La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, recusó a la jueza María Eugenia Capuchetti, que está a cargo de investigar el intento de asesinato que sufrió el 1º de setiembre. Según el escrito presentado por sus abogados, la recusación es solicitada por actuaciones “como mínimo negligentes” desde “el primer día de la investigación”. Ese día, se borró el contenido del celular del atacante, Fernando Sabag Montiel, recordó la vicepresidenta en Twitter, donde compartió el escrito presentado a la Justicia, que también cuestiona que la investigación comenzara de esa manera.

Los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal, que representan a Fernández como querellante en la causa, afirman en el escrito: “Esta querella detectó actuaciones, como mínimo, negligentes por parte de la jueza desde, literalmente, el primer día de investigación. Estas situaciones ya hubieran sido suficientes para que la instrucción fuese remitida a otro juez. Aun así, la decisión fue confiar en la imparcialidad de la Dra. Capuchetti y en que las falencias de la pesquisa fueran sólo errores”.

Sin embargo, continúan, “a casi dos meses y medio del atentado, una serie de resoluciones netamente arbitrarias y la total parálisis investigativa nos han convencido de una manifiesta parcialidad contra esta parte”. Agregan que varias medidas de prueba solicitadas por la querella fueron rechazadas por Capuchetti “o llevadas a cabo tarde, cuando su eficacia dependía de la celeridad”.

Los representantes legales de la exmandataria señalan también que la jueza “no impulsó una sola línea investigativa, no realizó preguntas a los testigos y bloqueó toda hipótesis que vaya más allá de Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Gabriel Nicolás Carrizo”, pese a que “hay numerosa prueba que señala otros caminos”.

Hasta ahora, esas tres personas son las detenidas por el caso. Sabag Montiel fue quien intentó disparar un arma contra la vicepresidenta, y tanto su pareja, Uliarte, como Carrizo están acusados como partícipes secundarios en un delito de “homicidio calificado, agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, en grado de tentativa”.

Los abogados de Fernández agregan que no hay un motivo aislado para recusar a la jueza, sino “un sinfín de actitudes de la magistrada que no nos dejan otra alternativa” que hacerlo. Ubeira y Aldazábal afirman que la necesidad de que Capuchetti se aparte de esta causa “no sólo tiene que ver con los derechos de esta querella, sino que es imperante para que la sociedad argentina conozca la verdad acerca de lo sucedido. Ya nos hemos cansado de vivir en la incertidumbre debido a la impericia o, directamente, el accionar delictivo de la Justicia”.

El jueves, la vicepresidenta argentina anunció que instruyó a sus abogados para que presentaran esta recusación y cuestionó que la jueza no hubiera indagado en los posibles vínculos políticos del atacante, en particular con el diputado macrista Gerardo Milman. Fernández vinculó a este legislador con el atentado después de que un testigo, Jorge Abello, declarara que le oyó decir en un bar a dos mujeres: “Cuando la maten voy a estar camino a la costa”. Por su parte, Milman rechazó esa acusación, negó haber dicho esa frase y pidió que Abello fuera imputado por falso testimonio.