José Antonio Kast es el candidato a la presidencia de Chile que aparece con más posibilidades de pasar a segunda vuelta en las elecciones del domingo, según las encuestas. Pero su equipo de campaña se mostró preocupado por el efecto que puede haber tenido en los votantes el último debate televisivo con sus contendientes, que se hizo en la noche del lunes. Lejos de lo que ocurrió en otras instancias, en las que el ultraderechista logró aumentar su apoyo con sus apariciones públicas, en esta ocasión fue blanco de los cuestionamientos de los demás candidatos y no logró salir bien parado.

Kast, líder del Partido Republicano, ya había quedado expuesto en declaraciones que había hecho el viernes en un encuentro con la prensa internacional. Entre críticas al gobierno del nicaragüense Daniel Ortega, incluyó una defensa de la dictadura de Augusto Pinochet. “Hay una situación que claramente marca una diferencia con lo que ocurre en Cuba, en Venezuela y en Nicaragua. Creo que lo de Nicaragua refleja plenamente lo que en Chile no ocurrió [en dictadura], que frente a elecciones democráticas, se hicieron las elecciones democráticas y no se encerró a los opositores políticos, y eso marca una diferencia fundamental”, dijo, según difundió la agencia Efe. Su manera de caracterizar las elecciones de 1989, con Augusto Pinochet todavía en el poder, fue cuestionada desde todas las posiciones políticas.

Antes y después del debate, sus contendientes acusaron a Kast de negacionista de la dictadura. La candidata de la alianza de centroizquierda de la ex Concertación, Yasna Provoste, dijo durante el encuentro: “Es lamentable que una persona desconozca que en los días previos a la elección de 1989 se seguía torturando y encarcelando”.

A su vez, el dirigente frenteamplista Gabriel Boric, que en las encuestas aparece como probable competidor de Kast en una casi segura segunda vuelta (que se haría el 19 de diciembre), dijo que el candidato ultraderechista “no sólo niega los crímenes que cometió la dictadura en Chile, que él apoyó, sino que además en su programa propone cerrar el Instituto Nacional de Derechos Humanos”.

También el candidato oficialista, Sebastián Sichel, repudió en su cuenta de Twitter la actitud de “legitimar o relativizar la violencia, la restricción de la libertad y la persecución al que piensa distinto”. El lunes, en el debate, llamó a “establecer un cordón sanitario sobre dictaduras como la cubana, la venezolana, la nicaragüense y la que sucedió en Chile”. Sichel, que ha perdido votantes y dirigentes que se fueron con Kast, podría beneficiarse ante las caídas que pareció sufrir su rival.

Derechos y economía

Pese a su defensa de la dictadura, si le dicen que es de extrema derecha, Kast responde que ese es “un concepto acuñado por la prensa”, que esa “es una división política antigua” y que él quiere “romper los esquemas políticos tradicionales”.

El dirigente también ha sido cuestionado por sus posturas contra el matrimonio igualitario y el aborto. Dijo que existe un “lobby gay” que “busca influir a las personas” y calificó de “adoctrinamiento” enseñarles a los niños en los centros de estudio que hay parejas no heterosexuales, señaló el diario La Tercera.

El programa de Kast rechaza el matrimonio entre personas del mismo sexo, y esto fue recordado durante el debate por Boric. “En su programa electoral hay una serie de actos discriminatorios que ponen en riesgo avances que han sido sustantivos en materia de derechos humanos”, afirmó el candidato de la coalición izquierdista Apruebo Dignidad. La defensa de Kast fue débil: “Yo no tengo ningún problema con el mundo homosexual. [...] Nunca nadie puede decir que yo he discriminado a alguien”, dijo.

Otros tropiezos del dirigente lo mostraron como alguien que no conoce a fondo su programa o los números de la economía chilena. “Su programa es una gran debilidad y ayer quedó desnudo en eso”, dijo Sichel.

Según La Tercera, dirigentes cercanos a Kast mostraron su inquietud en Twitter, y el propio candidato reconoció que el debate fue “duro”.

“Por lejos saqué el número premiado, fui mencionado por todos. Yo creo que eso en parte es porque las encuestas han reflejado que tenemos una gran posibilidad de pasar a la segunda vuelta. [...] En los debates a uno le puede ir bien, más o menos, mal, eso la verdad es que a mí no me afecta tanto”, dijo.

Uno de los momentos difíciles lo marcó una pregunta sobre las centrales termoeléctricas que piensa instalar, de acuerdo con su programa. “Si lo dice en mi programa, lo rechazo. No vamos a hacer ninguna. Yo no quiero abrir ninguna termoeléctrica”, respondió, según citó El Mostrador. Por otra parte, el candidato, que se siente más cómodo en temas de seguridad e inmigración, en los que se mueve la ultraderecha de distintos países, no se desempeñó bien tampoco al hablar de economía. Ante una pregunta sobre cuál sería a largo plazo el PIB tendencial para Chile, Kast intentó no responder y finalmente dijo: “No lo sé”.