La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Amnistía Internacional llamaron a Honduras a asegurar las garantías necesarias para las elecciones presidenciales del domingo. La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, recordó que desde que se fijó la fecha de votación, hace 14 meses, hubo 29 asesinatos vinculados con candidatos y un ambiente “muy tenso y polarizado”. La situación afectó tanto a integrantes del gobernante Partido Nacional como a los opositores Partido Liberal y Partido Libertad y Refundación (Libre), al que pertenecía el presidente derrocado en 2009, Manuel Zelaya.
Aunque se presentan 14 partidos, esos tres son los que tienen más posibilidades de ganar las elecciones. En las encuestas aparece en primer lugar la alianza de Libre y la Unión Nacional Opositora de Honduras, que postula como candidata a Xiomara Castro. A su vez, el Partido Nacional lleva como candidato a Nasry Asfura, actual alcalde de Tegucigalpa, y el Partido Liberal a Yani Rosenthal.
Las últimas elecciones hondureñas, en 2017, fueron calificadas de fraudulentas por la oposición. En esa votación fue reelecto para un segundo mandato el actual presidente, Juan Orlando Hernández, aunque la Constitución no permite la reelección en ningún caso. Después de la jornada electoral, los hondureños salieron a las calles a repudiar ese proceso y enfrentaron una fuerte represión.
Bachelet pidió que se garantice una votación “sin miedo” y con transparencia, según citó la agencia Efe, y pidió que se investigue a fondo todos los hechos violentos vinculados con la política. “Condeno todos los actos de violencia y llamo a los actores involucrados a compartir sus opiniones y preocupaciones de manera pacífica. La violencia no es, y nunca debería ser, la respuesta”, dijo en un comunicado. Las personas “tienen derecho a votar en paz y a elegir a sus representantes sin sentirse inseguros, coaccionados o con miedo. Cuento con que todos los actores involucrados se comprometan con ello”, agregó.
También alertó contra el uso del “discurso de odio como herramienta”, y recordó que en lo que va del año, su oficina registró en Honduras 240 ataques contra defensores de los derechos humanos y periodistas. Señaló que esto implica una restricción del espacio cívico en el país.
Por su parte, la directora de Amnistía Internacional para las Américas, Erika Guevara Rosas, advirtió que “la población de Honduras ha enfrentado una grave regresión en el respeto y la garantía de sus derechos humanos en los últimos años”, y esto “en muchos casos lleva a la gente a huir del país”. Dijo este martes que estas elecciones pueden ser “una oportunidad única para revertir esta situación, atendiendo las causas estructurales de la violencia, la desigualdad y la discriminación”, y pidió que el nuevo presidente, que debe asumir el 27 de enero, garantice la justicia y la plena vigencia de los derechos humanos.
Guevara Rosas recordó la violencia postelectoral de 2017 y señaló que por entonces la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos observó que la Policía y el Ejército usaron fuerza excesiva y a veces letal para dispersar a los manifestantes que cuestionaban las elecciones de ese año. “No es admisible que Honduras vuelva a tener que enfrentar una ola de represión similar a la de 2017”, dijo.
También la Misión de Observadores de la Organización de los Estados Americanos manifestó su condena “enérgica” a las “agresiones y actos de violencia” que se registran en Honduras, y lamentó las muertes de dos políticos asesinados a tiros el sábado. Uno, Elvir Casaña, era candidato a concejal de la alcaldía de San Luis, en el departamento de Santa Bárbara, por Libre. Otro, Francisco Gaitán, del Partido Liberal, era alcalde de Cantarranas y se postulaba a la reelección.