El Ministerio de Defensa de Taiwán informó el lunes que el Ejército chino envió 71 aviones y siete barcos hacia el espacio aéreo y marítimo taiwanés, en la mayor demostración de poderío militar dirigido a la isla en la historia. China argumentó que las maniobras son una respuesta a lo que considera “provocaciones” entre Estados Unidos y Taiwán, luego de la aprobación de un proyecto de ley que estipula un incremento de la ayuda militar a la isla, de acuerdo a lo que informó el portal France24.
Según funcionarios del gobierno de Taiwán, entre las seis de la mañana del domingo y las seis de la mañana de este lunes, 47 de los aviones chinos cruzaron el estrecho que separa al territorio continental chino de la isla, que tiene una superficie de 35.970 kilómetros cuadrados y en la que viven alrededor de 24 millones de habitantes.
Voceros militares taiwaneses detallaron que entre los aviones que China envió había 18 cazas J-16, 11 cazas J-1, 6 cazas Su-30 y naves no tripuladas. El gobierno de Pekín, que considera a la isla territorio propio, confirmó haber hecho “simulacros de ataque” en el mar y el espacio aéreo en torno a Taiwán, en respuesta a lo que calificó de una provocación por parte de la isla y de Estados Unidos. Un alto funcionario taiwanés especificó que China había organizado la incursión militar para expresar su molestia por la nueva ley estadounidense de autorización de defensa, que aumenta la ayuda militar a Taiwán. A mediados de este mes y luego de ser aprobada por una amplia mayoría en la Cámara de Representantes, el Senado también votó favorablemente y derivó a la Casa Blanca para su promulgación la Ley de Autorización de Defensa Nacional, legislación que, entre otros puntos, contempla un gasto de cerca de 860.000 millones de dólares para compensar la inflación e impulsar la competitividad militar de Estados Unidos frente a Rusia y China.
En la región del Indo-Pacífico, la legislación aprobada por el Congreso estadounidense autoriza una mayor cooperación en materia de seguridad con Taiwán y exige una mayor cooperación con India en materia de tecnologías de defensa emergentes, preparación y logística.
Ante las incursiones aéreas chinas, la oficina de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, aseguró que se convocaría una reunión de alto nivel sobre seguridad nacional para la mañana del martes para discutir medidas a tomar para reforzar el sistema de defensa civil del territorio.
El Ministerio de Defensa comentó que estaba considerando ampliar el servicio militar obligatorio más allá de cuatro meses, ya que la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones con Pekín están generando una situación de inestabilidad internacional y reactivaron el debate interno sobre cómo responder ante la presión militar china.
“Cuantos más preparativos hagamos, menos probabilidades habrá de que se produzcan intentos precipitados de agresión. Cuanto más unidos estemos, más fuerte y segura será Taiwán”, comentó Tsai durante una ceremonia militar.
El gobierno chino prometió reunificar Taiwán con el resto de su territorio desde el final de la guerra civil china en 1949, una promesa que se volvió una prioridad para la presidencia de Xi Jinping a medida que crece la colaboración entre las autoridades taiwanesas y de Estados Unidos, que en las últimas décadas fue aumentando sostenidamente.
Como medida de presión, es bastante frecuente que aviones militares chinos sobrevuelen sobre la denominada Zona de Identificación de Defensa Aérea taiwanesa (ADIZ, por sus siglas en inglés). Si bien esta área no está definida ni regulada por ningún tratado internacional y tampoco está homologada como el espacio aéreo de un país, abarcan un área mucho más amplia, en la que todas las aeronaves extranjeras deben registrarse ante las autoridades aéreas locales.
Estas acciones de Pekín se vienen incrementando, y agencias internacionales recordaron que únicamente en el correr de este año hubo más de 1.700 incursiones de este tipo, frente a las 969 de 2021 y las 146 de 2020.
La última escalada entre los dos territorios se produjo en agosto, cuando las autoridades de Pekín ordenaron la realización de ejercicios militares con fuego real en respuesta a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, la demócrata Nancy Pelosi. Pekín considera las visitas de representantes de países extranjeros a la isla como un reconocimiento de facto de su independencia y un desafío a la reivindicación china de soberanía.