La semana pasada, el diputado por Maldonado del Partido Colorado (PC) Eduardo Elinger hizo uso de su banca en el Parlamento para reclamar por “sensibilidad ante los usuarios” del Hospital de Pan de Azúcar, que ven “afectada su atención” debido a los problemas edilicios que presenta el centro; en particular, mencionó que la puerta principal está tapiada.

Según expresó en un comunicado, los pacientes y funcionarios deben ingresar al hospital por la puerta del fondo, ya que “los tiempos de la Administración de los Servicios de Salud del Estado [ASSE], a nivel central, y licitaciones al respecto vienen sensiblemente retrasadas”.

No obstante, destacó “el esfuerzo” del director del centro hospitalario, Ariel Paulo, y del director de la Red de Atención Primaria (RAP) de Maldonado, Carlos Tarabochia, “quienes administrativamente han cumplido con todos los requisitos establecidos para su reparación”. “[Es] un tema que podrá ser menor para quienes no lo viven a diario, pero de gran dificultad para los vecinos que se atienden en la salud pública”, concluyó.

Consultado por la diaria, el director del Hospital de Pan de Azúcar contó que, cuando asumió el cargo, lo “sorprendió bastante” el deterioro edilicio. En diciembre del año pasado, a pedido de Paulo, las direcciones de Ingeniería y Arquitectura de ASSE hicieron tres inspecciones en las que se constataron roturas en la puerta de entrada y en algunas ventanas laterales, así como desprendimiento de ladrillos en la fachada del edificio. “La resolución [que se tomó] fue el tapiado inmediato de la puerta principal, ya que se corría el peligro de que alguien saliera lesionado”, explicó.

Paulo afirmó que está en marcha una licitación para reformar la fachada del hospital y estimó que, en aproximadamente dos semanas, será seleccionada la empresa que se encargará de las obras. “Está encaminada. Se hicieron los trámites administrativos correspondientes”, aseguró.

Asimismo, mencionó otros daños en la infraestructura. Según contó, en los baños “las condiciones son malas”. “No hay ni un solo baño digno, están lamentables”, ilustró. También mencionó que hay sectores con problemas de humedad. “Literalmente se llueven”, expresó.

Aclaró que el problema “no es de ahora” y que el mantenimiento de la construcción ha sido “casi nulo”. En ese sentido, dijo que “durante muchos años nadie hizo nada”, aunque aclaró que la “culpa” no es de ninguno de sus antecesores en particular. Señaló, además, que se han hecho ampliaciones edilicias para brindar nuevos servicios, pero no se repararon los daños que hay en las construcciones iniciales.