Diego Dubarry y Andreína Machado crearon Vitanna, un emprendimiento que produce polvo de orujo de Tannat. Se trata de un superalimento, rico en fibra y antioxidantes, que se obtiene al estrujar y secar las cáscaras y semillas de uva, elementos que normalmente se transforman en desechos, luego de que se extrae el jugo con el que se hace el vino.

Es el primer polvo de orujo creado en Uruguay y el primero en el mundo en hacerse con Tannat, la cepa tradicional uruguaya y una de las más beneficiosas para la salud por su concentración de taninos, que son compuestos antioxidantes.

La Tannat es considerada una de las cepas con mayor contenido de polifenoles, es decir, componentes químicos vegetales que contienen antioxidantes como la antocianina, que se encuentra principalmente en la cáscara de la uva y que es posible obtener en mayores cantidades mediante un proceso especial de secado.

Estas sustancias orgánicas, según afirman los emprendedores, tienen propiedades bioactivas con efectos antialérgicos, antimicrobianos, antitrombóticos, antiinflamatorios, cardioprotectores y vasodilatadores, que neutralizan la acción oxidante de los radicales libres que absorbe el cuerpo por la contaminación ambiental, aseguran los emprendedores. También colaboran en disminuir el estrés oxidativo.

Según los responsables de Vitanna, la cantidad recomendada para el consumo es entre dos y cuatro cucharadas de té diarias, en jugos y licuados. También se puede agregar a otras harinas para preparar panes y focaccias o incluirlo en salsas.

Licuados. Foto: gentileza Vitanna.

Licuados. Foto: gentileza Vitanna.

Los responsables del proyecto consiguieron en dos oportunidades fondos del Programa de Oportunidades Circulares de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), lo que les permitió comenzar la producción a nivel industrial y salir al mercado en setiembre de 2020.

Recientemente también obtuvieron financiación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación para realizar nuevas investigaciones y crear otro subproducto de la industria vitivinícola.

Desde el punto vista económico, consideran que su producto demuestra que es posible valorizar una materia prima descartada por la industria y transformarla en un alimento saludable. Por esa razón, en 2020 ganaron el premio a la “Empresa con impacto del año”, y en 2021 el premio a la “Empresa pionera”. Ambos galardones corresponden a concursos de medianas y pequeñas empresas que lleva adelante la Ande.