La OTAN está reforzando sus fronteras orientales con buques de guerra y aviones de combate a medida que aumentan los temores de un posible ataque rápido de las fuerzas rusas para apoderarse de Kiev, la capital ucraniana.

Mientras tanto, medios internacionales informaron que el gobierno de Estados Unidos está decidiendo qué unidades enviar a Europa del Este si la crisis continúa, con el objetivo de demostrar fuerza y estar disponible para ayudar a sacar a los ciudadanos estadounidenses de la región.

Sin embargo, el gobierno ucraniano expresó que la acumulación militar rusa en la frontera todavía no llegó a un punto en el que una invasión fuera inminente y advirtió contra el “pánico” de algunos ejecutivos occidentales.

Jen Psaki, la portavoz de la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos tenía “la obligación sagrada de apoyar la seguridad de nuestros países del flanco oriental”. “Estamos hablando con ellos sobre cuáles son sus necesidades y qué preocupaciones de seguridad tienen. Así que no diría que es una respuesta a un momento abrupto. Es parte de un proceso y discusión de planificación de contingencia en curso”, dijo Psaki en una conferencia de prensa.

Por su parte, el noruego Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), dijo que el “deterioro de la situación de seguridad” había llevado a la alianza militar a reforzar su “defensa colectiva”.

Desde Moscú se dijo que los nuevos despliegues evidencian la postura agresiva de la OTAN, y se culpó a la alianza del aumento de las tensiones. En los últimos meses, Rusia ha concentrado más de 106.000 soldados a lo largo de la frontera de Ucrania y está planeando amplios ejercicios militares en la vecina Bielorrusia y en el Mediterráneo.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, dijo el lunes que desplegaría “un contingente completo del ejército” en la frontera con Ucrania, alegando que “los ucranianos han comenzado a reunir tropas allí. No entiendo por qué”.

Mientras tanto, Rusia continuó los preparativos para los ejercicios navales y anunció que dos corbetas de la flota del Báltico habían zarpado para unirse a las maniobras. El gobierno que lidera Vladimir Putin también envió seis barcos de desembarco anfibios al Mediterráneo como parte de los ejercicios, que incluirán 140 barcos y más de 10.000 soldados rusos.

En medio de las tensiones, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) advirtieron a Rusia de las “consecuencias masivas” si invade Ucrania y declararon su rechazo a cualquier “esfera de influencia”, tras aprobar unas conclusiones sobre la situación de la seguridad europea. Además, según informó Televisión Española, la UE anunció que no reducirá el personal de su representación en Kiev, a diferencia de lo que decidió Estados Unidos y anunciaron un nuevo paquete de ayudas a Ucrania para reducir los efectos económicos del conflicto con Rusia.

Los jefes de la diplomacia europea, que se reunieron en un Consejo en el que también participó virtualmente el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, condenaron las continuas “acciones agresivas y amenazas” de Rusia contra Ucrania y pidieron a Moscú que reduzca la tensión y participe en el diálogo de forma constructiva.