José Pereyra, presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, considera que los comercios y empresas vinculadas al turismo han tenido poca “visibilidad” en las medidas anunciadas por el gobierno. Las consecuencias económicas de la crisis sanitaria por el coronavirus se observan en el cierre de locales comerciales en las ciudades del departamento, aseguran.

La “nueva normalidad” trajo aparejado cambios en las modalidades de compra y en la generación de empleo, observó Pereyra, entrevistado por la diaria.

Los nuevos requerimientos de compras online no son adaptables, por ejemplo, a comercios que venden souvenirs o recuerdos de viaje, que necesitan de un visitante extranjero. Por otra parte, el nuevo modelo de comercio implica una pérdida en la generación de empleos.

Pereyra considera que hay un “debe” por parte del gobierno con respecto a la baja o a la exoneración de impuestos. “Con la excusa de la pandemia, la posibilidad de discutir estas cosas se demora más. Hemos escuchado de ahorros, pero no de ahorros que nos sean significativos. Al no bajar el peso del Estado sobre el contribuyente en general, los ahorros terminan siendo irreales: los recursos van de un lado para el otro dentro del Estado”, afirmó.

La Cámara Empresarial de Maldonado ha centrado su atención en los sectores cuya situación es “más desesperantes” porque no trabajan. En ese sentido, consideran que una estrategia para su supervivencia es que exista una proporcionalidad entre los costos fijos que exige el Estado y las restricciones a la actividad: “Si a un comercio se le pide que trabaje un 60%, pedimos que el Estado renuncie a un 40% a su interés impositivo”, ejemplificó el empresario.

“En esta época el peso del Estado se siente más y es una mochila para el empresario y para el trabajador, pero sobre todo para el empresario, al que no se le pregunta si está trabajando o no. Es una pelea eterna ver cómo se puede bajar el costo del Estado para poder mejorar el desarrollo empresarial, que es la verdadera forma de generar trabajo”, evaluó.

Por otra parte, el presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado sostiene que contraer préstamos con el Estado no es una solución para las empresas, sino que acrecienta el problema, ya que muchos empresarios se funden a raíz de deudas con el Estado.

“Es difícil que las empresas puedan pagar debido a las restricciones de su trabajo. Lo primero que una empresa deja de pagar cuando está en problemas son los compromisos con el Estado, porque primero intenta saldar las deudas con su comunidad empresarial y sus trabajadores. Lo hace porque tiene que seguir viviendo en la comunidad y porque es de alguien de bien hacerlo”, aseguró.

La construcción de viviendas no sociales es una de las acciones que desde la cámara se tienen en cuenta para reactivar la economía y favorecer a la construcción en el departamento. El proyecto implica que empresarios inviertan a un bajo interés y con una seguridad de cobro, debido a que es el Ministerio de Vivienda el que da la garantía. La Intendencia Departamental de Maldonado, por su parte, debe brindar el terreno donde se edificarán las viviendas.

“En esta crisis hay poco margen para la especulación porque no hay grandes oportunidades de negocios. No está esa compra a un precio diez veces menor. En este caso, lo que se busca es que quien está bien económicamente pueda colaborar a la recuperación a un bajo interés, o sea, que salga más barato que cualquier otro plan de vivienda, y que sienta que está colaborando con la comunidad y generando trabajo”.