La jornada de este lunes en Cuba transcurrió en medio de fuertes dispositivos de seguridad en La Habana y otras ciudades dispuestos por el gobierno para evitar la realización de la denominada “Marcha cívica por el cambio”, evento convocado por la plataforma Archipiélago que pretendía ser una continuidad de las manifestaciones espontáneas de julio.

Según informó la agencia AFP, varios disidentes fueron arrestados antes del comienzo de la movilización, para la que los manifestantes estaban convocados a vestir de blanco, pero sin un recorrido fijo. Manuel Cuesta Morua, de 58 años, vicepresidente del Consejo para la Transición Democrática, “fue detenido por la Seguridad del Estado” este lunes “a eso de la una de la tarde saliendo de la casa” en La Habana, dijo su esposa a AFP. Cuesta Morua, que también fue brevemente detenido en setiembre, había recibido amenazas por estar entre los convocantes de la manifestación de este lunes. La líder del movimiento disidente Damas de Blanco, Berta Soler, y su marido, el ex preso político Ángel Moya, también fueron detenidos este lunes, según anunció en Twitter la disidente Martha Beatriz Roque.

Muchos opositores, promotores de la manifestación y periodistas independientes denunciaron en los últimos días en redes sociales que fueron bloqueados en sus casas por agentes de la Seguridad del Estado.

El País de Madrid informó que en el grupo de Telegram de la plataforma Archipiélago también denunciaron la detención de la historiadora del arte, curadora y activista Carolina Barrero, quien también tiene la ciudadanía española. El grupo exigió su liberación y el cese del acoso a quienes ejercen su derecho a manifestarse.

Por su parte, el líder de esta plataforma, el dramaturgo Yunior García Aguilera, había manifestado su intención de salir a marchar solo el domingo por La Habana, pero él denunció mediante sus redes sociales que no podía salir de su casa porque la zona estaba rodeada por policías vestidos de particular.

La movilización no fue permitida por el gobierno porque entiende que es ilegal, debido a que busca un cambio del orden establecido, algo que está expresamente prohibido en la Constitución cubana.

El lunes los medios cubanos destacaron el comienzo del año escolar en forma presencial luego de las medidas restrictivas adoptadas durante la pandemia, y además la reapertura de los aeropuertos para la llegada de turistas al país, una de las principales fuentes de ingresos de la economía cubana. También se llevaron a cabo durante la tarde algunos eventos en la capital en conmemoración de los 502 años de la fundación de La Habana.

El gobierno que lidera Miguel Díaz-Canel acusa a Estados Unidos de estar detrás de la manifestación y considera a sus promotores “operadores políticos” al servicio de Washington. Desde algunos portales se acusó a la empresa Twitter de estar embistiendo “la revolución”. “La plataforma fundada por el magnate estadounidense Jack Dorsey adultera las tendencias para los usuarios, quienes en lugar de observar en primera plana el hashtag #CubaVive, de lejos el más mencionado en la red, tienen acceso directo al promocionado por grupos desestabilizadores, para crear una situación –absolutamente virtual– de ingobernabilidad”, escribió el portal Prensa Latina.

Este mismo medio también publicó una galería de imágenes de La Habana para reflejar que se estaba viviendo “una jornada tranquila, lejos de los intentos de desestabilización que algunos sectores intentaron promover”.