Los talibanes en el gobierno de Afganistán habían prometido que permitirían a las mujeres acceder a la educación una vez que encontraran un modelo de enseñanza acorde a la ley islámica. Sin embargo, esta semana se registró otro retroceso en el derecho de las mujeres a educarse en el país.

Después de que hace un año se prohibiera la educación secundaria para las niñas y adolescentes, ahora el ministro de Educación Superior, Shaik Nida Muhammad Nadim, emitió una decisión, tomada después de una reunión de gabinete, que dispuso que las mujeres tampoco podrán acceder a la universidad. Luego de la adopción de la medida, se envió una carta a las universidades en la que se informó sobre la prohibición “con efecto inmediato y hasta nuevo aviso”.

La medida fue repudiada desde diversos ámbitos. La Organización de la Cooperación Islámica (OCI), integrada por 57 países, manifestó su “gran consternación” y pidió que Afganistán “revoque esa decisión”. El secretario general de la OCI, Husein Ibrahim Taha, expresó su “profunda preocupación y condena de la medida tomada por la administración de facto de cerrar las universidades a niñas y mujeres por un período indefinido”.

“El secretario general [de la OCI] y su enviado especial habían advertido repetidamente a las autoridades de facto que no tomaran tal decisión [...] el último mensaje de advertencia fue a mediados de noviembre”, agrega el comunicado, citado por la agencia Efe. El texto señala también que esta decisión “contribuirá significativamente a socavar” la “credibilidad” de las autoridades de Afganistán, además de “privar a las niñas y mujeres afganas de sus derechos básicos a la educación, el empleo y la justicia social”.

Por su parte, Estados Unidos amenazó con “consecuencias significativas para los talibanes”, además de un mayor alejamiento de la comunidad internacional. Así lo expresó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, que calificó de “inaceptable” la prohibición. El funcionario no aclaró cuáles serían las consecuencias a las que se refirió, aunque dijo que Washington y sus aliados cuentan con “una serie de herramientas” para hacer que “los talibanes rindan cuentas”. También la Unión Europea repudió la decisión, así como organizaciones internacionales que trabajan por los derechos humanos.

Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), esta decisión es “otra promesa rota” por los talibanes. “La negación de la educación no sólo viola la igualdad de derechos de mujeres y niñas, sino que tendrá un impacto devastador en el futuro del país”, dijo en un comunicado Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, quien se declaró “profundamente alarmado” por esta decisión. “El secretario general insta a las autoridades de facto a que garanticen la igualdad de acceso de las mujeres y las niñas a la educación en todos los niveles”, manifestó el comunicado.

Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo que la decisión es “otro golpe terrible y cruel” a los derechos de las mujeres y niñas afganas, y “un profundamente lamentable retroceso para todo el país”.

“La exclusión sistemática de las mujeres y niñas de virtualmente todos los aspectos de la vida, como he dicho anteriormente, no tiene paralelismos en el mundo. Excluir a las mujeres de la educación universitaria es aún más descorazonador teniendo en cuenta la vital contribución que las mujeres afganas hicieron en muchas áreas profesionales y vocacionales a lo largo de los años”, manifestó.

La prohibición, recordó Efe, se suma a otras limitantes a los derechos de las mujeres en Afganistán que fueron impuestas desde la llegada al poder de los talibanes, hace un año y medio, como la segregación por género en espacios públicos, y la obligación para las mujeres de usar velo integral islámico y estar acompañadas por un familiar varón si van a recorrer trayectos largos.