“La maravilla, si no es breve, deja de ser maravilla”. Con esa cita de Héctor Galmés abre Delitos menores: el encanto de lo breve en la literatura uruguaya, una selección de textos que no sobrepasan las dos páginas –y en algunos casos llegan a apenas dos renglones– de más de un centenar de autores. Los compiladores son los escritores Marcos Robledo y Pablo Silva Olazábal, que organizan, desde hace cuatro años, el ciclo de encuentros mensuales Bocaditos y canapés, dedicado a la microficción.
“La idea de la antología cobró fuerza hace dos años cuando el proyecto fue seleccionado por la Fundación Itaú. Durante ese lapso estuvimos buscando y seleccionando microficciones y narraciones breves de la literatura uruguaya”, dice Silva, que actualmente conduce el programa radial La máquina de pensar y que cuenta en su extensa obra con al menos dos libros de narrativa brevísima: La vida amorosa de Thelonius Monk y otras historias mínimas y A través de un breve laberinto (Astromulo, 2022). Además, fue uno de los organizadores del concurso T cuento Q, que estimulaba la escritura de relatos por medio de SMS, que topeaba los caracteres en 140 (igual que Twitter en sus inicios).
En el libro aparecen relatos cortos y cortísimos, pero lo que más llama la atención es que Silva y Robledo extraen pequeños pasajes de otras obras (en el prólogo citan la antología Cuentos breves y extraordinarios, en la que Borges y Bioy hicieron algo parecido). “Con Bocaditos y canapés comprobamos que la minificción pura y dura no abunda demasiado en Uruguay, por lo que ampliamos el criterio incluyendo cuentos cortos y hasta fragmentos de novelas. Lo hicimos en contadas ocasiones, como medio de integrar textos interesantes de, por ejemplo, Clara Silva, Carlos Martínez Moreno o Galmés”, explica Silva.
“El más antiguo es Horacio Quiroga y lo más reciente fue publicado en 2024. Fue un trabajo que llevó como dos años. Quisimos hacer algo que creíamos que faltaba y que podría ser un buen paso para contribuir con la difusión de la microficción y la literatura breve uruguaya”, agrega Robledo.
Armonía Somers, Felisberto, Onetti, Levrero, Peri Rossi, Marosa, Benedetti, Morosoli, Juceca y Juana de Ibarbourou son algunos de los autores que comparten el volumen con colegas en actividad, e incluso con narradores que sólo han publicado microficciones en revistas o antologías.
“Quisimos que fuera un rescate de muchos textos que estaban desperdigados, por ejemplo, de autores y autoras muy reconocidos, incluso a nivel internacional, pero que se los conoce por sus novelas o cuentos más extensos, aunque también han escrito cosas súuper cortas de gran calidad. A su vez, rescatar a escritores de hace algunas décadas que hicieron cosas muy buenas y han quedado un poco relegados. Y todo eso reunirlo con muchos y muchas más actuales, vigentes, más y menos conocidos. Reunirlos con la idea de que todos sumados dieran una panorámica de lo que ha sido y es este tipo de literatura en nuestro país”, explica.
La posibilidad de incluir fragmentos de obras y cuentos de extensión variable amplió la cantidad de autores “elegibles” y, en cierto sentido, configuró una antología de narrativa uruguaya. “Más que antología, sería entonces una muestra amplia de la narrativa uruguaya”, corrige Silva. “Un catálago o inventario que tiene la virtud de incluir unidades narrativas manejables, que pueden ser leídas de una sentada. En broma dije que no están todos los que son, pero son todos los que están”, agrega.
Delitos menores: el encanto de lo breve en la literatura uruguaya, de Marcos Robledo y Pablo Silva (compiladores). 246 páginas. Astromulo, 2025. El libro se presenta este viernes a las 19.00 en la fundación Manolo Lima de Maldonado (Parada 30, Playa Mansa).