A poco más de un mes de las elecciones, algunos postulantes a la presidencia de Francia todavía no consiguieron presentar firmas de 500 dirigentes que ocupen cargos electivos, un requisito para formalizar su candidatura. Este es el caso de la ultraderechista Marine Le Pen, que a pesar de aparecer en segundo lugar en las encuestas todavía está lejos de cumplir con esa condición.

Le Pen cuenta con cerca de 350 de esos respaldos y tiene plazo hasta el 4 de marzo para conseguir los que le faltan para competir en las elecciones del 10 de abril. Las normas establecen además que esas firmas de apoyo tienen que provenir de 30 departamentos distintos y ninguno de estos debe acumular más del 10% del total.

Esta situación llevó a la dirigente a interrumpir su campaña electoral y enfocarse en buscar esos avales. “Hago un llamamiento a los alcaldes. Si no me ayudan, millones de votantes estarán privados de su elección. No dejen que se produzca este escándalo”, dijo en un video. “Los sondeos me sitúan a las puertas de la victoria”, dijo la líder de la Agrupación Nacional, y afirmó que, si su candidatura no fuera posible, aumentaría la tensión en la sociedad francesa.

Quienes pueden dar su aval a los candidatos son senadores, diputados, alcaldes o diputados de asambleas legislativas locales. Hay en total 42.000 cargos en esa situación, 80% de ellos alcaldes. Según informó Efe, este sistema tiene como objetivo que los candidatos y sus representantes recorran el país y visiten incluso pequeños municipios en busca de apoyo.

Quienes no han logrado alcanzar las 500 firmas, cuestionan ese freno a sus candidaturas y en particular critican una ley de 2016 que hace público a quién respalda cada firmante.

No sólo Le Pen

Otros candidatos se encuentran en la misma situación que Le Pen. Uno de ellos es el otro postulante de la extrema derecha, Éric Zemmour, que compite con la dirigente por el segundo lugar, y tiene 291 apoyos. Este candidato se presenta por un partido nuevo, Reconquista, y por lo tanto no tiene todavía cargos electos que respondan a su organización política. También está en la búsqueda de avales el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa, con 391 firmas a su favor.

A diferencia de ellos, Macron ni siquiera necesitó formalizar públicamente su candidatura para reunir más de 500 firmas de respaldo. El líder de La República en Marcha es quien encabeza las encuestas de intención de voto en Francia, y cuenta ya con 1.345 apoyos. Lo supera sólo la derechista Valérie Pécresse, candidata de Los Republicanos, con 1.945 firmas. También Pécresse compite por el segundo puesto con Le Pen y Zemmour.

Otros respaldos

La candidata socialista, Anne Hidalgo, ya ha reunido el aval de 1.074 dirigentes. Sin embargo, no logra despegar en las encuestas, en las que reúne apenas 3% de intención de voto. La semana pasada la excandidata presidencial del Partido Socialista Ségolène Royal le aconsejó retirar su candidatura y apostar al “voto útil” por Mélenchon, que ronda el 9%.

“Si yo estuviera en su lugar me retiraría. En una dinámica de unión de la izquierda, claro que lo haría. Pero es una decisión difícil porque querría decir que no hay candidato socialista como tal. Pero hay una segunda vuelta, y están las legislativas, el desafío está ahí también”, dijo Royal, en declaraciones cuestionadas por otros dirigentes del Partido Socialista.

En los sondeos, Macron llega a 24% o 25% de respaldo, seguido por Pécresse y Le Pen con 15% a 17%, y Zemmour con 14 o 15%.