En Punta de las Sierras, entre Solís y Pan de Azúcar, y con los Cerros Azules de fondo, está ubicada la planta de elaboración de Cerveza Oceánica, un proyecto que tiene como objetivo elaborar cerveza de certificación agroecológica y orgánica. Los responsables del emprendimiento familiar buscan trabajar bajo un modelo de producción que “preserve el espacio natural sin intervenirlo” y que apueste a materias primas “de origen ciento por ciento orgánicas”.

Agustina Olivera y Nicolás Collazo son pareja y viven en Playa Hermosa. Agustina es bioquímica, trabajó diez años como investigadora en el Institut Pasteur y ha estudiado levaduras originarias de países de tradición cervecera, que son típicas de ciertos estilos y dan como resultado cervezas de características únicas a nivel organoléptico. Por eso marcan un diferencial importante con respecto a otras elaboraciones en base a levadura seca. Nicolás es argentino y joyero de profesión, trabaja en la elaboración y en la planta es “maestro cervecero”: elige qué perfiles de aroma y sabor caracterizan a Oceánica.

El proyecto surgió en 2014 durante un viaje de investigación a California, en el que fueron testigos del boom de la cerveza artesanal. En ese momento observaron diferentes maneras de elaboración y una amplia oferta de lugares y variedades de cerveza. De allí surgió la idea de elaborar en Uruguay una cerveza artesanal que incorporara los conocimientos de ambos, en un contexto de sustentabilidad. En 2018 ganaron el premio mayor de la Copa Uruguaya de Cervezas, con su Dry Stout, que fue elegida como mejor cerveza del certamen. Además, ganaron dos medallas de oro y dos de bronce.

Agustina define lo agroecológico desde tres aspectos: compra y elaboración de productos que dependen de economías que respeten el ambiente, uso de energías eficientes y reducción del impacto de la producción industrial. Para esto, explican los responsables de Océanica, se necesitan estrategias de revalorización de los recursos como, por ejemplo, el reciclado del bagazo, que es un subproducto resultante del prensado y la filtración del mosto con alto contenido en fibra y elevado valor proteico. Desde el emprendimiento lo proyectan como biocombustible y alimento para animales, y en un futuro incierto como suplemento alimenticio para consumo humano, una alternativa que todavía está en investigación.

Agustina comentó a la diaria que la certificación como producto agroecológico en Uruguay agrega un “componente social al concepto” y tiene consecuencias a corto, mediano y largo plazo en la producción industrial y en los planes de disminución del impacto ambiental.

En la chacra de Punta de las Sierras plantaron árboles nativos y pretenden transformar el predio en un bosque comestible, de aquí a cuatro años. Llevan a cabo prácticas estrictas de reciclaje del agua que, mediante un proceso de extracción de sólidos, permiten usarla para riego. “Se trata de pensar qué se va a hacer con lo que se podría tirar en cualquier lugar. Por ejemplo, el agua que va a las cámaras sépticas en los hogares, nosotros pensamos utilizarla para regar”, explicó Agustina.

La cerveza Oceánica puede ser adquirida en supermercados y cervecerías; además, está en la carta de varios restaurantes de Maldonado, Piriápolis y Montevideo.