Este viernes empresarios, especialistas en cannabis, representantes de clubes cannábicos y autocultivadores discutieron el proyecto de ley sobre turismo y cannabis elaborado por legisladores del Movimiento de Participación Popular (MPP) durante el primer Foro sobre Turismo y Cannabis de Punta del Este, que organizó el centro de estudios sociales y políticos Siembra Maldonado y patrocinó la empresa Kaya Herb Center.

El proyecto elaborado por los diputados frenteamplistas del MPP Eduardo Antonini, Sebastián Sabini y por el senador emepepista Alejandro Sánchez propone que los turistas puedan acceder a la marihuana con efecto psicoactivo en las farmacias adheridas al Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) y a través de los clubes cannábicos.

También plantea modificar el marco jurídico actual para que el máximo de socios permitidos a los clubes cannábicos pase de 45 a 200 y la cantidad de plantas, a su vez, de 99 a 300, de las cuales podría recolectarse una cantidad proporcional al número de socios.

No obstante, luego de escuchar a los integrantes de las tres mesas de diálogo que hubo en el foro, los diputados afirmaron que van a reelaborar algunos aspectos del proyecto antes de presentarlo en el Parlamento.

Entre las observaciones que se repitieron entre los participantes estaba la preocupación de que el proyecto signifique “un parche” y no un cambio profundo en el sistema de regulación, la baja calidad del cannabis que se vende en las farmacias, el contrato que el Estado mantiene con las empresas que producen marihuana recreativa y la creación de un posible “monopolio” de los clubes cannábicos, si no se contemplan otros actores para el expendio de marihuana, como los growshops y los cultivadores.

El diputado del FA por Maldonado Antonini manifestó su preocupación por la reactivación de la economía de Maldonado y la necesidad de recuperar los puestos de trabajo perdidos en la pandemia. En ese sentido, señaló que habilitar la venta de marihuana a los turistas va a tener un “gran impacto” en materia laboral.

Antonini contó la experiencia del dueño de una de las dos farmacias adheridas al Ircca que hay en Maldonado, quien le transmitió que cuando bajaban de los cruceros, los visitantes tomaban taxis en Punta del Este y hacían colas afuera de su farmacia para adquirir cannabis. “Se iban con las manos vacías de las farmacias y lo iban a buscar a otro lado”.

“Nos habían hablado de la inconveniencia o no de hablar de turismo cannábico. Lo valoramos y lo discutimos”, dijo, y luego sumó: “No se puede tapar el sol con el dedo, por eso vamos a hablar de turismo y cannabis, porque mueve muchísimo dinero y da trabajo”.

“Hay que romper el mármol”

En diálogo con la diaria, Sabini dijo que, a ocho años de la legalización de la Ley 19.172 (Regulación y Control de Cannabis), es momento de evaluar las dificultades de acceso que existen no sólo para los turistas, sino para los propios residentes.

“Si vamos a presentar un proyecto, es bueno hacerlo con ciertas problemáticas resueltas. La farmacia es una limitante, entonces hay que pensar los dispensarios y la producción. Los propios clubes, que hoy tienen un recorrido enorme, puedan ser parte de esa nueva red, pero no se trata de dejar de lado el sistema actual; los turistas también van a la farmacia a buscar”, expresó. Actualmente, son sólo 24 las farmacias registradas en el Ircca, según la información proporcionada por el organismo.

Sabini señaló que los growshops tienen la experiencia y el conocimiento para integrarse al sistema de ventas, pero indicó que existen dificultades para incluir a los autocultivadores, ya que su definición refiere al consumo personal y compartido, por lo que habría que “revisarlo”.

Sobre la posibilidad de incluir a los clubes de membresía como proveedores de cannabis a los turistas, el secretario general de la Secretaría Nacional de Drogas y presidente del Ircca, Daniel Radío, dijo en entrevista con El País: “A nadie se le ocurriría crear un club para socios que entran y salen”, y sumó que, en caso de incluirlos, habría que crear “una figura distinta”, con “otra naturaleza”.

Ante la posición del jerarca, Sabini destacó que existen más de 200 clubes inscriptos en el Ircca, con una “capacidad para producir cannabis de calidad”, por lo que sería “una buena oportunidad integrarlos al sistema”. Contrariamente, consideró que no es necesario cambiar la figura de los clubes cannábicos, sino que se pueden crear “inscripciones transitorias”.

“Uno de los problemas que hemos tenido con las licencias es que, por la escala que se tenía, hubo meses sin producción. Si integramos otros actores a la producción, los problemas de desabastecimiento va a ser más difícil que se den”, evaluó.

A continuación, Sabini agregó: “Estamos con el espíritu para conversar con el gobierno y buscar un acuerdo que posibilite, en definitiva, llevar adelante estos cambios. Tengo la impresión de que el gobierno tiene la apertura para conversar con la oposición en este caso. Hay conciencia sobre estos problemas, así que soy optimista. Ya hemos expresado que estamos para sumar, en este tema creo que nadie tiene la razón en un puño”.

Por su parte, Sánchez expresó: “El próximo foro hay que llevarlo al Parlamento de la República, romper el mármol ahí y que vuelva a entrar el debate sobre el cannabis, para construir una política pública mucho más potente”. Además, manifestó que no hay que “tenerle miedo” al mercado del cannabis, que “ya existe”, sino a que esté desregulado.

Estuvieron presentes en el foro el presidente de la Cámara de Representantes, Alfredo Fratti, la presidenta de la Federación de Clubes Cannábicos del Uruguay, María José Miles, el miembro de la Federación Nacional de Cannabicultores del Uruguay Julio Rey, el referente del movimiento por la legalización de la marihuana Movimiento por la Liberación del Cannabis Juan Vazz, el doctor Pablo Galaín, el psicólogo y exsecretario de la Junta Nacional de Drogas Milton Romani, el empresario y creador del Museo de la Marihuana Martín Milat y el dueño de Kaya Herb House, Arturo Rubinstein.