El doctor Anthony Fauci, inmunólogo y asesor médico jefe de la Presidencia de Estados Unidos, abogó en los últimos días por la búsqueda de una vacuna universal que permita prevenir la infección de diferentes tipos de coronavirus para prevenir futuras pandemias, no únicamente el SARS-CoV-2.

En un artículo de opinión publicado el 15 de diciembre en The New England Journal of Medicine, firmado por Fauci junto a los científicos David M Morens (su asesor en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas) y Jeffrey Taubenberger (virólogo pionero en secuenciar el genoma del virus de la influenza que causó la pandemia de la gripe española en 1918), los expertos señalan que se necesita “un enfoque de investigación que pueda caracterizar el ‘universo coronaviral’ global en múltiples especies, caracterizar la historia natural y la patogénesis de los coronavirus en animales de laboratorio y en humanos, y aplicar esta información en el desarrollo de vacunas ‘universales’ ampliamente protectoras”.

Además del SARS-CoV-2, que provocó la pandemia de la covid-19 detectada en China a fines de 2019 y que continúa afectando a todo el mundo, anteriormente hubo otros coronavirus que causaron estragos, aunque en menor medida.

El SARS-CoV, por ejemplo, fue detectado a principios de este siglo y ocasionó la epidemia del síndrome respiratorio agudo grave (SARS), que entre 2002 y 2004 provocó la muerte de 774 personas en China y Hong Kong y llegó a afectar en menor medida también a Taiwán, Singapur y Canadá.

Luego, en 2012 y hasta 2015, se produjo la epidemia del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), que afectó principalmente a Arabia Saudita, Catar y Emiratos Árabes Unidos, provocando cerca de 400 muertes por el virus MERS-CoV.

Por estos motivos, sumados a que “ya se han identificado algunos coronavirus animales que pueden tener potencial pandémico, y quedan muchos más por detectar”, es que Fauci, Morens y Taubenberger consideraron en su artículo que “la evidencia científica y la realidad ecológica sugieren que los coronavirus volverán a surgir en el futuro, lo que podría representar una amenaza existencial”.

Según los científicos estadounidenses, en la actualidad hay “poca comprensión del universo de coronavirus endémicos y potencialmente emergentes” y que, si bien están dispersados por todo el planeta, “los puntos calientes de betacoronavirus más importantes se encuentran en el sureste de Asia y áreas contiguas del sur y suroeste de China”, donde, además, el estudio en murciélagos y otros tipos de mamíferos que se encuentran en la zona “revelan una evolución rápida y una enorme complejidad viral”.

A su vez, señalaron que “la generación de nuevos genomas a través de una infección mixta y una recombinación genética homóloga conduce a una diversidad genética coronaviral sustancial, análoga a la observada en la evolución del virus de la gripe A en aves silvestres, otros animales y humanos”.