El ministro de Turismo, Germán Cardoso, explicó este jueves que las conversaciones que mantenía con el coordinador de la Jefatura de Policía de Maldonado, Fernando Pereira, quien fue formalizado como presunto autor de cinco delitos, se debían a su vínculo personal y negó que fueran para pedirle favores relacionados a su cargo en la Policía, como señaló el fiscal del caso, Jorge Vaz.

El comisario fue formalizado como presunto autor de cinco delitos en régimen de reiteración real: revelación de información reservada, abuso de funciones, omisión contumacial de los deberes del cargo, omisión de funcionario público al denunciar delitos y faena clandestina.

Según dijo Cardoso en declaraciones a Informativos Sarandí, a Pereira lo conoce “de toda la vida” y las llamadas fueron motivadas por su “responsabilidad” como ministro: “Yo lo que hice fue llamar para denunciar hechos delictivos, no para mi beneficio personal, no obtuve ninguna información para mi beneficio personal”, subrayó.

“Tuve en el transcurso del tiempo varios llamados con él, como con otros jerarcas dentro de la Policía. Se realizaron contactos porque es mi responsabilidad hacerlo, por las funciones que cumplo dentro del Estado”, detalló Cardoso.

Según relató el fiscal Vaz durante la audiencia de este miércoles, Cardoso llamó a Pereira el 1º de diciembre porque a su madre le habían hecho el “cuento del tío” y quería saber datos del titular del número de teléfono de dónde partió la llamada. Ese mes también lo llamó a raíz de un accidente de tránsito que tuvo una amiga de su esposa y quería saber si se le había realizado espirometría, y en febrero consultó por las pericias, el número del evento policial y acceso a las pruebas que tuviera la Policía sobre otro accidente de tránsito, protagonizado por otra amiga personal. También hay otra llamada, en marzo, en la que se queja por picadas y música alta frente al lugar en el que se estaba alojando, en Punta del Este.

Consultado por estos hechos, Cardoso afirmó que en todos él se limitó a comunicarle a Pereira hechos delictivos o consultarle sobre procedimientos policiales, como en el caso de las espirometrías: según el ministro, llamó al comisario para “averiguar si se la hacían en la casa o tenía que ir a la comisaría”. En el caso que involucra a su madre, afirmó Cardoso, llamó para brindar información de la hora de la llamada e insistir en que se debía conocer el número para evitar nuevos hechos delictivos.

“Yo estoy absolutamente tranquilo de que lo que he hecho siempre es cumplir con mi trabajo y que mis conversaciones no son vinculantes con los hechos” por los que fue formalizado Pereira, comentó el ministro, quien dijo estar seguro de no haber cometido abuso de funciones porque, insistió, no recibió ningún beneficio personal.

“Si yo constato un hecho que altera el orden público, como las picadas en Maldonado, llamo a la Policía para que lo disuelvan, porque es lo que tienen que hacer. Lo hice y lo volvería a hacer; es lo normal, es lo que hay que hacer, yo estaría en una omisión si no lo hiciera”, justificó Cardoso.

Asimismo, recalcó que “el fiscal de corte, Jorge Díaz, fue claro al decir que no había ningún mérito para investigar nada” y que no se ha comunicado con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, porque sigue “trabajando normalmente”.

Las palabras del fiscal Jorge Vaz

El fiscal del caso, Jorge Vaz, también en declaraciones a la radio Sarandí, consideró que el delito de abuso de funciones recae sobre el coordinador y no sobre el ministro, que habría hecho las solicitudes porque, según entiende, “el ministro no se valía de su autoridad como ministro, sino que se valía de su amistad, que es diferente”. “Surgía que es una relación de amistad, no decía ‘Yo soy el ministro y quiero que hagan tal cosa’”, añadió. “Esa situación, en todo caso, puede ser algo administrativo, pero del tema del delito, el que ordenó los actos arbitrarios y se valió de su jerarquía fue el coordinador”, afirmó.

Respecto del caso en que el coordinador averiguó si a una persona que había tenido un accidente en su vehículo, amiga de Cardoso, se le había hecho una espirometría, Vaz dijo: “Llamó a un subalterno para averiguar por un caso de un tercero, con el cual tiene amistad, y él dice ‘parece que la mujer había tomado algo, ¿sabés si le hicieron espirometría?’, para tratar de, en lo posible, si no se le hizo, ordenar que no se le haga”, algo que se desprende, dijo el fiscal, “de acuerdo a la lógica, porque, ¿para qué le preguntó si le hicieron espirometría?”. Según añadió Vaz, de la llamada entre el coordinador y un subalterno surge que “una amiga del ministro habría tenido un vuelco luego de que había tomado unas copas en un boliche”.

Según comentó Vaz, el juez recopiló 17 situaciones en las que el coordinador de la Jefatura de Policía podría haber incurrido en abuso de funciones. Entre otras situaciones, el fiscal detalló que el exjerarca intercedió en la nota del resultado de un concurso para una persona conocida, que usaba la camioneta para su uso personal “gastando en 17 días 144 litros de nafta a un costo para el Estado de 11.600 pesos”, y que trasladó a su pareja sentimental como secretaria.

También dijo que “llama la atención” la situación patrimonial de Pereira: “Surge que maneja compra y venta de ganados, montos importantes en dólares, tiene dos establecimientos agropecuarios, y de acuerdo a la realidad de un ingreso de un funcionario policial no es acorde, por lo menos, a la normalidad”.