El mandatario brasileño Jair Bolsonaro no hizo ninguna declaración pública durante todo este lunes, la jornada siguiente a la derrota que sufrió en las urnas ante el líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva.
Si bien se especulaba con que el mandatario ultraderechista rompiera su mutismo después de no haber hablado el domingo, esto no sucedió, por lo que se extendió la expectativa sobre su reacción ante el resultado adverso en los comicios.
Medios brasileños informaron que quienes sí hablaron con sus oponentes políticos fueron el vicepresidente Hamilton Mourão y Ciro Nogueira, quien es el ministro jefe de la Casa Civil, un cargo similar al que en otros países ejercen los jefes de Gabinete.
Según informó el diario carioca O Globo, Mourão le envió un mensaje telefónico a quien fue electo vicepresidente, Geraldo Alckmin, a quien le manifestó su voluntad de colaborar en el proceso de transición, además de invitarlo a visitar junto a su esposa el Palacio de Jaburu, la residencia habitual de los vicepresidentes en Brasilia. Mientras tanto, Folha de São Paulo informó que la presidenta del PT, Gleissi Hoffmann, llamó a Nogueira y en un breve diálogo que fue descripto como “respetuoso”, el funcionario del gobierno dijo que está esperando que Bolsonaro designe a quien será el encargado principal de coordinar la transición.
Este lunes el único Bolsonaro que se expresó públicamente fue uno de los hijos del presidente, el senador Flávio Bolsonaro, quien en un mensaje en su cuenta de Twitter agradeció a los que “oraron, salieron a las calles, dieron su sudor por el país que está trabajando”. El legislador, quien en ningún pasaje de su mensaje mencionó al presidente electo, dijo que todavía “no nos daremos por vencidos con nuestro Brasil”.
“¡Gracias a todos los que nos ayudaron a rescatar el patriotismo, que rezaron, salieron a las calles, dieron su sudor por el país que está trabajando y le dieron a Bolsonaro el voto más grande de su vida! ¡Levantemos la cabeza y no renunciemos a nuestro Brasil! ¡Dios a cargo!”, escribió Flávio, de 41 años, el hijo mayor del presidente.
Contrastando con el silencio de su líder, centenares de camioneros afines al mandatario se manifestaron durante toda la jornada de este lunes bloqueando carreteras en todos los estados del país, con la excepción de Amapá, de acuerdo a lo que informó la Policía Caminera Federal (PRF, por sus siglas en portugués). Medios brasileños consignaron que los cortes de rutas en todo el país fueron más de 320 y que uno de los más importantes fue el efectuado por la mañana en los dos sentidos de la Vía Dutra, la principal carretera que une los estados de San Pablo y Río de Janeiro.
En muchos de estos cortes de ruta hubo quema de neumáticos e incluso algunos camioneros y otros seguidores de Bolsonaro aprovecharon la ocasión para hacer asados al costado de las carreteras. En medio de la situación, que en algunos casos, debido al tráfico intenso, se tornó caótica, los efectivos de la PRF actuaron tímidamente en la mayoría de los casos, pidiendo el cese de la medida de protesta.
También este lunes la Policía Militar del Distrito Federal tomó la decisión de cerrar la Plaza de los Tres Poderes, en Brasilia, luego de que informaciones de inteligencia señalaran que la posible aproximación de camiones al lugar podría implicar el riesgo de ataques a organismos públicos que tienen su sede allí.
Ante la situación planteada en las rutas, integrantes del Ministerio Público Federal (MPF) determinaron que la PRF informe, en un plazo de 24 horas, las medidas adoptadas para liberar las carreteras federales.
Ya entrada la noche, y en respuesta a un pedido hecho por la Fiscalía General Electoral y la Confederación Nacional de Transporte, el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Alexandre de Moraes, ordenó el inmediato desalojo de todas las carreteras bloqueadas.
Según informó el portal UOL, en su decisión Moraes estableció una multa de 100.000 reales por hora –algo más de 19.300 dólares– al director general de la PRF, Silvinei Vasques, si no adopta las medidas correspondientes para rehabilitar el libre tránsito por las rutas cortadas por los militantes bolsonaristas.
Moraes también decidió que, en caso de incumplimiento, Vasques puede ser destituido de su cargo y detenido en el acto por un delito de desobediencia.
En la decisión, el también ministro del Supremo Tribunal Federal autorizó además a las fuerzas policiales de los estados a aplicar una multa de 100.000 reales por hora a los propietarios de los camiones que interrumpan la circulación normal de vehículos.