Mientras el gobernador de Santa Cruz y líder de la oposición Luis Fernando Camacho continúa detenido en prisión preventiva en la ciudad de La Paz tras haber sido arrestado en Santa Cruz de la Sierra el miércoles, el clima de tensión sigue en aumento en la región sureña del país.

Este jueves en una reunión la Asamblea de la Cruceñidad, una instancia en la que participan fuerzas políticas, empresariales, sociales y universitarias del departamento de Santa Cruz pero básicamente de la la capital de este rico distrito del país, Santa Cruz de la Sierra, se determinó comenzar un paro desde la pasada medianoche, al tiempo que se estableció el cierre de carreteras y vigilia ante las instituciones públicas. De acuerdo a lo que informó el diario cruceño El Deber, en el comienzo de este cónclave habló el presidente del Comité Cívico, Rómulo Calvo, una figura muy cercana al gobernador, quien llamó a los demás departamentos de Bolivia a unirse a la nueva lucha de Santa Cruz, esta vez por la libertad de Camacho, en tanto que advirtió al presidente Luis Arce que “ha jugado con fuego” y por ello el departamento “está dispuesto a prender la llama”.

“Usted tiene que respetar la decisión del pueblo cruceño, tiene que respetar las normas y las leyes [...] y los cruceños nos vamos a hacer respetar”, manifestó Calvo dirigiéndose al mandatario, integrante del Movimiento al Socialismo (MAS). Al mismo tiempo, Calvo le advirtió que “sin Santa Cruz no puede gobernar” y que su gobierno debería ser para todos los bolivianos y no únicamente para los movimientos sociales.

Según se comunicó desde la Fiscalía boliviana, Camacho fue detenido bajo la acusación del delito de terrorismo, en el marco del proceso denominado Golpe de Estado I, que investiga las circunstancias que precedieron y siguieron a la renuncia forzosa del entonces presidente Evo Morales, en noviembre de 2019. De inmediato comenzaron las protestas en Santa Cruz que terminaron con la quema total o parcial de varios edificios públicos, entre otros la Fiscalía Departamental, el Palacio de Justicia y también una casa particular que pertenece al actual ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Edgar Montaño, quien reside en la ciudad, un bastión de lucha permanente contra el MAS.

Horas después de la detención de Camacho, el expresidente Evo Morales se refirió al hecho con dos mensajes en su cuenta de Twitter. “Finalmente, después de tres años, Luis Fernando Camacho responderá por el golpe de Estado que derivó en robos, persecuciones, detenciones y masacres del gobierno de facto. Confiamos en que esta decisión se sostendrá con la firmeza que demanda el clamor de justicia del pueblo”, manifestó el líder histórico del MAS, que agregó: “Por respeto a la memoria de nuestros hermanos asesinados en Sacaba y Senkata y la dignidad de quienes fueron perseguidos, detenidos y torturados, la Justicia debería procesar también a los cómplices de Camacho, para que las aventuras golpistas nunca vuelvan a repetirse”.