El Refugio de Animales Maldonado, que tradicionalmente ha funcionado como una suerte de depósito municipal de perros sin dueño, experimenta una paulatina transformación a instancias de organizaciones animalistas que este año lograron una añorada apertura por parte de la Intendencia de Maldonado (IDM).

El acercamiento entre esas organizaciones y la dirección general de Gestión Ambiental de la IDM se produjo a partir de la cantidad de mascotas que quedaron abandonadas tras el realojo de unas 500 familias del asentamiento Kennedy, en el correr de este año, destacó en diálogo con la diaria la referente del Grupo Voluntarios del Kennedy, Ana Antúnez.

De este modo, la organización Amores Perros, los Voluntarios del Kennedy y las autoridades de Gestión Ambiental de la IDM comenzaron a trabajar juntas para la atención de los cientos de perros abandonados y también para mejorar el funcionamiento del Refugio Municipal, ubicado en la zona de Canteras de Marelli, junto a la ruta 39.

En ese contexto, este año se realizaron varias jornadas de adopciones –la última fue este lunes 9–, donde más del 90% de los animales ofrecidos consiguieron dueño, destacó el coordinador de Gestión Ambiental de la IDM, Carlos Medina. En total, unos 30 perros (a razón de diez propuestos por jornada) fueron elegidos por los visitantes. No obstante, quedan 80 que todavía esperan un hogar.

Un paso hacia su bienestar se logró, este lunes 9, con la inauguración de un espacio para recreación de los animales alojados en el refugio y para rehabilitar –con voluntarios de una escuela canina– a los perros que presentan problemas de comportamiento. Fue una tarea conjunta de la IDM, Amores Perros y el Grupo Voluntarios del Kennedy.

Adriana Caballero, referente de Amores Perros, explicó que el objetivo principal es mejorar el bienestar de los animales mientras consiguen alguien que les ofrezca un hogar. Adelantó que próximamente se inaugurará un espacio de baño y esquila, y caniles más grandes que contarán con mayor espacio verde.

Antúnez, en tanto, agregó que además está la idea de diseñar “un espacio sensorial” para los perros que, de vivir encerrados, han perdido hasta su instinto. “Instalar plantas, generar aromas, colocar championes viejos o zapatos. Cosas sencillas, que para ellos son importantes porque en algunos casos hasta perdieron la capacidad de olfatear”, graficó.

Un reglamento y una página web en ciernes

Medina valoró el trabajo con las organizaciones animalistas que “permitieron mejorar el funcionamiento del refugio”, destacó el éxito de las jornadas de adopciones y también adelantó que, junto con la Comisión de Bienestar Animal de la Junta Departamental de Maldonado, trabajan en un decreto reglamentario de las adopciones.

Antúnez, quien es edila e integra esa comisión, explicó que el proyecto apunta –entre otros cometidos– a “hacer un seguimiento de los adoptantes desde el refugio, como hacen las ONG, y que esa tarea esté a cargo de voluntarios para deslindar la responsabilidad de los funcionarios municipales”.

Las organizaciones también propusieron a la IDM la creación de una página web para divulgar la imagen y descripción de los perros en adopción. “La IDM la está armando para que los voluntarios de las organizaciones colaboren con las fotografías y su carga en la web”, dijo Antúnez.

Destacó, en particular, la situación de perros y perras que viven en el refugio desde hace más de una década. “Han pasado su vida en caniles grises, de cemento, mirando la pared”, lamentó.

El desafío de “cambiar la mirada del animal”

Para Antúnez, “de a poco, se están logrando cosas”. Al mejorar el vínculo con las autoridades de la IDM, este año lograron ampliar los horarios de atención para las mascotas, consiguieron que se asignara otro veterinario, autorización para ampliar caniles y que se permita recuperar a los perros etiquetados como agresivos, enumeró.

Con todo, el objetivo es “cambiar la mirada del animal”. Sin sobrecargar a los funcionarios que se ocupan de alimentar a los animales e higienizar los caniles, avanzar hacia una capacitación y concepción del bienestar animal. “Está bueno charlarlo entre todos”, comentó Antúnez. Por eso los jerarcas de la IDM y los referentes animalistas mantuvieron, este lunes, una reunión sobre cómo organizarse y avanzar.

“Necesitamos seguir caminando para que ese lugar sea realmente transitorio y no un depósito. Para eso necesitamos que se empiece a cumplir la normativa sobre bienestar animal, que se tipifique el maltrato como delito, y que la participación de las organizaciones en la gestión del refugio sea aceptada”, concluyó.