“Bajo la dirección del comandante supremo de las Fuerzas Armadas, Vladimir Putin, las fuerzas de disuasión estratégica terrestres, marítimas y aéreas llevaron a cabo un entrenamiento durante el cual se efectuaron lanzamientos prácticos de misiles balísticos y de crucero”, informó el Kremlin en un comunicado consignado por la agencia AFP.

Según el parte del ministro de Defensa, Sergéi Shoigu, en las maniobras, supervisadas virtualmente por el presidente ruso, se practicó el “lanzamiento de un ataque nuclear masivo por parte de las fuerzas estratégicas ofensivas en respuesta a un ataque” similar por parte del enemigo.

Trueno fue el nombre elegido por las autoridades militares rusas para esta operación que involucró submarinos con capacidad para el uso de armamento nuclear, bombarderos estratégicos TU-95 y el lanzamiento de prueba de misiles balísticos intercontinentales desde mar y tierra.

Putin personalmente subrayó los “riesgos” que existen sobre el desarrollo de un conflicto. “Hay nuevos riesgos y desafíos para nuestra seguridad colectiva”, puntualizó el líder ruso, según informó el portal France 24. Estas declaraciones fueron efectuadas por el líder del Kremlin en el contexto de una reunión de funcionarios de inteligencia de nueve de las 15 exrepúblicas soviéticas que integran la Comunidad de Estados Independientes. Según el jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Valery Guerásimov, las maniobras fueron un “éxito”.

El martes, un día antes del comienzo de estas maniobras militares rusas, el Pentágono dio a conocer que el Kremlin le notificó su intención de realizar este tipo de ensayos, precisamente en el momento en que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lleva a cabo sus propios simulacros para también probar sus capacidades nucleares. Los ejercicios de la alianza atlántica se prolongarán hasta el domingo y se harán en Reino Unido, Bélgica y también en el Mar del Norte.

Según informó la agencia Reuters citando fuentes de Washington, la notificación de Moscú redujo el riesgo de error de cálculo en un momento en que Rusia está utilizando una retórica nuclear que la administración que lidera Joe Biden considera “imprudente”. El ejercicio de la OTAN, llamado Steadfast Noon, se hará con las capacidades atómicas estadounidenses con base en Europa.

Ambos ejercicios se suceden en un contexto complejo, marcado por la guerra en Ucrania. En este sentido Rusia sigue advirtiendo sobre la probable detonación de una “bomba sucia” por parte de Kiev en su territorio, acusación que el gobierno de Volodímir Zelenski y sus aliados occidentales niegan, calificando las afirmaciones de Moscú como una operación de falsa bandera para escalar el conflicto.

Sobre este tema, Biden lanzó una advertencia a su homólogo ruso: “No garantizo que sea una operación de bandera falsa todavía, no lo sé, pero sería un grave, grave error”, enfatizó el mandatario en una conferencia de prensa.

Días antes, Biden había remarcado que “Rusia estaría cometiendo un error increíblemente grave si utiliza un arma nuclear táctica”. Así, el mandatario trazaba una línea roja al presidente ruso en cuanto al uso de este tipo de armamentos.

Esto sucedía mientras Rusia llevaba ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas una denuncia por la posible detonación por parte de Ucrania de una bomba no nuclear, pero sí con contenido radiactivo. El tema fue planteado en una carta a la dirección del organismo internacional y posteriormente debatido en forma privada por el organismo de seguridad internacional.