hay tres capas de sentido que se superponen: 1) se narran momentos brumosos de la verdadera historia de la ciencia ficción uruguaya, en un entretenido tono de crónica al referirse a una escena marginal en la que se movieron distintos autores (algunos reconocibles, otros no tanto), revistas más o menos efímeras (Vagón, Diaspar y Smog, aunque todas ellas aparecen con otros nombres) y un par de antologías de cuentos del género; 2) entre la sumatoria de hechos y anecdotarios recopilados por Stahl, se cuela alguna que otra ucronía disruptiva: la dictadura militar deriva en los 1980 en una cruenta guerra civil con epicentro en Tacuarembó; la figura mítica de la escena literaria alternativa –Emilio Scarone– tiene una oscura participación en esta guerra política, luego en baladíes peleas literarias, para finalmente desaparecer sin dejar rastro; y 3) se desarrolla la cosmogonía de grandes libros del Proyecto Stahl, vinculados al relato de Stahl de “la historia”, pero que en definitiva esclarecen el andamiaje de dos de las mejores novelas del propio Sanchiz (Verde, 2016, y El orden del mundo, 2017).
Todo esto hace de La historia de la ciencia ficción uruguaya un libro curioso y apasionante, que describe con habilidad una escena literaria casi desconocida (buen espejo de otras tantas escenas culturales alternativas) y muestra los posibles orígenes del personaje Federico Stahl (reflejo inexacto del propio autor Sanchiz). Todo esto en un libro con altas dosis de teorías y aproximaciones especulativas y con un epílogo, “La senda de los replicantes”, en el que Stahl relega su papel de narrador y se pasa a un formato coral más abierto que le permite a Sanchiz probar otros desvíos ficcionales que en definitiva complementan “la historia”.