Cuando las cosas parecían haberse calmado en Bolivia después del acuerdo al que habían llegado el gobierno y la oposición para establecer la fecha del próximo censo, una nueva crisis política comenzó el miércoles, luego de que pasado el mediodía la Policía detuviera al gobernador del departamento de Santa Cruz, el líder opositor Luis Fernando Camacho.
De acuerdo con lo que informó, a través de un comunicado, la Fiscalía General del Estado, consignado por el diario cruceño El Deber, Camacho fue arrestado por el caso denominado Golpe de Estado I, que investiga los hechos que precedieron y siguieron a la renuncia forzada del entonces presidente Evo Morales, en noviembre de 2019.
Desde el Ministerio Público se aclaró que la detención del líder cívico, “no se trata de un secuestro o persecución política”, sino que “el ciudadano Luis Fernando Camacho tiene pleno conocimiento de dicho proceso, desde su inicio en la fecha 28 de noviembre de 2020, conforme dispone el ordenamiento jurídico boliviano”.
Pero en Santa Cruz se tiene otra visión de los hechos. Se acusa al gobierno del presidente Luis Arce y al Movimiento al Socialismo (MAS) de perseguir a su adversario político, y en ese marco centenares de personas salieron a la calle luego de la detención de Camacho. En el centro de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra se produjeron incidentes cuando un grupo de manifestantes rodearon el Comando Departamental de la Policía con intenciones de “tomarlo”. Además, de acuerdo a imágenes difundidas por canales locales, hubo un intento de prender fuego la sede de la Fiscalía de la ciudad, al tiempo que, tanto en la capital como en otros lugares del departamento, grupos se movilizaron para cortar rutas y carreteras.
Paralelamente, testigos que presenciaron la detención de Camacho realizaron duras acusaciones contra las fuerzas de seguridad que llevaron a cabo el operativo. Graciela Ortiz, la asistente de Camacho, dijo que los responsables del arresto fueron personas armadas y vestidos de negro, quienes pusieron contra el piso al gobernador para esposarlo. “Tenía miedo de que nos maten, tenía miedo que disparen fuego y nos maten”, relató Ortiz a la cadena televisiva Unitel.
Autoridades cruceñas calificaron la detención de Camacho como un “secuestro” y centenares de personas se dirigieron al aeropuerto de Viru-Viru para evitar el traslado del gobernador hacia la ciudad de La Paz, algo que se efectivizó poco después de su detención.
De acuerdo con lo que informó el diario paceño La Razón, Camacho llegó a la capital luego de haber sido trasladado desde Santa Cruz hasta la localidad de El Alto en un helicóptero. El mismo medio constató que en las últimas horas de la tarde del miércoles Camacho fue trasladado bajo un fuerte operativo policial a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para prestar sus declaraciones ante el Ministerio Público. Mientras se trasladaba a Camacho, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, negó que el gobernador haya sufrido algún tipo de lesión en el marco de su detención y aseguró que su salud es estable.
Por su parte, el abogado del gobernador cruceño, Martín Camacho, calificó de “arbitraria y abusiva” la detención, por lo que denunció un atentado contra la vida de su representado y sus acompañantes. “Entendemos que ha sido reducido y golpeado (...). Esto ha sido a punta de metralla, y vamos a plantear las acciones correspondientes para asumir la defensa (...). Vamos a plantear la acción de libertad a efectos de su liberación”, afirmó.
Al mismo tiempo en Santa Cruz de la Sierra, los integrantes del Comité Pro Santa Cruz se encontraban reunidos decidiendo las medidas a tomar ante la detención del gobernador departamental.
Uno de los integrantes del Comité, el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, Zvonko Matkovic, criticó el accionar del Gobierno en la detención de Camacho, y aseguró que lo que hicieron fue bien pensado y sabiendo las consecuencias que puede traer. Matkovic manifestó que el Gobierno del MAS no entiende que Santa Cruz es un pueblo unido, que lucha por su gente y que lo ocurrido este miércoles tendrá consecuencias.
“El Gobierno no entiende que Santa Cruz no es Rómulo Calvo, Luis Fernando Camacho o Vicente Cuéllar, es su gente que pelea, se une, no necesita que nadie la llame. Lo que ellos han hecho fue bien pensado, sabiendo las consecuencias que iban a traer y no les importa”, expresó. En sus declaraciones a la prensa, Matkovic dijo también que el accionar de la Policía tuvo el aval del presidente Arce.