A principios de este mes la Intendencia de Maldonado (IDM) anunció el inicio de nuevas obras “de recuperación” del espacio público comprendido entre El Placer y el Parque Indígena, en la margen suroeste del arroyo Maldonado. “La administración del intendente Enrique Antía trabaja en los detalles finales que permitirán cerrar la ecuación de un espacio público para el disfrute del pueblo de Maldonado”, informó.

Días antes, Antía y el director general de Gestión Ambiental, Jorge Píriz, recorrieron la zona para “definir las últimas obras que permitirán inaugurar formalmente este lugar”. Entre estas, “se incluyen una pasarela bordeando el arroyo, una ciclovía desde la Zona Joven al Parque Indígena y otra en Bulevar Artigas”, añadió el comunicado oficial, con fotos de los jerarcas en su paseo.

No hubo detalles del proyecto que, según la IDM, “permitirá concluir un trabajo que lleva varios años de planificación y cuyos objetivos principales eran la mejora de la calidad de vida de las familias asentadas en El Placer y la recuperación de un espacio público para el disfrute de todos”.

“Están haciendo una calle en el humedal”

En la mañana de este jueves, el trasiego de camiones municipales que descargaron materiales de relleno en el humedal, a la altura del Parque Indígena, puso en alerta a la Agrupación de Amigos del Arroyo Maldonado, una organización conformada hace más de una década por vecinos y por técnicos del Centro Universitario Regional Este (CURE) que trabajaron (y todavía reclaman) un plan de manejo del humedal.

A falta de definiciones por parte de la IDM, la agrupación participa en el control de las especies invasoras y el cuidado de la flora autóctona del Parque Indígena, además de hacer seguimientos sobre las actividades humanas en el humedal, sobre todo desde que, hace dos años, fueron retirados los guardaparques que actuaban allí.

En eso andaba Guillermo Pérez este jueves cuando observó la actividad de las cuadrillas municipales. De inmediato tomó fotografías y videos de la actividad no sólo para informar al grupo sobre la descarga de pedregullo y el apisonamiento de los materiales con maquinaria pesada. También envió las imágenes a la directora de Medio Ambiente de la IDM, Betthy Molina, en busca de información sobre lo que estaba ocurriendo.

“Aunque tenemos un buen vínculo con la intendencia, no nos informaron ni consultaron sobre los alcances de este proyecto ni sobre las características de la obra”, dijo el vecino a la diaria, convertido para el caso en vocero de la organización. Luego aseguró que la jerarca “no estaba enterada” de esos movimientos y le aseguró que “ella no los autorizó”.

Eso incrementó la preocupación, y la necesidad de saber si detrás de esta intervención existe algún estudio de impacto en el ecosistema del humedal o algún tipo de coordinación con el Ministerio de Ambiente (MA).

“Pensé que iban a hacer algo de madera, respetando el ambiente. Pero no, metieron cientos de camiones de relleno y están haciendo calles dentro del humedal. Entiendo el concepto de acercar la gente al disfrute del humedal, pero para disfrutarlo hay que conocerlo y comprenderlo tal cual es. Se pueden hacer pasarelas, pero no transformar el arroyo en una calle”, lamentó.

La versión de la intendencia

Betthy Molina vio las consultas de la diaria pero no contestó los mensajes. Sí lo hizo el director de Gestión Ambiental, quien confirmó que es “un trabajo de pasarelas y continuación de la ciclovía”. “Se están construyendo rampas para bajar la maquinaria, que después serán retiradas. Habrá unos tramos asfaltados para la ciclovía, después casi todo son unos puentecitos y pasarela”, dijo Jorge Píriz.

No ofreció más información, con el argumento de que el proyecto “está a cargo de la Dirección General de Obras”. Aseguró que “existe un estudio previo” sobre el impacto de los trabajos, pero dijo que no lo tenía en su poder: “Eso lo maneja Obras”, insistió el director de Gestión Ambiental.

“Lo único que se está afectando es un lugar donde hay pasto, las cañaditas, los cursos naturales de agua tendrán puentes y no se va a tocar nada. Incluso se trabaja en zigzag para proteger flora autóctona, como coronillas. Los temas de construcción los sabe Obras y las características también. Cómo van a conformar el suelo también lo saben ellos”, reiteró.

El director general de Obras, Darío Camacho, se encontraba “en una audiencia”, dijo la secretaria que atendió el teléfono. Enterada sobre el tema de la consulta, la mujer opinó que se trata de “un asunto de gestión ambiental que no tiene que ver con Obras”, pero, finalmente, prometió que el jerarca se comunicaría con este medio cuando se desocupara. No lo hizo. Tampoco respondió llamados.

¿Recuperación de qué?

Para Estela Delgado, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del departamento interdisciplinario de sistemas costeros y marinos del CURE Maldonado, el plan de la IDM es una incógnita pese a que la academia trabaja desde 2012 en temas vinculados con la gestión y protección del humedal.

De hecho, en 2015 el CURE hizo aportes para la elaboración de un decreto que se aprobó en la Junta Departamental de Maldonado, pero el gobierno cambió de signo político y nunca fue ratificado por el Ejecutivo. Ahora, a juicio de la experta, “más importante” que las características de la obra en marcha es “la ausencia de planificación del territorio” y “la falta de estudios integrales” sobre los impactos de las intervenciones.

“Hoy es una ciclovía con tramos de asfalto. ¿A futuro qué será? ¿Una cancha de fútbol, un aeródromo, una zona franca? No hay una gestión integrada del área y estas intervenciones esporádicas y puntuales pueden generar un daño mayor. La IDM tiene la potestad de hacer lo que quiera, pero si existiera un plan de manejo no podría ejecutar las obras que se le ocurra”, cuestionó.

Otro aspecto relevante, para Delgado, es que la IDM destaca “la recuperación de El Placer” cuando “no está haciendo nada por el humedal”. “¿Recuperación de qué? Desalojar el asentamiento El Placer y construir pasarelas para disfrute de la gente es real en términos generales, pero otra cosa es la recuperación ecosistémica”, diferenció.

“La zona es hermosa y se disfruta, pero no necesariamente lo que queda lindo está bien. A veces a las personas no les interesa o les cuesta entenderlo; no ven qué hay debajo o cómo se afecta un ecosistema. La orilla del arroyo quedó llena de escombros que taparon con arena, no hay un monitoreo de la calidad del agua ni de las especies, por ejemplo. Entonces, más allá del eslogan, la IDM no está haciendo nada por el humedal”, concluyó la investigadora.

Una zona protegida

Apenas recibió algunas de las imágenes que circularon durante la mañana, el edil frenteamplista Joaquín Garlo cursó un pedido de informes a la IDM sobre la situación. Es “un ecosistema de alta fragilidad y especialmente protegido por las normas vigentes”, advirtió desde su cuenta de X.

En ese sentido, señaló que el humedal del arroyo Maldonado se encuentra protegido por el Plan de Ordenamiento Territorial del Eje Aparicio Saravia (decretos 3.911 y 3.931).

“Tratándose de un ecosistema de altísima fragilidad, solicitamos a la administración que se nos informe si la Intendencia Departamental está en conocimiento de tales intervenciones y, de ser así, si se otorgó algún permiso o autorización y cuáles son los fundamentos”, requirió el edil en el documento, al que accedió la diaria.

Entretanto, el vocero de la agrupación vecinal manifestó su esperanza de que el Ministerio de Ambiente intervenga en el asunto. Guillermo Pérez dijo que, en varias oportunidades, habló sobre el humedal con el subsecretario Gerardo Amarilla. Aunque “siempre era ‘sí, sí, sí’ pero nunca hubo voluntad para aplicar un plan de manejo”, considera que la participación de la cartera “es la única que puede frenar o incidir” en las “decisiones personales” del intendente Antía.