Un video de dos pescadores con un bote fuera de borda, recogiendo decenas de corvinas con trasmallo en el arroyo Maldonado, se viralizó días atrás en varias redes sociales y motivó el repudio generalizado de usuarios, organizaciones ambientales y figuras políticas departamentales. Mientras uno de los pescadores agradecía al cielo, hincado en el agua e imitando un rezo musulmán, el otro filmaba y festejaba la depredación de esta especie que se encuentra en época de desove en la desembocadura de ríos y arroyos.

Una de las primeras en divulgar el video fue la edila suplente Ana Antúnez (Baluarte Frenteamplista, Frente Amplio). “Tremenda matanza en la zona de El Placer en Maldonado. ¿Quién les dio los permisos?”, cuestionó en sus redes, el 1° de este mes, tras recordar que esta modalidad de pesca está prohibida. Dos días después señaló que la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) ya estaba al tanto de la situación y que, según le informaron desde esa repartición del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), “sólo tienen una persona para hacer los controles”.

También la edila colorada Susana de Armas mencionó el caso durante la sesión plenaria de este martes 7, en la Junta Departamental de Maldonado (JDM). Dijo que tomó conocimiento de esta depredación a través de vecinos de la zona, y recordó que la matanza de corvinas negras en el arroyo Maldonado es denunciada desde hace años, sin que hasta el momento haya habido medidas para impedirlo.

“Sabemos que desde hace un tiempo no se ejecutan los controles para evitar la depredación en nuestros arroyos. En El Placer todavía quedan pescadores artesanales, pero el uso de una red de arrastre que puede extraer 100 piezas de una sola vez no es pesca artesanal, es saqueo”, sentenció. “¿Quiénes son los que miran para otro lado teniendo la función de ejercer los controles? ¿Quiénes son los que se benefician?”, inquirió.

De Armas señaló que en noviembre de 2017 expuso sobre el mismo tema, pero lamentó que “nada se avanzó hasta la fecha”. Entonces también se había viralizado un video de pesca ilegal en la desembocadura del arroyo Maldonado en el océano Atlántico, y del arroyo Solís, en el Río de la Plata. “Hace seis años que ejecutamos las mismas denuncias y las autoridades siguen impávidas”, apuntó, para recordar que una resolución del MGAP prohibió esta modalidad en 2008.

“Esta vez provocaron un grave daño, extrayendo ejemplares repletos de huevas. Esto afecta a los peces y también condena a los propios pescadores, porque no habrá peces en los próximos años”, advirtió. Por ese motivo, reclamó que “se haga cumplir” la normativa vigente y que “se apliquen los controles debidos”. Por unanimidad de los ediles presentes, sus palabras serán dirigidas a la Dinara, al Ministerio de Ambiente, a la Prefectura Nacional y al Municipio de San Carlos, con jurisdicción en la zona.

La incapacidad de la Dinara para controlar este tipo de delitos contra el ambiente y para fiscalizar a los permisarios de pesca quedó en evidencia durante una auditoría interna realizada a mediados de este año. Entonces, el gremio de los funcionarios del MGAP consideró que se trata de “un grave problema estructural de funcionamiento”, como resultado del “desmantelamiento presupuestal y de recursos humanos que ha experimentado en las últimas décadas”.

Aunque se trata de una especie marina, entre octubre y diciembre la corvina negra se acerca a desovar en los estuarios y la intervención de los pescadores puede alterar los eventos de reproducción de la especie. Investigadores de la Facultad de Ciencias y de la Dinara realizaron un estudio genético de ejemplares de corvina negra en varios puntos de muestreo a lo largo de su distribución en la costa uruguaya. “Estos resultados preliminares son preocupantes y obligan a prestar más atención a lo que está pasando con la especie”, advirtieron, entrevistados por la diaria en febrero de este año.