Con gran intensidad se están viviendo en Chile las horas previas a la segunda vuelta electoral del domingo, en la que se decidirá si el izquierdista Gabriel Boric o el ultraderechista José Antonio Kast será el sucesor de Sebastián Piñera en la presidencia del país.

Este jueves, con grandes actos celebrados en Santiago, ambos postulantes cerraron sus campañas. Mientras que el postulante de Apruebo Dignidad se reunió con sus seguidores en el parque Almagro situado en la zona céntrica de Santiago, el del Frente Social Cristiano lo hizo en el parque Araucano de la comuna de Las Condes. En ambos casos se convocó a concurrir a las familias y hubo espectáculos musicales.

Pero mientras los comandos electorales apuntaban a la parafernalia para tratar de mostrar su poder de convocatoria en la crucial cita del domingo, varios hechos marcaron la jornada.

Uno fue la muerte de Lucía Hiriart, la viuda del exdictador Augusto Pinochet (ver recuadro). Los dos candidatos se refirieron al episodio antes de sus cierres de campaña. En una entrevista con la radio AND consignada por el diario El Mercurio, Kast dijo: “Yo más que darle la condolencia a la familia y siempre lamentar la muerte de alguien, no quiero hacer un hecho político de esto”.

La noticia del deceso de Hiriart generó que algunas personas se reunieran a celebrar el hecho en la plaza Italia de Santiago, algo que fue rechazado por el candidato ultraderechista, quien nunca ocultó su admiración por la gestión de gobierno de Pinochet. “Veo ahora que hay gente celebrando, creo que no es lo que uno esperaría, siempre la muerte de alguien para la familia es dolorosa, más allá del rol histórico que haya tenido la persona”, sentenció Kast.

Por su parte, Boric escribió en su cuenta de Twitter que “Lucía Hiriart muere en impunidad, pese al profundo dolor y división que causó a nuestro país. Mis respetos a las víctimas de la dictadura de la que fue parte”. El candidato izquierdista agregó: “No celebro la impunidad ni la muerte, trabajamos por la justicia y la vida digna, sin caer en provocaciones ni violencia”.

Pero el otro hecho menos simbólico y más extraño que marcó los últimos duelos entre los candidatos fue la movida iniciada por la derecha para intentar judicializar en cierta medida las elecciones.

Todo empezó con unas declaraciones brindadas por el presidente del partido derechista Renovación Nacional, Francisco Chahuán. El líder del sector del presidente Piñera, sin deslizar la idea del fraude electoral en forma explícita, expresó en una entrevista con Radio Cooperativa que “esta elección va a ser estrecha. Cuando yo hablo de estrecha, quiero decir que esto puede que no se resuelva el domingo”. Chahuán agregó: “Es posible que la diferencia sea tan minúscula que esto pueda ir a los tribunales electorales” y, en el mismo sentido, expresó que “por eso es tan importante el llamado y el reforzamiento a tener apoderados de mesa en cada una de las mesas, en cada uno de los colegios”.

Ante un escenario tan cerrado, los dos comandos electorales están realizando un esfuerzo importante para tener representantes en todos los circuitos electorales, pero los dichos de Chahuán fueron un poco más allá de la mera intención de fiscalizar que el proceso transcurra en forma normal. En cierta medida, puso en duda el rol del Servicio Electoral (Servel), la máxima autoridad del país en todos los comicios ‒que a lo largo de la historia chilena ha brindado garantías siempre de cristalinidad, las cuales jamás habían sido puestas en tela de juicio‒, algo que fue tajantemente rechazado por el presidente de la entidad, Andrés Tagle.

Según informó el portal El Mostrador, Tagle dijo: “Ha habido hartas noticias falsas en redes sociales, hablan de un fraude del Servel. Esto es básicamente un desconocimiento de nuestra legislación sobre el tema del escrutinio. Nuestra legislación no es una cosa tan elemental que es un solo organismo y algunos digitadores pueden llegar y cambiar los resultados. Aquí están primero los resultados preliminares del Servel, que se entregan esa noche, pero esos resultados son informativos, no tienen un valor legal como escrutinio y mueren ahí. Son resultados que, cuando uno habla de impugnarlos, no es algo que tiene valor legal”, señaló.

“Pero nuestro sistema va bastante más allá. Al día siguiente están los colegios escrutadores, que parten a las dos de la tarde del día lunes y pueden continuar incluso el día martes trabajando, y ellos corrigen el escrutinio del Servel mesa por mesa, con un nuevo ejemplar de acta que ellos recibieron”, agregó Tagle.

Reacciones de los candidatos

En una entrevista televisiva consignada por el diario La Tercera, Kast se refirió a los dichos de Chahuán y, si bien no habló de fraude, dijo que puede haber “errores” en el recuento de votos.

“Más que fraude, puede haber errores. Y un voto por mesa puede cambiar el destino de la elección. En Chile tenemos 45.000 mesas. Un voto por mesa puede hacer que gane uno u otro. Entonces, lo que yo creo es que si la diferencia fuera estrecha, así de 45.000 votos, tenemos que esperar el recuento que se hace en los colegios escrutadores al día siguiente, porque aparecen errores, alguien digita mal, pone un número de más, de repente hay mesas que aparecen en cero. Hay contradicciones”, expresó Kast.

Por su parte, Boric afirmó que confía plenamente en los resultados electorales: “Confío en los chilenos y chilenas y confío también en las instituciones de Chile que van a entregar los resultados cuando corresponda y no voy a poner en duda los resultados de la elección”.

Además, el candidato de 35 años criticó los dichos de Chahuán, y comparó su estrategia con la que impulsó Donald Trump en Estados Unidos. “Es de manual lo que está haciendo la ultraderecha en Chile, ustedes lo ven: es exactamente lo mismo que [Donald] Trump. Están empezando a cuestionar los eventuales resultados”, afirmó Boric.

Mal bicho

Este jueves falleció en Santiago a los 99 años de edad Lucía Hiriart, viuda del exdictador Augusto Pinochet.

Lejos de ser una figura secundaria durante los años de mandato de su esposo, Hiriart asumió un rol muy activo durante la dictadura, no sólo encabezando obras de ayuda social, sino tejiendo lazos directos con los órganos de represión. Figura muy cercana a Manuel Contreras, director de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), Hiriart fue descrita como una persona muy dominante, que tenía una fuerte incidencia sobre su marido. “Él muchas veces tomaba decisiones preguntándole primero a ella. Era una vida en conjunto marcada por la traición. Cuando se descubrió que Manuel Contreras y la DINA estuvieron a cargo del asesinato de Orlando Letelier en Washington, en 1976, fue ella quien prolongó la estadía en la jefatura de Contreras en la DINA”, relató la periodista Mónica González entrevistada por The Clinic. Más locuaz y enérgica que su esposo, Hiriart influyó directamente en la designación de alcaldes y agregados militares en el exterior, además de hacer caer en desgracia dentro del régimen a aquellos que le caían mal.

Su rostro fue ampliamente conocido en Chile por el alto perfil mediático que tuvo durante toda la dictadura. Más cerca en el tiempo, en 2005, en el marco del caso Riggs, que investigaba los delitos económicos perpetrados por Pinochet y otras personas a través del Riggs Bank de Estados Unidos, Hiriart fue acusada de evasión fiscal y procesada judicialmente por ello, aunque en 2007 el dictamen fue revocado.