El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó, durante una entrevista con la radio CBN de San Pablo, que el ganador de las elecciones de octubre se encontrará con un escenario de guerra.

“Estoy efectivamente convencido de que volver a gobernar Brasil será una verdadera guerra para recuperar al país. Para que las cosas funcionen bien y que la gente entienda que es mejor tener un libro que tener armas. Que invertir en salud y educación no es un gasto, sino una inversión”, afirmó el líder del Partido de los Trabajadores, de 76 años, que pronostica que en caso de ganar los comicios encontrará al país en una situación peor que cuando asumió su primer mandato, en enero de 2003.

Por eso mismo Lula entiende que hacer alianzas con sectores políticos que están fuera de la izquierda es absolutamente necesario para el PT.

“Hay que reconquistar las instituciones para que todo funcione en armonía. De ahí que las alianzas políticas sean necesarias. Hay mucha gente que piensa que es difícil hacer alianzas, pero yo creo que es importante porque hay que ganar y gobernar”, agregó Lula, según consignó el portal Carta Capital.

El expresidente entre 2003 y 2010 dijo que lo ideal sería que el PT tuviera una amplia mayoría en el Parlamento, pero como eso difícilmente ocurra, es necesario negociar con otros sectores para llevar adelante la recuperación del país. “Así es la política”, aseveró Lula, quien desde el año pasado mantiene contactos con diversos líderes políticos de centro y de centroderecha buscando ampliar la base de su partido. En la entrevista radial, el expresidente dijo que espera que la cúpula del PT entienda que hacer alianzas es necesario, y en esa línea volvió a elogiar a Geraldo Alckmin, exgobernador del estado de San Pablo, quien hasta hace pocas semanas perteneció al centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

A pesar de que cuenta con algunas resistencias en el ala izquierda del PT, Alckmin sigue siendo la opción más factible para conformar la fórmula junto a Lula, aunque para que ello ocurra el político paulista de 69 años debe unirse a un sector que conforme una alianza electoral con el PT.

“Tengo confianza en Alckmin. Fui presidente durante ocho años cuando él era gobernador de San Pablo. Siempre tuvimos una relación muy respetuosa, institucional, y si logramos construir esta alianza, estoy seguro de que será bueno para Alckmin, para mí y para Brasil. Y, sobre todo, será bueno para el pueblo brasileño”, dijo Lula en la entrevista.

El líder del PT dijo que la conversación con el exgobernador para la conformación de la fórmula “dependerá de la afiliación del compañero Alckmin a un partido político que haga una alianza con el PT”.

“Sólo tenemos que darle tiempo para averiguar si se puede construir esta alianza. Hay que ver a qué partido se unirá Alckmin, porque él aún no se ha decidido. Pero ciertamente tiene tiempo para decidir: hay muchas personas que quieren contar con él. Y creo que sólo está evaluando las invitaciones que ha estado recibiendo para tomar la decisión”, dijo Lula.

“Cuando él tome su decisión, yo tomaré la mía y luego nos sentaremos a hablar”, agregó el exmandatario, según informó la revista Fórum.

Por otra parte, cuando fue interrogado sobre la autocrítica del PT respecto de sus errores en gobiernos anteriores, Lula dijo que dejará esa tarea a sus adversarios y a la prensa durante la campaña electoral. De todas maneras, más adelante, admitió que la exoneración tributaria que se aplicó a numerosas empresas durante el mandato de Dilma Rousseff fue un error, porque no se les exigió a estas empresas, como contrapartida, que garantizaran el mantenimiento de los puestos de trabajo.

“Nosotros tenemos responsabilidad, porque el desempleo en Brasil comenzó a crecer cuando nosotros todavía estábamos en el gobierno”, reconoció Lula.