“En la región [de La Araucanía] ha habido actos de carácter terrorista [...], pero el problema es que la presión inmediata es aplicar la Ley Antiterrorista, que ha traído pésimos resultados para las víctimas y para el Estado”, manifestó el presidente chileno, Gabriel Boric.
El mandatario izquierdista de 36 años hizo estas declaraciones al visitar, por primera vez desde que asumió el cargo, esa zona que es epicentro del conflicto entre el pueblo mapuche y el Estado chileno. Agregó que esa ley no es una “herramienta jurídica adecuada” para enfrentar las situaciones de violencia que con frecuencia se registran en el lugar.
Su visita fue precedida por ataques que incluyeron la quema de una escuela y una capilla, además de varios cortes de rutas. Boric los atribuyó a “grupos criminales que instrumentalizan legítimas causas para delinquir, causar miedo, daño y muerte”, y sobre estos grupos manifestó: “Los vamos a perseguir con todo el peso de la ley”.
“Les quiero decir a las personas que están detrás de esos atentados que si creen que privando de educación a los niños de La Araucanía rural, o privando de un templo donde practican su fe a las personas de La Araucanía, o privándolos del acceso al agua, tal como lo hicieron en el atentado en Victoria, van a lograr intimidarme a mí o a este gobierno, están muy equivocados”, afirmó.
“Me recuerdan a cuando en la década de los 30 los nazis quemaban sinagogas o cuando la dictadura militar quemaba libros en la plaza San Borja [...] La inmensa mayoría del pueblo mapuche quiere la paz y con ellos vamos a dialogar”, dijo Boric, según citaron la agencia Efe y la chilena Radio BioBio.
El presidente dijo que los sucesivos gobiernos de su país hicieron esfuerzos por solucionar el conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche, aunque sin poder conseguirlo. “No hemos sido capaces como Estado de resolver el rezago en materia de pobreza y tampoco se ha podido encontrar un camino que se haya sostenido en el tiempo para encontrar la paz”, dijo Boric. Señaló que “la única forma de detener la escalada de violencia es reparando la deuda histórica que tiene el Estado de Chile con el pueblo mapuche”.
En este sentido, anunció una serie de medidas que serán parte de una ley específica para la zona. Se refirió a un plan contra el crimen organizado y dijo que se va a enfocar en el robo de madera y la fiscalización de armas, al tiempo que se trabaja en seguridad agroalimentaria. Afirmó que se va a disponer de una “brigada de televigilancia móvil” y que se dará seguimiento a las causas judiciales vinculadas con esos delitos.
“Vengo a dar cuenta de lo que hemos trabajado durante estos ocho meses y también a comunicar obras que marcarán el rumbo durante los meses siguientes en materia social, en seguridad, que tengo claro es de las principales prioridades de la región y, por supuesto, también en materia de diálogo político y reparación”, dijo.
Boric informó que durante su visita a la región –ubicada aproximadamente 700 kilómetros al sur de Santiago– se reunirá con alcaldes, empresarios, pequeños emprendedores, integrantes de comunidades mapuche y con víctimas de la violencia, para dialogar con ellos, comunicarles sus planes y escucharlos. “Estamos acá para encontrar un camino de diálogo y entendimiento que permita una solución a la deuda que tiene el Estado de Chile con el pueblo mapuche”, dijo, y consideró que sólo se puede detener “esta escalada de violencia” abordando “esta deuda histórica de manera seria y con perspectiva”.
“Acá basta de buenas intenciones, basta de comisiones que ya han hecho diagnósticos. Tenemos que trabajar, y la gente, el pueblo, tiene que notar los resultados de este trabajo”, remarcó Boric.