Un nuevo elemento de discordia se sumó a la ya complejísima situación de tensión que están viviendo Rusia y las potencias occidentales con Ucrania como teatro de operaciones.

Este lunes el presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció oficialmente a las dos repúblicas que se habían proclamado independientes de Ucrania durante los conflictos bélicos de 2014, Donetsk y Lugansk.

Ambas entidades, que cuentan con una mayoría de población rusohablante, ubicadas en la región del Donbás, en el este del territorio ucraniano, muy cerca de la frontera con Rusia, venían actuando como repúblicas de facto desde entonces con el no declarado pero evidente apoyo económico y militar de Moscú. En las últimas semanas se registraron algunas escaramuzas entre las fuerzas armadas de estas repúblicas y el ejército ucraniano, lo que había incrementado la tensión en la zona. Ahora, ya con el apoyo oficial de Moscú, Putin ordenó el despliegue de fuerzas rusas en las dos repúblicas del Donbás como parte de una “misión de mantenimiento de la paz”.

La noticia del reconocimiento de Donetsk y Lugansk fue comunicada a los rusos mediante un mensaje televisivo en el que Putin habló durante aproximadamente 40 minutos, abordando cuestiones históricas, que mucho tienen que ver con el actual conflicto.

De acuerdo a la visión de Putin, “la Ucrania moderna fue creada en su totalidad por la Rusia bolchevique”; calificó a Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, como el “creador y arquitecto de Ucrania” y recordó que en los albores del período soviético el vecino país se vio beneficiado por “regalos al nacionalismo ucraniano de territorios que históricamente le pertenecieron a Rusia”, como, según él, es el caso del Donbás, que fue “incorporado a Ucrania a los empujones”, según consignó el diario español ABC.

En el momento más duro de su discurso Putin llegó a decir que Ucrania “nunca tuvo una tradición de Estado genuino” y que, en realidad, fue “creado” por Rusia. “Permítanme enfatizar una vez más que Ucrania para nosotros no es sólo un país vecino. Es una parte integral de nuestra propia historia”, agregó.

El paso dado por el Kremlin en medio del contexto de extrema tensión cayó muy mal en Occidente y generó agrias reacciones.

Como primera medida, el presidente estadounidense, Joe Biden, planea firmar una orden ejecutiva que bloquea el flujo de nuevas inversiones, comercio y financiamiento de Estados Unidos hacia Donetsk y Lugansk. “Anticipamos un movimiento como este de Rusia y estamos listos para responder de inmediato”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado, calificando la acción de Putin como una “violación flagrante de los compromisos internacionales de Rusia”, según consignó el portal estadounidense The Hill.

Por su parte el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, dijo que la decisión de Putin “erosiona los esfuerzos” para resolver el conflicto y que “Donetsk y Lugansk son parte de Ucrania”. En una línea similar se manifestaron las máximas autoridades de la Unión Europea (UE), la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, quienes en un comunicado conjunto manifestaron que “el reconocimiento de los dos territorios separatistas en Ucrania es una flagrante violación del derecho internacional, la integridad territorial de Ucrania y los acuerdos de Minsk. La UE y sus socios reaccionarán con unidad, firmeza y determinación en solidaridad con Ucrania”.

Pero a pesar del incremento de la tensión, las instancias diplomáticas prosiguen y se confirmó que el jueves el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se reunirá con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en la ciudad suiza de Ginebra. Lavrov afirmó que en dicho encuentro mantendrá las posturas definidas por Putin en cuanto a las garantías de seguridad que exige Rusia para que la OTAN no se expanda más al este ni incorpore a Ucrania en su seno.

El jefe de la diplomacia rusa comentó que en la última conversación telefónica que tuvo con Blinken, este le dijo que había leído la respuesta rusa a la contestación de Estados Unidos a las propuestas de unas garantías de seguridad y que estaba preparado para abordarla, formular el planteo estadounidense y hacer algunas preguntas adicionales. Además, se maneja que en el encuentro entre los dos jefes diplomáticos eventualmente se puede comenzar a definir detalles de la reunión cara a cara entre Putin y Biden que fue propuesta el domingo por el mandatario francés Emmanuel Macron en un diálogo telefónico con su par ruso. Desde Washington, Biden respondió que está dispuesto a reunirse con Putin, aunque con la condición previa de que Rusia no invada el territorio ucraniano.

De todas maneras, este lunes el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que por el momento no está previsto un encuentro de Putin con Biden, sino que se seguirá apostando al diálogo directo entre los cancilleres.