Este miércoles representantes de los 30 países que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunirán en la sede de la entidad ubicada en Bruselas, la capital belga, a pedido de Polonia, uno de los países que integran la alianza militar, que invocó el artículo 4 del tratado del organismo. Este artículo afirma que los 30 estados miembros de la Alianza abrirán consultas cuando “a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las partes fuese amenazada”.

El desencadenante del pedido de Polonia fue la muerte de dos ciudadanos polacos en Przewodów, un pequeño pueblo situado aproximadamente a siete kilómetros de la frontera con Ucrania, que presuntamente fueron alcanzados por misiles rusos. De acuerdo a lo que informó la radio polaca ZET, citando fuentes no oficiales, las dos personas fallecidas, ambos trabajadores agrícolas, estaban realizando sus tareas en un lugar donde había secadores de granos, en una zona rural de esta localidad situada en la región de Lublin, cuando cayeron los artefactos, que investigaciones preliminares confirmaron que se trataba de materiales de fabricación rusa.

También este miércoles se reunirá en Varsovia el Consejo de Seguridad Nacional de Polonia, en una versión ampliada bajo la presidencia del jefe del Estado y que, además de los ministros de Defensa, Justicia, Interior y Exteriores, así como el coordinador de los servicios secretos, incluye a los presidentes de ambas cámaras del Parlamento y a los líderes del gobierno y la oposición.

En la noche del martes, pocas horas después de conocido el incidente, el gobierno polaco emitió su primera respuesta luego de la reunión del Consejo de Seguridad Nacional, convocado de forma urgente ante la situación por el primer ministro, Mateusz Morawiecki. En una conferencia de prensa sin preguntas, consignada por la agencia Reuters, el portavoz del gobierno polaco, Piotr Müller, dijo que se estaban investigando a fondo las causas de la explosión que provocó la muerte de las dos personas. “Por la sensibilidad de la situación, haremos un seguimiento muy de cerca”, agregó el funcionario.

Por su parte, el presidente polaco, Andrzej Duda, dijo que la explosión en Przewodów fue un “incidente único” y que “no hay indicios” de que vuelva a ocurrir. Duda dijo que “lo más probable” era que los misiles que provocaron la muerte de las dos personas fueran de fabricación rusa, pero agregó: “No tenemos pruebas definitivas de quién lo disparó”.

Como primera medida, el gobierno determinó el aumento de la alerta y la preparación para el combate de sus fuerzas armadas y otros servicios de seguridad. El director de la Oficina de Seguridad Nacional, Jacek Siewiera, informó que el presidente Duda habló telefónicamente con el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, y que él mismo está en contacto “permanente” con el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y con otros socios de la alianza militar.

Hasta la noche de este martes las autoridades polacas no consideraban el incidente un “ataque armado”, que implicaría la activación del artículo 4 del tratado.

Desde Moscú, el Ministerio de Defensa de Rusia negó de plano su participación en el hecho. “Las declaraciones de los medios y funcionarios polacos sobre la supuesta caída de misiles rusos en el área de Przewodów es una provocación deliberada para escalar la situación. No se realizaron ataques contra objetivos cerca de la frontera ucraniano-polaca por medios rusos de destrucción”, afirmó el ministerio en un comunicado consignado por medios rusos.

Paralelamente, el ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia convocó al embajador ruso en Varsovia para que dé explicaciones sobre los hechos.

El diario inglés The Guardian informó que, desde Indonesia, donde se encuentra participando en la cumbre del G20, el presidente estadounidense, Joe Biden, se contactó con el presidente polaco y le comunicó el “apoyo total de Estados Unidos para ayudar con la investigación de Polonia”.

Biden será uno de los participantes este miércoles de una cumbre extraordinaria de los jefes de gobierno de los países integrantes del G7 que fue convocada de manera urgente para tratar la situación que se registró en el territorio polaco, según informó la agencia de noticias japonesa Kyodo.

El G7 está integrado por Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido, y todos ellos son integrantes de la OTAN, salvo el país asiático.