En un dictamen adoptado por la totalidad de sus integrantes, la Corte Suprema del Reino Unido determinó que el Parlamento escocés no puede celebrar un segundo referéndum de independencia sin la aprobación del gobierno central de Londres.

La decisión, comunicada este miércoles por el presidente de la Corte Suprema, Robert Reed, se produjo después de una audiencia sin precedentes en el tribunal supremo de Reino Unido, que debatió sobre si los integrantes del Legislativo autonómico escocés tenían la autoridad legal para autorizar un referéndum sobre la independencia de Escocia sin que el Parlamento de Reino Unido le otorgara los poderes necesarios para ello.

Según informó el diario inglés The Guardian, al emitir la sentencia, Reed dijo que el Parlamento escocés no tenía el poder de legislar para un referéndum sobre la independencia porque tal proyecto de ley se relacionaría con el futuro de la unión del Reino Unido, un asunto reservado exclusivamente a Westminster.

Reed rechazó los argumentos presentados por el Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), al que el tribunal permitió intervenir en el proceso, basándose en el derecho del Parlamento escocés a la autodeterminación en virtud del derecho internacional.

El jurista dijo que, en ausencia de un acuerdo entre los dos gobiernos, como sucedió antes de la votación de 2014, el Parlamento escocés no tenía el poder de legislar para un referéndum.

La decisión de la Corte Suprema, previsible, causó desazón en tiendas independentistas, pero la ministra principal de Escocia y líder del SNP, Nicola Sturgeon, dijo que su partido y los demás sectores de la sociedad escocesa que acompañan los reclamos de autonomía, deben encontrar otro “medio democrático, legal y constitucional por el cual el pueblo escocés pueda expresar su voluntad”. Según informó el diario escocés The Scotsman, Sturgeon dijo que el SNP buscará establecer un “apoyo mayoritario” para la independencia. En una conferencia de prensa que ofreció en Edimburgo, la capital escocesa, la política informó que su sector convocará una conferencia especial para acordar los detalles para impulsar un plan de referéndum de facto.

La idea original de Sturgeon y el SNP era realizar otra votación en octubre del año que viene, pero este plan se vio frustrado por el fallo de la Corte Suprema conocido el miércoles. En su contacto con los medios de prensa, Sturgeon dijo que un referéndum “es la mejor manera de hacer y responder una pregunta constitucional”, y agregó: “Pero si se bloquea un referéndum, entonces tiene que haber una alternativa, porque la única alternativa a eso es que la democracia escocesa no tenga forma de expresarse”.

Refiriéndose a las próximas elecciones generales, que tendrán lugar en 2024, Sturgeon dijo: “Ningún partido puede dictar la base sobre la cual las personas emiten sus votos. Pero un partido puede ser, y de hecho debe serlo, muy claro sobre el propósito por el cual busca el apoyo popular. En este caso, para el SNP eso será establecer –al igual que en un referéndum– el apoyo mayoritario en Escocia a la independencia para que luego logremos la independencia”. Sturgeon agregó que con este objetivo el SNP también “lanzará y movilizará una gran campaña en defensa de la democracia escocesa”.