Steve Bannon, estratega de campaña y asesor de Donald Trump, se entregó este lunes al FBI, que lo buscaba por dos cargos de desacato al Congreso de Estados Unidos. El viernes, Bannon fue imputado por no haberse presentado a declarar ante el comité legislativo que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero y por no haber entregado documentos que le fueron requeridos por esos legisladores. Cada uno de los cargos que enfrenta se penaliza con un mínimo de 30 días y un máximo de un año de prisión, y con una multa que puede ir de 1.000 a 100.000 dólares.

Finalmente, la jueza Robin Meriweather dejó a Bannon en libertad sin necesidad de pagar fianza, pero le retiró el pasaporte y le prohibió abandonar el país sin permiso judicial. También deberá notificar al juzgado si viaja dentro de Estados Unidos, y el jueves deberá presentarse ante la Justicia nuevamente.

Bannon, de 67 años, fue editor del medio Breibart News y es un agitador de la llamada alt-right o “derecha alternativa”. Después de trabajar con el expresidente estadounidense se dedicó a asesorar a la ultraderecha de diversos países y ahora es el presentador de un podcast sobre teorías conspirativas llamado WarRoom.

Al llegar al juzgado, Bannon afirmó: “Vamos a terminar con el régimen de [Joe] Biden”. Y mirando a una cámara de WarRoom pidió: “No quiero que nadie quite el ojo de lo que hacemos cada día, ¿de acuerdo?”.

También al salir hizo declaraciones en ese tono. “¡Esta vez se metieron con el tipo equivocado!”, dijo, con el dedo índice en alto. “Ahora vamos a ir a la ofensiva, ya van a ver”, agregó, y dijo que el presidente estadounidense, Joe Biden, el fiscal general Merrick Garland y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, del Partido Demócrata, están vulnerando su libertad de expresión.

Mientras Bannon enfrenta estos cargos, Trump lleva adelante una batalla legal para evitar entregar documentos oficiales relacionados con el asalto al Capitolio. Por esos hechos, Trump enfrentó una iniciativa de juicio político que finalmente no reunió los votos necesarios para prosperar en el Congreso.

Otro exfuncionario, Mark Meadows, que fue jefe de despacho de la Casa Blanca, también desoyó su citación a declarar ante el comité del Congreso y podría ser acusado de desacato al igual que Bannon. El estratega ya había sido acusado de estafa en el marco de una campaña de recaudación de fondos para la construcción de un muro fronterizo con México, pero Trump lo indultó antes de dejar el gobierno.

Durante los últimos días de Trump en la presidencia ocurrió el asalto al Capitolio, cuando cientos de partidarios suyos entraron violentamente a la sede del Congreso, algunos de ellos armados, e invadieron los despachos y el hemiciclo. Los legisladores, que se disponían a ratificar la elección de Biden como presidente, debieron ser evacuados, y cinco personas murieron en incidentes ocurridos durante el asalto. Poco antes, Trump había llamado a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio.