Las cooperativas de vivienda que fueron sorteadas para la adjudicación de créditos en el marco del programa Cooperativas del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) para la construcción de viviendas, no han podido escriturar los préstamos porque, según afirman, el Ministerio de Economía y Finanzas no envía las partidas, mientras que el MVOT no marca un cronograma.

Es el caso de las cooperativas Juntos por un Hogar y Ecotecno, mientras que la cooperativa Sueño ha visto demoras en las partidas de dinero para avances de obra, señaló Álvaro Buceta, referente de la mesa departamental de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), que se formó este año con 15 cooperativas.

A pesar de todo, el número de cooperativas no deja de crecer. El mes pasado comenzaron a formarse otras dos que se suman a una fila de espera para poder construir su casa. “La gente no puede acceder a una casa en Maldonado sola, necesita del cooperativismo. Hay interés pero también hay miedo. Está la desilusión de los compañeros que estaban esperanzados con tener su casa y ahora no saben cuándo la van a poder hacer”, expresó.

Buceta afirmó que en el país hay una centena de cooperativas de vivienda que atraviesan la misma situación y criticó la falta de respuestas claras por parte de las autoridades. “Se está ªformando un cuello de botella por las cooperativas que no han podido escriturar y por el hecho de que el año pasado se hizo un sorteo solo (antes se hacían tres por año). Eso hace que haya más cooperativas esperando”, evaluó.

La pérdida de puestos laborales por la pandemia, la falta de una cartera de tierras municipales y el alto costo de la propiedad horizontal en las inmobiliarias son algunas de las dificultades para acceder a la vivienda en el departamento, observó el cooperativista.

La cooperativa Juntos por un Hogar salió sorteada el 31 de julio de 2019 y el 27 de marzo de 2020 la Agencia Nacional de Viviendas aprobó su proyecto. Sin embargo, aún no ha escriturado el préstamo y, por lo tanto, no comenzó a construir, contó a la diaria su presidenta, Valeria Acevedo. Su boleto de reserva por el terreno venció hace un año, lo que implica que la inmobiliaria y los dueños pueden concretar la venta con nuevos compradores.

“Con la pandemia, muchas familias se han quedado sin trabajo. Muchos han perdido ese alquiler porque no lo han podido pagar y se han tenido que ir a vivir a casa de familiares, otros han tenido que pedir algún lugar. Por eso el año pasado hicimos una olla popular para 16 familias. En octubre, como se veía cada vez más lejos la posibilidad de escriturar, quedamos 17 de 40 personas”, manifestó.

En junio seis familias más abandonaron Juntos por un Hogar. “Hay gastos y cuesta solventar y mantener la cooperativa porque la gente se cansa, gente que está desde hace cinco años y se termina desilusionando. Como no existe un cronograma por parte del ministerio, la cooperativa no puede darles la pauta a los socios de que sí se va lograr. Cada vez se ve más lejos”, expresó.

El proyecto de la cooperativa consiste en la construcción de 40 viviendas de entre dos y cuatro dormitorios en San Carlos. La mayoría de las viviendas serán de dos plantas y dos serán de una planta, que están reservadas para personas con discapacidad.