El próximo primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se comunicó telefónicamente con el presidente del país, Isaac Herzog, para notificarle que logró formar un gobierno de coalición, a 40 días de que se le encomendara la misión,
Netanyahu, de 73 años, histórico líder del partido derechista Likud -quien ya fue primer ministro entre 1996 y 1999, y entre 2009 y 2021- liderará en esta nueva etapa al mando del Ejecutivo una coalición que integrará, además de a su sector, al partido de derecha Sionismo Religioso, al ultraderechista Otzmá Yehudit (Poder Judío), al ultraortodoxo ashkenazi Judaísmo Unido de la Torá y al sefaradí Shas.
“Lo logré”, escribió escuetamente Netanyahu en su cuenta de Twitter, luego de una larga jornada en la que primó la incertidumbre. Posteriormente, el Likud emitió un comunicado consignado por The Jerusalem Post en el que informó que la nueva coalición al mando trabajará para “todos los ciudadanos israelíes”. A pesar del anuncio de Netanyahu, algunos medios israelíes informaron que los acuerdos de coalición con los sectores ultraortodoxos no estaban cerrados. En contraposición a estos partidos, el líder del partido Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, confirmó el anuncio de la formación de un nuevo gobierno algunos minutos antes que Netanyahu hiciera su publicación en Twitter con otro mensaje en la misma red social.
Ahora se espera que el lunes, el Parlamento israelí (Knesset) retome sus sesiones y se espera que el vocero del Likud en el órgano legislativo, Yariv Levin, haga el anuncio oficial de la conformación de un nuevo gobierno a los integrantes de todos los partidos que tienen representación. Posteriormente, tendrá que haber una nueva sesión en la que el futuro gobierno tendrá que presentar sus planes, su composición y la distribución de los ministerios. Esta sesión concluirá con una votación sobre la formación del gobierno y, si se aprueba, el nuevo Ejecutivo asumirá oficialmente el poder.
Se estima que por los plazos establecidos el nuevo gobierno entrará en funciones el 2 de enero, aunque algunas versiones indicaban que la asunción podría adelantarse algunos días, algo que se definirá seguramente en el correr de esta semana.
El que viene será el Ejecutivo más derechista de la historia política israelí, ya que, al tejer sus alianzas, Netanyahu se comprometió a otorgar puestos clave en el gabinete a reconocidas figuras extremistas de extrema derecha, entre cuyos objetivos abiertamente declarados están afianzar aún más la ocupación ilegal de los territorios palestinos.
Tal es el caso de Itamar Ben-Gvir, el líder del partido racista, supremacista y anti árabe, Poder Judío, quien de acuerdo a todas las versiones que vienen circulando desde hace largas semanas, será designado como ministro de Seguridad Nacional, hecho que, de concretarse, sin dudas traerá más problemas que beneficios a la sociedad israelí.