Salónica, Atenas y otras ciudades griegas fueron escenario el martes y en los días anteriores de multitudinarias protestas callejeras por el asesinato de Kostas Frangulis, un adolescente de 16 años perteneciente a la comunidad gitana que murió este martes, tras una agonía de más de una semana, ya que fue baleado en la cabeza el 5 de diciembre por un funcionario policial.

Según la versión difundida por medios locales y replicada por agencias internacionales, el joven fue baleado por un policía después de que supuestamente se diera a la fuga sin pagar los 20 euros de combustible que le había puesto a la camioneta que manejaba.

La noticia del tiroteo provocó varios días de protestas, que en muchos casos incluyeron choques de los manifestantes con la Policía, en las dos ciudades más grandes del país, pese a los pedidos de los familiares de Frangulis y de líderes de la comunidad gitana para que las manifestaciones fuesen pacíficas.

“Todo el mundo aquí está llorando. Es injusto que un niño se marche así”, dijo Antonis Tasios, secretario de la comunidad gitana donde vivía el adolescente en Salónica, al confirmar su muerte el martes. “Nos duele mucho”, expresó Tasios, de acuerdo a lo que consignó Associated Press.

Frangulis estuvo internado en la sala de cuidados intensivos de un hospital de Salónica tras ser sometido a una cirugía urgente horas después de sufrir la herida que finalmente le costó la vida. La familia informó que el funeral se hará el jueves.

Alrededor de 3.000 personas protestaron en Salónica, y en Atenas se realizó una marcha similar luego de que grupos estudiantiles y anarquistas llamaran a la movilización. Medios griegos reportaron que los manifestantes quemaron neumáticos y bloquearon algunas calles en medio de los enfrentamientos con la Policía.

Las autoridades policiales de Salónica informaron que unas 50 personas salieron de una universidad en la tarde del martes y lanzaron cócteles molotov contra policías antimotines que estaban en las cercanías de la casa de estudios. De acuerdo a la versión de la Policía sobre el incidente que costó la vida del adolescente de 16 años, que era padre de un bebé, Frangulis intentó embestir con su camioneta a las motos de los policías que lo estaban persiguiendo. El agente policial de 34 años acusado en el caso dijo la semana pasada durante su primera comparecencia ante la Justicia que disparó porque temía por la vida de sus compañeros, pero explicó que apuntó a las ruedas del vehículo y no hacia el conductor.

El policía acusado de disparar el tiro fatal fue suspendido y está bajo arresto domiciliario desde el viernes por un delito grave de intento de homicidio con posible intencionalidad y un delito menor por disparar ilegalmente su arma.

Es muy probable que el cargo de delito grave se modifique a homicidio involuntario debido a la muerte del adolescente.

Por su parte la comunidad gitana denunció que el ataque contra el adolescente tuviera motivos racistas. Varios hombres pertenecientes a la comunidad gitana griega resultaron heridos o muertos en los últimos años por disparos durante enfrentamientos con la Policía cuando supuestamente intentaban eludir su detención por infringir la ley.

“No fue la gasolina, no fue el dinero; los policías dispararon porque era gitano”, gritaron los manifestantes que marcharon el martes en Salónica. Los miembros de la comunidad gitana griega vienen denunciando desde hace mucho tiempo la discriminación que padecen, y con frecuencia esta situación hace que muchos integrantes de este pueblo tengan que vivir al margen de la sociedad.