Si el estilo de un escritor se labra libro tras libro, por adición o decantación, conformando con el paso del tiempo y la consolidación de la obra algo que es dable definir como una voz propia, sea esto lo que sea y pudiéndose aplicar a un corpus tan frondoso como limitado, puede afirmarse también que una marca posible de esa particularidad la constituye la recurrencia al tratamiento de determinados temas, motivos, ambientaciones e incluso ideas, que por rasqueteadas o frecuentadas terminan asimilándose al autor en cuestión. Toda esta perorata viene a cuento del abordaje orgánico que propone el libro Mitologías americanas, del escritor y periodista haitiano Dany Laferrière (1953), un volumen que tiene algo de criatura de Frankenstein (se trata de una suma de textos publicados con diferencias de hasta 30 años entre sí) pero en cuyo cosido interno se aprecia cabalmente la conformación de un estilo.
Las cinco piezas que componen Mitologías americanas –las novelas Cómo hacer el amor con un negro sin cansarse (1985) y Esa granada en manos del joven negro ¿es un arma o una fruta? (1993) y los relatos “Truman Capote en el Park Hotel” (2015), “Fiesta en casa de Hoki” (1987) y “El zoológico Kama-sutra” (1987)– funcionan como una condensación del estilo de Laferrière (nacido en Puerto Príncipe, ciudad en la que su padre era alcalde, y radicado desde muy joven en la ciudad de Montreal, donde reside y escribe su profusa obra en francés), al tiempo que lo posicionan como un desmitificador de diversas mitologías americanas, una posición por demás particular, ya que la ejerce desde su condición de negro, haitiano, inmigrante y francoparlante.
Las “mitologías americanas” que atraviesan la obra de Laferrière, dándole nombre a este libro publicado originalmente en 2016, provienen del mejunje de tonos y de voces que conforman la cultura popular, sin limitarse a las fronteras de Estados Unidos, aunque es este país el que encandila, y en ocasiones enceguece, la mirada del narrador de las historias, que siempre es el mismo, a saber, un trasunto del propio Laferrière. La posición del escritor en la sociedad, los géneros musicales propios de los negros, el cine de Spike Lee, la impronta de Madonna como ícono pop, la “herencia” de los pieles rojas, la geografía de calles de Nueva York y la lúbrica figura de la actriz Rita Hayworth en su icónico papel de Gilda (la definición más literal de “bomba sexual”, ya que una foto suya decoró una de las primeras bombas nucleares lanzadas durante las pruebas en el atolón Bikini de las islas Marshall) son algunas de las mitologías americanas que Laferrière desacomoda a puro golpe de las teclas de su Remington 22.
La pieza central (y la más extensa) de Mitologías americanas es la novela Esa granada en manos del joven negro ¿es un arma o una fruta?, una suerte de diario de escritura de un largo reportaje que a Laferrière le encargó una revista de la costa este y que lo llevó a viajar por todo Estados Unidos en diversos medios de transporte y durante un largo período de tiempo. La solicitud surgió a partir del éxito de la novela Cómo hacer el amor con un negro sin cansarse, el primero y más famoso libro del escritor haitiano, que sigue las aventuras amorosas y existenciales de dos amigos negros que viven en una pocilga del barrio Carré Saint-Louis, en Montreal. La cuestión de ser negro en América –otra de las mitologías detonadas por Laferrière– atraviesa todo el libro, evidenciada ya en el epígrafe de Esa granada…, un grafiti visto en el metro de Nueva York que dice “No reniego de mis orígenes, pero no me llevo bien con los otros negros. Creo que ser negro no es todo en la vida”, y especialmente graficada en la trama del relato “Fiesta en la casa de Hoki”, donde el mito del negro como amante fogoso y bien dotado es puesto en cuestión a partir del vínculo sexual del narrador con una artista japonesa. Para tensar aún más el crisol de etnias, razas y religiones que se ensamblan en la argamasa de las mitologías americanas que Laferrière exhibe y desmocha a granel, en un pasaje del relato, durante un vernissage al que asiste el narrador, se refiere el encuentro entre una mujer y Leonard Cohen, otro desmitificador del American way of life, especialmente a partir de su condición de canadiense y de judío. Esa granada… incluye, además, y a modo de ejemplificar el nivel de complejidad de la cuestión de ser negro en América, una tensa conversación con Spike Lee, además del apartado “Diez héroes negros americanos contemporáneos”, conformado por la ecléctica suma de los nombres de Billie Holiday, Miles Davis, Jean-Michel Basquiat, Ice Cube, Magic Johnson, Toni Morrison, Derek Walcott, Naomi Campbell, Rodney King y un extenso y emotivo retrato de uno de los héroes máximos de Laferrière, a saber, el escritor James Baldwin, el mismo que le dice: “Nací en el siglo equivocado, con el color equivocado, con el sexo equivocado, en el lugar equivocado… Pero no lamento nada”.
Escritor irreverente y seguramente brutal para muchas de las endebles sensibilidades del presente, Dany Laferrière ha desterrado de las piezas reunidas en Mitologías americanas cualquier afán sociológico sobre la raza y cualquier alarde reivindicatorio sobre el papel del negro en la sociedad que habita. Lo suyo no es el panfleto, el lamento, la monserga ni la exposición de la rabia como motor de la acción, sino la inventiva aderezada con una prodigiosa capacidad de observación, además de un rasgo heredado de otro de sus héroes literarios, Truman Capote: el sentido del chisme. El resultado nunca agota ni defrauda.
Mitologías americanas, de Dany Laferrière. Buenos Aires, El Cuenco de Plata, 2021, 480 páginas. Traducción de Javier Ignacio Gorrais.