Vida Digna es una asociación civil que funciona en el barrio Maldonado Nuevo, en el departamento de Maldonado. Aunque está en vías de obtener la personería jurídica, los trámites burocráticos no impiden que más de 20 personas en situación de calle ya estén asistiendo para formarse en talleres y vender sus productos, o para vivir allí de forma transitoria.

Rosa Viera, la fundadora de esta agrupación, trabajaba en el refugio fernandino del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) pero, según contó a la diaria, consideró que en esa dependencia “no había políticas” que abordaran la problemática de las personas en situación de calle y decidió “abrirse para hacer algo”.

“A veces protestar y protestar no tiene resultado, y ponerse a hacer algo nos deja otros resultados”, sostuvo. Comenzó el proyecto en el patio de su casa, con talleres y emprendimientos que desarrollan las mismas personas en situación de calle o usuarios del refugio Mides.

Hace unas semanas, Vida Digna consiguió alquilar un local más apto en Avenida de los Gauchos y calle Manuel Meléndez, en Maldonado Nuevo. El lugar cuenta con cuatro habitaciones y varias salas grandes, que permiten a unas personas vivir de manera transitoria y, a otras, trabajar.

Actualmente, asisten unas 22 personas, que crean materas, burletes para puertas, almohadones, portacelulares, atrapasueños y galletas artesanales, entre otros artículos que ofrecen a la comunidad. “Todo sale con el logo de la asociación para que no haya malos entendidos”, aclaró Rosa.

Foto: Gentileza, Vida Digna

Foto: Gentileza, Vida Digna

Campaña de colaboración

Una parte de lo recaudado se destina a los emprendedores y otra parte contribuye a costear el alquiler y los servicios de luz y agua que, en total, rondan los 25.000 pesos mensuales. Los fondos son escasos, por lo cual la asociación inició una campaña para conseguir al menos unos 120 socios que aporten 250 pesos al mes.

“De esta forma los gastos del local estarían cubiertos y el dinero podría repartirse sólo entre los usuarios y el almuerzo que cocinan entre todos”, comentó la referente de la asociación.

El lugar permanece abierto de 09.00 de la mañana hasta las 18.00 horas, cuando vuelve a abrir el refugio del Mides y muchos regresan a pernoctar. Durante el día, Vida Digna les ofrece estos talleres para “mantenerlos ocupados, siendo productivos, sacarlos de la calle y que no estén todo el día deambulando”, manifestó Viera.

Además, contó que también trabajan con personas que “ya hicieron un proceso o realizaron un tratamiento de adicciones” y ahora buscan otros empleos. “Fomentamos el trabajo, enseñamos la práctica del trabajo y salir del asistencialismo”, agregó.

La asociación recibe donaciones de todo tipo, como materiales para los talleres, comestibles y ropa de abrigo. También necesita voluntarios que quieran acercarse a “dar una mano” y vecinos que visiten el local y colaboren, adquiriendo alguno de los variados productos en venta para sostener la causa.